En el radar de las autoridades está que Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, de nacionalidad venezolana, sería el encargado de conducir el jetski en el que llegaron a la playa de Barú, en Cartagena, los sicarios que acabaron con la vida del fiscal paraguayo, Mauricio Pecci, mientras disfrutaba de su luna de miel con su esposa. Por ese señalamiento, las autoridades lo buscan y ofrecieron una recompensa de hasta $500 millones para dar con su paradero.
“Gabriel Carlos Luis Mendoza es buscado mundialmente por estar involucrado en la muerte del fiscal paraguayo. La Policía de Colombia ofrece hasta $500 millones por la ubicación de este delincuente. Hemos desplazado un equipo a la frontera con Venezuela. Hemos pedido a todos los países de la Interpol para que reinicien la búsqueda, pero especialmente, a los países fronterizos. La información que posee la Policía, y que hemos compartido con otras autoridades, es que esta persona se fugó hacia Venezuela”, resaltó el general Jorge Vargas, director de la Policía.
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En la investigación reposa que Gabriel Luis Mendoza se habría fugado al país vecino con dinero producto del crimen perpetrado el pasado 10 de mayo en la ciudad amurallada. Aunque las autoridades colombianas están tras la pista del ciudadano venezolano, ya tienen bajo su poder a los cinco capturados que fueron judicializados por el crimen, en Cartagena, durante este lunes y martes. Las diligencias se llevaron a cabo a puerta cerrada, y en ellas, cuatro de los vinculados aceptaron su responsabilidad en el asesinato.
Se trata de Wendret Carrillo, quien le habría disparado a Pecci; Eiverson Zabaleta Arrieta, quien supuestamente transportó a los sicarios; y Marisol Londoño y Cristian Camilo Monsalve, quienes harían seguido al fiscal en la isla. Mientras que el único que se declaró inocente fue Francisco Luis Correa Galeano, presunto articulador y financiero de toda la operación criminal. De este último se sabe que es un reservista del Ejército y es señalado por la Fiscalía de haber planeado todo el entramado que llevó al asesinato del fiscal paraguayo.
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Además, se conoció que sobre Correa Galeano pesaba un condena por violencia sexual, en concreto, por acceso carnal violento, y la cumplió a finales de 2011. No obstante, por el asesinato de Pecci se encuentra nuevamente ante los estrados judiciales. El ente investigador sostiene que los cinco detenidos son coautores de los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas y así lo confirmó el juez 12 penal con funciones de control de garantías de Cartagena quien no solo legalizó las capturas y la imputación que realizó la Fiscalía, sino que les impuso medida de aseguramiento.
Los detenidos, en este momento, se encuentran en las instalaciones del búnker de la Fiscalía en Bogotá a la espera de que el Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) dispongan de un centro carcelario para su reclusión. Los cuatros hombres y la mujer fueron trasladados a la capital en la mañana de este miércoles, fuertemente custodiados. Los señalados del homicidio de Pecci fueron capturados casi 20 días después del crimen que, a juicio del general Jorge Vargas, no se pudo concretar en territorio paraguayo.
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