Caso Lucas Villa: investigación revela nuevas pistas sobre el homicidio
Una investigación de Forensic Architecture, Bellingcat, CeroSetenta y Baudó Agencia Pública muestra detalles de los momentos previos al asesinato del joven estudiante Lucas Villa, crimen ocurrido en mayo pasado en Pereira, en medio del paro nacional. Según los hallazgos, el homicidio fue coordinado, el sicario habría tenido cómplices y, al parecer, la Policía no actúo a tiempo.
Hace siete meses, Lucas Villa fue asesinado en el viaducto César Gaviria de Pereira, mientras protestaba en el marco del paro nacional de este año. En cuestión de horas, el estudiante de 37 años se convirtió en símbolo de la protesta pacífica y su caso recorrió todo el país por lo cruento de los hechos. En su momento, videos de manifestantes mostraron cómo fue baleado en plena vía pública y los gritos de auxilio de los demás marchantes. Una investigación de periodismo forense, liderada por Forensic Architecture, Bellingcat, CeroSetenta y Baudó Agencia Pública, muestra nuevos detalles de lo que ocurrió el 5 de mayo pasado.
De entrada, el principal hallazgo de este análisis es que el crimen de Villa fue coordinado. La afirmación surge de una revisión y rastreo de los movimientos del sicario que disparó en contra del manifestante y de gente que, al parecer, lo acompañaba en la acción criminal. Según la publicación, el hombre que disparó el gatillo “se movió con decisión hacia Lucas y disparó ocho veces en un rango cercano”.
La investigación señala que el primer disparo habría sido accionado a unos cuatro metros del lugar donde estaba Villa y que los últimos cuatro tiros habrían ocurrido a solo 2.5 metros. “Probablemente, el último tiro lo disparó cuando ya estaba en el piso”, dice la publicación. Según el dictamen de Medicina Legal, Villa murió por un disparo que recibió en la cabeza y que fue disparado a muy corta distancia. Para esta nueva investigación, se habría tratado de un tiro “al estilo de una ejecución”.
Vea aquí el video completo de esta investigación:
Forensic Architecture, Bellingcat, CeroSetenta y Baudó Agencia Pública revisaron videos de ciudadanos, también de cámaras de seguridad y utilizaron un modelo de recreación en tercera dimensión para entender qué fue lo que pasó en la noche del 5 de mayo en el viaducto César Gaviria en Pereira. De acuerdo con sus hallazgos, las personas que acompañaron al sicario, que se transportaban en al menos dos motos, estudiaron el lugar y, después de balear a Villa, escaparon por una ruta que ya tenían planeada.
Luego de los disparos, manifestantes que estaban en la vía pública evacuaron a Villa y a otro joven que resultó herido. Los videos de las cámaras de seguridad analizados muestran que la Policía estuvo cerca de este lugar. “Ocho minutos después del incidente, dos policías en moto se detienen en un punto con una clara visual sobre la escena. Conversan con potenciales testigos y luego se alejan”, aclara la investigación. “Trece minutos después, una patrulla pasa, pero no se detiene. En ambos casos, la Policía quizás omitió actuar de manera diligente. No se acerca a la escena ni acordona el área, evidencia material y testimonial vital para esclarecer el crimen pudo perderse”, señala la publicación.
El asesinato de Lucas Villa creó un ambiente de miedo entre jóvenes y estudiantes que participaron en las protestas en Pereira. Evidencia adicional, incluidas imágenes de otros circuitos de videos de vigilancia, deberían hacerse públicos en aras de una investigación justa y transparente. Hasta la fecha, las autoridades y la justicia no han mostrado avances en la investigación y no hay resultados concretos para esclarecer el asesinato”, concluye la investigación.
(En contexto: La historia de La Cordillera, el grupo criminal señalado del asesinato de Lucas Villa)
Lorenzo Morales, periodista, profesor de la Universidad de los Andes e investigador de CeroSetenta, explicó que este trabajo es el resultado de un esfuerzo colectivo que busca seguirle la pista a los casos de violencia en medio de las protestas, especialmente en aquellas circunstancias donde resultan personas muertas o gravemente heridas. El reportero agrega que la base del trabajo fueron videos de ciudadanos que grabaron los sucesos de ese día, pero también el de una pieza hasta ahora desconocida: el video de un circuito de seguridad privado que grabó todo el hecho.
“Esto es un trabajo de juntar piezas, validar su veracidad y que nos permite ver los hechos desde otra perspectiva. Nos permite sobrevolar el área. Es precisamente por este trabajo que pudimos establecer cómo se acercó el sicario, dónde estaba Lucas y cómo fue la ruta de escape”, agrega Morales, quien asegura que este último hecho podría servirle a las autoridades de pista para investigar qué hizo el sicario y sus cómplices luego de perpetrar el asesinato. El periodista que participó de esta investigación señala que, además, este trabajo debe servir para que las autoridades den a conocer los resultados de las pesquisas para que el caso no quede en la impunidad. Como hasta ahora lo está.
(Lea también: “A mí no me pueden venir a exigir que yo no debería hablar”: hermana de Lucas Villa)
En su momento, la Policía descartó que alguno de sus uniformados tuviera relación con el crimen y rechazó las versiones que apuntaban a esa tesis. Por el contrario, el director de la Dijín, el mayor general Fernando Murillo, dio detalles de otra hipótesis: “Se tiene la posible participación de una banda de delincuencia común organizada denominada La Cordillera”. Sin embargo, desde mayo pasado no se ha conocido ningún avance sobre esta investigación.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Hace siete meses, Lucas Villa fue asesinado en el viaducto César Gaviria de Pereira, mientras protestaba en el marco del paro nacional de este año. En cuestión de horas, el estudiante de 37 años se convirtió en símbolo de la protesta pacífica y su caso recorrió todo el país por lo cruento de los hechos. En su momento, videos de manifestantes mostraron cómo fue baleado en plena vía pública y los gritos de auxilio de los demás marchantes. Una investigación de periodismo forense, liderada por Forensic Architecture, Bellingcat, CeroSetenta y Baudó Agencia Pública, muestra nuevos detalles de lo que ocurrió el 5 de mayo pasado.
De entrada, el principal hallazgo de este análisis es que el crimen de Villa fue coordinado. La afirmación surge de una revisión y rastreo de los movimientos del sicario que disparó en contra del manifestante y de gente que, al parecer, lo acompañaba en la acción criminal. Según la publicación, el hombre que disparó el gatillo “se movió con decisión hacia Lucas y disparó ocho veces en un rango cercano”.
La investigación señala que el primer disparo habría sido accionado a unos cuatro metros del lugar donde estaba Villa y que los últimos cuatro tiros habrían ocurrido a solo 2.5 metros. “Probablemente, el último tiro lo disparó cuando ya estaba en el piso”, dice la publicación. Según el dictamen de Medicina Legal, Villa murió por un disparo que recibió en la cabeza y que fue disparado a muy corta distancia. Para esta nueva investigación, se habría tratado de un tiro “al estilo de una ejecución”.
Vea aquí el video completo de esta investigación:
Forensic Architecture, Bellingcat, CeroSetenta y Baudó Agencia Pública revisaron videos de ciudadanos, también de cámaras de seguridad y utilizaron un modelo de recreación en tercera dimensión para entender qué fue lo que pasó en la noche del 5 de mayo en el viaducto César Gaviria en Pereira. De acuerdo con sus hallazgos, las personas que acompañaron al sicario, que se transportaban en al menos dos motos, estudiaron el lugar y, después de balear a Villa, escaparon por una ruta que ya tenían planeada.
Luego de los disparos, manifestantes que estaban en la vía pública evacuaron a Villa y a otro joven que resultó herido. Los videos de las cámaras de seguridad analizados muestran que la Policía estuvo cerca de este lugar. “Ocho minutos después del incidente, dos policías en moto se detienen en un punto con una clara visual sobre la escena. Conversan con potenciales testigos y luego se alejan”, aclara la investigación. “Trece minutos después, una patrulla pasa, pero no se detiene. En ambos casos, la Policía quizás omitió actuar de manera diligente. No se acerca a la escena ni acordona el área, evidencia material y testimonial vital para esclarecer el crimen pudo perderse”, señala la publicación.
El asesinato de Lucas Villa creó un ambiente de miedo entre jóvenes y estudiantes que participaron en las protestas en Pereira. Evidencia adicional, incluidas imágenes de otros circuitos de videos de vigilancia, deberían hacerse públicos en aras de una investigación justa y transparente. Hasta la fecha, las autoridades y la justicia no han mostrado avances en la investigación y no hay resultados concretos para esclarecer el asesinato”, concluye la investigación.
(En contexto: La historia de La Cordillera, el grupo criminal señalado del asesinato de Lucas Villa)
Lorenzo Morales, periodista, profesor de la Universidad de los Andes e investigador de CeroSetenta, explicó que este trabajo es el resultado de un esfuerzo colectivo que busca seguirle la pista a los casos de violencia en medio de las protestas, especialmente en aquellas circunstancias donde resultan personas muertas o gravemente heridas. El reportero agrega que la base del trabajo fueron videos de ciudadanos que grabaron los sucesos de ese día, pero también el de una pieza hasta ahora desconocida: el video de un circuito de seguridad privado que grabó todo el hecho.
“Esto es un trabajo de juntar piezas, validar su veracidad y que nos permite ver los hechos desde otra perspectiva. Nos permite sobrevolar el área. Es precisamente por este trabajo que pudimos establecer cómo se acercó el sicario, dónde estaba Lucas y cómo fue la ruta de escape”, agrega Morales, quien asegura que este último hecho podría servirle a las autoridades de pista para investigar qué hizo el sicario y sus cómplices luego de perpetrar el asesinato. El periodista que participó de esta investigación señala que, además, este trabajo debe servir para que las autoridades den a conocer los resultados de las pesquisas para que el caso no quede en la impunidad. Como hasta ahora lo está.
(Lea también: “A mí no me pueden venir a exigir que yo no debería hablar”: hermana de Lucas Villa)
En su momento, la Policía descartó que alguno de sus uniformados tuviera relación con el crimen y rechazó las versiones que apuntaban a esa tesis. Por el contrario, el director de la Dijín, el mayor general Fernando Murillo, dio detalles de otra hipótesis: “Se tiene la posible participación de una banda de delincuencia común organizada denominada La Cordillera”. Sin embargo, desde mayo pasado no se ha conocido ningún avance sobre esta investigación.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.