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El caso del polémico empresario Carlos Mattos, quien enfrenta una investigación por sobornos a miembros de la Rama Judicial para salir favorecido en actuaciones legales, dio un nuevo giro: dos de los cuatro delitos por los que fue imputado el empresario fueron retirados de la acusación en su contra. El retiro de los delitos obedece a que no estaban contemplados en las condiciones de extradición que se dieron cuando el empresario llegó de España en noviembre de 2021.
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Durante la audiencia, el ente investigador explicó que retiraría dos de delitos que le habían imputado al empresario porque no habían sido contemplados por el país europeo cuando concedieron la extradición de Mattos. En un principio, la Fiscalía había imputado al extraditado Mattos los delitos de cohecho, utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático.
Aun así, el ente acusador manifestó que la extradición había sido aprobada por España solo por los delitos de cohecho y daño informático. En su intervención, el fiscal del caso sostuvo que los delitos de utilización ilícita de redes de comunicaciones y acceso abusivo a un sistema informático no están contemplados en el acuerdo que se hizo para la entrega de Mattos, por lo cual solo podría ser juzgado por los cargos que se tuvieron en cuenta con el país europeo.
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Asimismo, la Fiscalía sostuvo que, tras consultar con Cancillería y con la Dirección de Asuntos Internacionales del ente investigador, se determinó que no es posible avanzar con el procesamiento de Mattos por los cuatro delitos iniciales. Hacer esto, dijo el ente acusador, sería incumplir con tratados internacionales y compromisos adquiridos entre los dos países.
Tras la aclaración del ente investigador, el Juez aceptó los argumentos de la Fiscalía y, a su vez, el empresario aceptó los dos cargos que quedaron en firme. Igualmente, la defensa de Mattos manifestó en la audiencia que si desde un principio él hubiera sido imputado por solamente esos delitos, se habría evitado un desgaste del aparato judicial.
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El proceso judicial en contra del empresario, obedeció a un entramado de corrupción que descubrió la Fiscalía, y que vinculó a varios funcionarios públicos, desde ingenieros, abogados y jueces que hacían parte del Complejo Judicial de Paloquemao. Allí, se habría orquestado todo para que Mattos se quedara con la representación de la marca Hyundai en Colombia.
Los hechos por los que responde Mattos se dieron cuando la empresa coreana rompió relaciones comerciales con él, quien era la cabeza de Hyundai en Colombia. La intención de Hyundai Corea era comercializar sus autos con el grupo ecuatoriano Eljuri, a lo que el empresario colombiano respondió con una demanda civil con la que logró una medida cautelar en 2016 que frenó la decisión de la multinacional. Con esa determinación llegaron una seguidilla de sobornos y favorecimientos por parte de Mattos que tenía como finalidad mantener la representación de la marca en su poder.
Al final de la audiencia Mattos señaló: “ante los colombianos presentó mi mas sinceras disculpas, lo mismo que a la judicatura y a mi familia. Que tomen un ejemplo de mí de lo que no se debe hacer”. A su vez, señaló que tomó malas decisiones, pero que lo hizo por recomendación de terceros. También dijo que indemnizará a la Rama Judicial como víctima de los sobornos que entregó a funcionarios de ese sector.
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