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El patrullero de la Policía Juan Camilo Lloreda, quien junto con Harby Damián Rodríguez, está procesado por su presunta participación en la muerte del estudiante de Derecho, Javier Ordóñez, estaría a punto de aceptar cargos. Aunque en el momento de la imputación, el patrullero se negó a aceptar cualquier tipo de responsabilidad por los hechos que generaron una oleada de manifestaciones en todo el país, ahora se encuentra negociando un preacuerdo con la Fiscalía. (Lea también: Patrulleros involucrados en homicidio de Javier Ordóñez van a juicio)
El Espectador conoció que en el preacuerdo se negocia por los delitos de tortura agravada y homicidio agravado y tendría como contraprestación una rebaja de pena. La audiencia de legalización de este preacuerdo está programada para el próximo 31 de abril, en caso de que el juez le dé el visto bueno, Lloreda quedaría condenado por los delitos mencionados. Mientras que su compañero Harby Damián Rodríguez continuaría el proceso judicial que avanza en su contra.
En el escenario penal, tanto Lloreda, como Rodríguez, ya se encuentran en etapa de juicio luego de que en enero de este año, la Fiscalía presentara el escrito de acusación en su contra por los delitos de homicidio agravado y tortura agravada. Además, ambos fueron destituidos de sus cargos e inhabilitados por 20 años tras la investigación disciplinaria en la que la Procuraduría concluyó que ellos eran responsables de abuso de autoridad y del homicidio de Javier Ordóñez.
“Juan Camilo Lloreda brutalmente le causó las lesiones al señor Ordóñez Bermúdez, que le produjeron la muerte. Mientras que su compañero Harby Damián Rodríguez colaboró incluso para sujetarlo por los pies, tal como quedó registrado en las imágenes. Esa autoridad de la que arbitrariamente abusó (…) se le otorgó para un fin completamente diferente, para protegerlo en su vida”, afirmó la Procuraduría el 29 de octubre de 2020, cuando definió el proceso disciplinario.
De acuerdo con la procuradora delegada para el caso, Aura Fajardo Moreno, las pruebas recolectadas al interior del CAI Villaluz son contundentes. “Juan Camilo Lloreda brutalmente le causó las lesiones al señor Ordóñez Bermúdez, que le produjeron la muerte. Mientras que su compañero Harby Damián Rodríguez colaboró incluso para sujetarlo por los pies, tal como quedó registrado en las imágenes”, sentenció la funcionaria en esa oportunidad. (Lea también: “Le dije a mi compañero que no le pegara más a Javier Ordóñez”, admite patrullero)
La muerte del estudiante de Derecho Javier Ordóñez fue un episodio que marcó la historia del país. A través de videos captados por los amigos que lo acompañaban la noche de los hechos y testigos, los ciudadanos evidenciaron las múltiples descargas eléctricas que los agentes del CAI Villaluz le propinaron a Ordóñez con sus armas de dotación “taser”, mientras este les suplicaba que se detuvieran. Las imágenes causaron tal indignación que poco después de que el caso fuera divulgado por los medios de comunicación, se generó una oleada de protestas y manifestaciones en todo el país.
Las movilizaciones multitudinarias en las que los ciudadanos exigían justicia por la muerte de Ordóñez terminaron en disturbios y cuestionados enfrentamientos entre uniformados del Esmad y manifestantes que expresaban su indignación por lo ocurrido. La intensa jornada de protestas dejó un balance devastador: nueve personas murieron en Bogotá y 521 más resultaron heridas por cuenta de la actuación del Esmad. Actualmente, tres policías están siendo procesados por estos hechos.
(En contexto: Medicina Legal señala que la muerte de Javier Ordóñez fue “violenta-homicidio”)