Caso Dilan Cruz: Detalles del próximo juicio del capitán Cubillos en la Procuraduría
El pliego de cargos en contra de Cubillos muestra una serie de pruebas que explican por qué el Ministerio Público cree que su forma de actuar ese 21 de noviembre de 2019 habría resultado en una falta grave.
Jhoan Sebastian Cote
El expediente contra Manuel Cubillos, capitán de la Policía, quien le disparó en la cabeza al estudiante Dilan Cruz el 21 de noviembre de 2019, tiene su primera gran movida en el ámbito disciplinario. La Procuraduría lo llamó a juicio, por lo cual su trabajo en la institución y su competencia para ocupar cargos públicos entrará en valoración del órgano de control. La hipótesis de la Procuraduría es que Cubillos habría cometido una falta grave tras herir de muerte al joven estudiante, quien días después falleció tras un severo trauma craneoencefálico.
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El expediente contra Manuel Cubillos, capitán de la Policía, quien le disparó en la cabeza al estudiante Dilan Cruz el 21 de noviembre de 2019, tiene su primera gran movida en el ámbito disciplinario. La Procuraduría lo llamó a juicio, por lo cual su trabajo en la institución y su competencia para ocupar cargos públicos entrará en valoración del órgano de control. La hipótesis de la Procuraduría es que Cubillos habría cometido una falta grave tras herir de muerte al joven estudiante, quien días después falleció tras un severo trauma craneoencefálico.
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La Procuraduría avisó a Cubillos que lo juzgará en su condición de comandante de la Primera Sección del Esmad N.° 2, un puesto que había ocupado desde 2017. La falta es grave, pues habría incurrido en homicidio culposo —sin intención de asesinar al manifestante—. En la calle 19 con carrera 4, en pleno centro de Bogotá, Cubillos disparó contra Cruz su arma dotación, una escopeta calibre 12 tipo bean bag. La entidad tiene pruebas de ello, como un informe investigador de laboratorio, con fecha del 24 de noviembre de 2019. En el documento, el CTI de la Fiscalía registró en la escena de los hechos una vainilla percutida calibre 12 y los rastros de la sangre de Cruz.
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“De los elementos de prueba (…) se puede deducir que el oficial investigado posiblemente transgredió normas que regulan el régimen disciplinario para la Policía, en concordancia con el Código Penal, y como consecuencia de ello, su actuación —conducta— puede constituir falta disciplinaria que compromete su responsabilidad en el ejercicio del cargo y de sus funciones”, agrega la Procuraduría. La entidad también tiene un informe pericial de necropsia, el cual establece que la causa de la muerte fue “herida en cabeza por munición de impacto tipo bean bag”. Aquel 21 de noviembre, Cubillos gastó tres cartuchos calibre 12 de una escopeta con serial P141530.
Contra el capitán también se tendrá en cuenta su experiencia como uniformado. Tiene más de diez años al servicio de la Policía y, según información de la Dirección Nacional de Escuelas, está capacitado en manejo y control de multitudes. Tiene un seminario en empleo de elementos, dispositivos, municiones y armas no letales y, además, otro en elementos, dispositivos, municiones y armas menos letales. Se le endilga haber causado la muerte de Cruz, a pesar de que es una persona capacitada para responder ante manifestaciones en el marco de los derechos humanos. La Procuraduría se mantiene firme en que la fuerza es el último recurso en este tipo de intervenciones.
Entre los testimonios para el juicio está el del mayor Jhon Alexánder Socha, comandante de la Región 1 del Esmad. Según la Procuraduría, Socha dijo que Cubillos lo llamó el día del impacto, confesándole que él era quien había accionado el arma. “Manifiesta que el día siguiente se encontró con el capitán Cubillos en las instalaciones del Esmad y que lo notó muy afectado, que le manifestó que nunca había matado a nadie, que él realmente estaba muy triste y afectado”, quedó en el pliego de cargos. En la misma semana de la muerte, el coronel Néstor Raúl Cepeda, comandante del Esmad, dijo que el uso de armas menos letales está “al criterio del operador”.
Entre las pruebas documentales está un video en el cual se evidencia la hora en que Cruz cayó al suelo tras el impacto: 3:43 p.m., luego de devolver dos artefactos lanzados por el Esmad. Minutos antes, declaró la defensora de derechos humanos Alexandra Paola González, uno de los uniformados de la institución habría gritado: “¡Dele a quien sea, pero dele, papi, dele!”. “A los pocos segundos grabo cómo estaban disparando hacia unos manifestantes que se encontraban en el costado norte de la 19 (…) y escucho que alguien grita: ‘¡Un herido!’ y salgo corriendo hacia el punto donde está Dilan”, reconstruyó la testigo.
Yanpier Iván Rodríguez, comandante de escuadra del Esmad, señaló que Cubillos llamó a una ambulancia cuando Cruz fue herido de muerte. Aseguró que el arma tipo bean bag —la cual fue suspendida por la Corte Suprema de Justicia tiempo después— se dispara de forma recta y que su función es causar un trauma. Aclaró, eso sí, que se debe accionar del pecho hacia abajo y a una distancia prudente. También referenció que no hay un orden para el accionar de este tipo de arma, si no depende de la emergencia avisada por un uniformado. Señaló que Cruz les estaba gritando y devolviendo los gases que la sección lanzaba a los manifestantes.
“De la narración se desprende que la actuación adelantada por el capitán, al parecer, no se adecuó a lo dispuesto en la normatividad que establece cuál es el procedimiento para actuar en este tipo de situaciones, entendiéndose que estas debían desarrollarse en el marco de los postulados de proporcionalidad, necesidad y racionabilidad del uso de la fuerza, ya que en cumplimiento de las funciones propias de su cargo con el fin de disuadir la multitud que realizaba actos no pacíficos, accionó su arma de dotación, impactando esa munición en el joven Cruz, sin prevenir las lesiones ocasionadas y mucho menos el desenlace fatal que tuvo días después”, concluyó la Procuraduría.
El capitán Cubillos ha sido una incógnita desde 2019. De él, por ahora, solo se conoce una declaración que rindió en Los Informantes, de manera anónima, en la cual aseguró que su intención no fue dispararle a Cruz y que el joven se cruzó en la trayectoria. En lo penal, desde mediados de este año la Corte Constitucional resolvió el conflicto de competencias, dejando el expediente en manos de la justicia ordinaria. La justicia militar debió abandonar todas sus diligencias. Entre tanto, la familia de Cruz denuncia falta de celeridad en el proceso. Hace menos de un mes conmemoraron dos años de la muerte, en compañía de decenas de ciudadanos que se citaron en el centro de Bogotá, sin que hasta ahora haya un avance en la investigación.