Caso Dilan Cruz: la única declaración ante la justicia del agente que disparó
El 11 de septiembre de 2020, el capitán Manuel Cubillos, quien le disparó en la cabeza al estudiante Dilan Cruz en noviembre de 2019, realizó una versión libre ante un juzgado militar sobre esos hechos. El Espectador da a conocer la única declaración que el uniformado le ha entregado a una autoridad judicial.
La única declaración ante la justicia que ha dado el policía que le disparó en la cabeza al estudiante Dilan Cruz en noviembre de 2019, durante las manifestaciones de ese año en la capital del país, reposa en el expediente penal del capitán Manuel Cubillo. El Espectador conoció esa versión, del 11 de septiembre de 2020, que el agente rindió ante un juez militar cuando su caso todavía estaba en esas jurisdicción. Los detalles del relato se conocieron en medios de comunicación, pero hasta ahora la versión de Cubillos antes la justicia estaba bajo reserva.
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La única declaración ante la justicia que ha dado el policía que le disparó en la cabeza al estudiante Dilan Cruz en noviembre de 2019, durante las manifestaciones de ese año en la capital del país, reposa en el expediente penal del capitán Manuel Cubillo. El Espectador conoció esa versión, del 11 de septiembre de 2020, que el agente rindió ante un juez militar cuando su caso todavía estaba en esas jurisdicción. Los detalles del relato se conocieron en medios de comunicación, pero hasta ahora la versión de Cubillos antes la justicia estaba bajo reserva.
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Cubillos inició su relato contando que días antes de que le dispara a Dilan Cruz en Bogotá, se encontraba en una comisión de servicios en Tumaco (Nariño) en donde acompañaba labores de erradicación de cultivos de uso ilícito. “Luego de esto fui llamado para desplazarme al departamento del Cauca, al municipio de Mondomo. Por el mismo paro que se había convocado para esta fecha, del municipio de Mondomo tuve que ir a Santander de Quilichao (Cauca), donde tuve que proceder en varias oportunidades por alteraciones y bloqueos en la vía panamericana”, señaló Cubillos al juez militar.
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El día 22 de noviembre, dice él, le ordenaron que se trasladara a Cali para hacer presencia en una universidad. Posteriormente, viajó a Bogotá a donde llegó hacia el medio día. Recibió la orden de transportarse a la estación de Transmilenio Aeropuerto, desde el medio día hasta la una de la mañana. El día 23 de noviembre, relata Cubillos, a las seis de la mañana, se formó el personal en la base del Esmad y le ordenaron a su grupo volver a la estación Aeropuerto “en una reacción motorizada, la cual consta de un oficial, dos suboficiales y 17 patrulleros, esto para un total de 20 motos con su respectivo conductor”.
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Eran tiempos revueltos en el país. Lo que arrancó como un Paro Nacional convocado por las centrales obreras, terminó rápidamente convertido en una muestra de inconformismo ante el gobierno de Iván Duque por parte de estudiantes, mujeres, afros, indígenas, comunidad LGBTI y campesinos que se volcaron a las calles para manifestar su desacuerdo. Uno de ellos era Dilan Cruz, quien se convirtió en un símbolo y víctima del uso desproporcionado de la fuerza policial.
Cubillos señaló que cuando recibió la orden de trasladarse, formó al personal en el tercer piso de la estación. “Ahí se le impartió las consignas sobre el respeto a los derechos humanos, sobre la pirámide del uso diferenciado de la fuerza, sobre el actuar bajo órdenes estrictas de los mandos naturales y se hace la verificación por parte del suscrito y de los mandos naturales de la sección de los elementos, municiones entregadas por la institución para el servicio”. Luego de haber hecho esta actividad, dice el miembro del Esmad, se desplazaron hacia la estación Aeropuerto, donde fueron ubicados por un coronel de apellido Silva.
Aproximadamente a las 10 de la mañana, el coronel Néstor Cepeda le ordenó vía radial al capitán Cubillos dirigirse a la calle 26 con Carrera 7ª. Al llegar al sitio, continua el relato, había una manifestación que se aproximaba hacia el CAI que queda en este punto de la ciudad. “El personal bajo mi mando lo ubico de una manera preventiva junto al CAI y de inmediato la manifestación, algunos integrantes los cuales llevaban su cara cubierta, inician a lanzar objetos contundentes en contra del CAI, la ciudadanía y el personal uniformado del Esmad. Mi coronel Cepeda ordena proceder para poder dispersar esta gente que se agrupaba frente a este sitio”, señaló Cubillos.
El capitán agregó que luego de las recomendaciones del protocolo “y sin tener ya otra opción”, lanzaron granadas de aturdimiento y de humo. Esto generó que los manifestantes se dispersaran hacia el centro de la ciudad. Cubillos cuenta que luego de esto se quedaron custodiando el CAI, “momentos después, mi coronel Cepeda me indica que me dirija hacia la Plaza de Bolívar con mi reacción motorizada. Cuando llego al sitio me ubico con mi grupo al frente del Congreso. Se encontraban en la plaza aproximadamente unos 600 manifestantes, los cuales hacían sus arengas y protestaban de una manera pacífica”, aseguró Cubillos.
El capitán adscrito al Esmad refirió que algunos de los integrantes de la marcha empezaron a lanzarle objetos contundentes a la Alcaldía, a la Catedral Primada, al Congreso y al personal uniformado que se encontraba en el dispositivo de seguridad. Como había presencia de Personería y de la Alcaldía de Bogotá, dice Cubillos, el mayor Socha tomó contacto con ellos para poder calmar los ánimos y que dejaran de lanzar objetos a los edificios.
“Al no obtener respuesta positiva de estos manifestantes que se encontraban con su cara cubierta y lanzando objetos, el señor mayor Socha informa vía radial y el señor subcomandante de la Policía de Bogotá ordena proceder. Ordenó dispersar esta gente para que no siguieran los daños. El mayor Socha ordenó proceder. Se deja una ruta de evacuación y se hace el procedimiento para que todos salgan en dirección hacia la carrera décima. Este procedimiento dura aproximadamente 10 minutos y se logra que la gente o la manifestación salga de la Plaza de Bolívar”, señaló Cubillos.
El coronel Cepeda, dice el capitán investigado, le pide que patrullaje por la carrera décima, ya que los manifestantes fueron a bloquear esa avenida. “Cuando me dirigía en la reacción motorizada hacia el Icetex, llego a la carrera 5 con calle 17, donde nos encontramos de frente alrededor de unas 80 personas”, explicó el uniformado ante el juez militar, un funcionario de la Procuraduría y en compañía de su abogado, Abelardo de la Espriella.
Una de las personas que se acercaba hacia donde estaba Cubillos, “venía lanzando objetos en todas direcciones a la ciudadanía, a los almacenes de comercio. En el momento en que nos ven de frente de una vez se inicia todo el ataque hacia el escuadrón móvil antidisturbios, lo cual es informado por el suscrito vía radial. Mi coronel Cepeda me indica proceder y dispersar esta manifestación. Luego de esto, empezamos a dispersarlos y ellos cogen en varias direcciones”, señaló Cubillos.
El capitán explicó que él y sus hombres siguieron “acompañando al grupo más grande, conservando la distancia, ya que no paraban de lanzarnos objetos. En el acompañamiento llegamos a la carrera 7ª con calle 19 donde los manifestantes se ubican en la intersección y bloquean de inmediato el tránsito vehicular. Sin dejar de lanzarnos objetos, en esta dirección se hace el último despliegue del escuadrón móvil antidisturbios, logrando que se dispersen en todas las direcciones”.
Cubillos recordó que estando en ese lugar, un grupo de manifestantes bloqueó el tráfico de varias vías, lo que para el uniformado resultó en una violación al derecho de la libre locomoción. “Identifico que vienen por los dos carriles una cantidad de personas, las cuales vienen acompañados por personal de la Defensoría y la Alcaldía. Informo esto vía radial y me acerco y hablo personalmente con la doctora Esmeralda Caro y el doctor Otoniel”, advirtió el capitán.
A el juez militar le aseguró que en ese momento la manifestación ya no era pacífica y que por eso tenía la orden de dispersar a los marchantes. “A lo que en respuesta de la doctora Esmeralda me dice que haga el aviso del uso de la fuerza. De inmediato, y acompañado por los gestores de convivencia y el personal de la Alcaldía, lo hacemos de forma verbal y con toda la fuerza de nuestra voz, indicándoles a los manifestantes que se tienen que retirar de la vía y que se va a hacer uso de la fuerza de no cumplir con lo que les estábamos diciendo”, contó.
La respuesta de muchos de ellos, señaló Cubillos, fue lanzar objetos contundentes sin discriminación a las personas que transitaban por el sitio. No solo los agentes del Esmad, sino también a los gestores de convivencia de la Defensoría y la Alcaldía. El capitán respondió lanzando granadas de aturdimiento y cartuchos de gas lacrimógeno. “Unos de ellos (de los manifestantes) se quedan en los andenes de la avenida sin parar su ataque con objetos contundentes”, declaró el capitán.
“La mayoría de la gente que coge por la carrera cuarta hacia el norte sigue su camino, pero dentro de esto se devuelven aproximadamente unos 30 encapuchados (o personas que cubrían su rostro) y siguen de una manera más fuerte lanzándonos objetos contundentes. Al verificar que el gas lacrimógeno había tenido efectos colaterales en los negocios y en las personas que transitaban por el lugar, decidimos solo llevar la marcha caminando y esquivando estos objetos”, relató Cubillo.
Pero la estrategia no funciono. “Al ver que aproximadamente 30 encapuchados se nos devuelven e incrementan los lanzamientos de objetos contundentes, decido hacer un disparo con mi arma de dotación para dispersarlos y evitar alguna lesión de algún ciudadano o de algún uniformado del Esmad”, contó el capitán el momento cero del caso de Dilan Cruz. Y agregó: “Cuando proyecto mi disparo, veo que uno de los manifestantes cae al suelo y, en respuesta a esto, paro de inmediato e intentamos llegar hasta esta persona que se encontraba en el suelo”.
Los videos que se publicaron en redes sociales muestran que, luego del disparos, los gestores de convivencia y personal de la Alcaldía llegaron a donde había caído Cruz para auxiliarlo. “Impiden que le prestemos los primeros auxilios o identificarlo. Seguimos en el lugar de los hechos a una distancia prudente. Sigue el lanzamiento de objetos y al ver esta situación, de manera inmediata y vía radial, solicito la ambulancia para esta dirección”, explicó Cubillos.
Mientras tanto, Cruz sigue tendido en el suelo y ya hay personas tratando de hacer latir su corazón por él. “La doctora Esmeralda Caro, con el ánimo de que se calmaran un poco las cosas, me dice que nos retiremos un poco más, dirigiéndonos hacia el Parque de Los Periodistas, creo que se llama. Luego de esto, espero órdenes de mis superiores, los cuales me ordenan llegar a la base del Esmad”, recordó Cubillos.
Dilan Cruz fue trasladado al hospital San Ignacio de Bogotá en donde murió dos días después del disparo del capitán Cubillos. “Cabe resaltar que en ningún momento se tenía identificado a ningún manifestante y que este incidente o este accidente ocurre de manera espontánea, sin tener ninguna intención siquiera de apuntarle a este”, concluyo el agente en su declaración. Su testimonio ahora hacer parte del expediente que deberá resolver la justicia ordinaria, luego de que la Corte Constitucional señalara que no puede ser la justicia militar la encargadad de investigar al agente.
Pese a que esa decisión fue calificada como positiva por la familia y los abogados de Cruz, ellos mismos señalaron este año, a tres años de la muerte de su ser querido, que solo han visto impunidad en el caso. “Hoy hace dos años mataron a mi hermano Dilan y esta es la hora en la que no se ha visto una sola gota de justicia por el asesinato de él, ni una, nada”, fueron las palabras de la hermana de Dilan Cruz, Denis Cruz, el pasado 25 de noviembre. Se espera que en 2022, el caso tenga sus primeros avances en el ámbito penal.
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