Caso Uribe: Tribunal rajó el trabajo de la Fiscalía. ¿Qué le dijo?
El Tribunal Superior de Bogotá determinó que, por falta de una investigación “más profunda y diligente”, no es posible archivar el caso contra el expresidente por presunto soborno de testigos y fraude procesal. Es la tercera vez que la justicia le dice al ente investigador que debe investigar.
La tercera tampoco fue la vencida. La Fiscalía de Francisco Barbosa no logró hacer lo suficiente —una vez más— para demostrar que el expresidente Álvaro Uribe Vélez no tiene nada que ver con los delitos de manipulación de testigos y fraude procesal. Este viernes, el Tribunal Superior de Bogotá oficializó lo que el mismo Uribe había adelantado la noche del pasado jueves públicamente: el ente investigador tendrá que seguir adelante en las investigaciones contra el exsenador del Centro Democrático. El magistrado Carlos Andrés Guzmán lideró la lectura de parte de la decisión de 271 páginas en las que, punto por punto, derrumbó las intenciones de la Fiscalía de cerrar el caso contra Uribe.
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La tercera tampoco fue la vencida. La Fiscalía de Francisco Barbosa no logró hacer lo suficiente —una vez más— para demostrar que el expresidente Álvaro Uribe Vélez no tiene nada que ver con los delitos de manipulación de testigos y fraude procesal. Este viernes, el Tribunal Superior de Bogotá oficializó lo que el mismo Uribe había adelantado la noche del pasado jueves públicamente: el ente investigador tendrá que seguir adelante en las investigaciones contra el exsenador del Centro Democrático. El magistrado Carlos Andrés Guzmán lideró la lectura de parte de la decisión de 271 páginas en las que, punto por punto, derrumbó las intenciones de la Fiscalía de cerrar el caso contra Uribe.
(En contexto: Las razones del Tribunal Superior de Bogotá para mantener vivo el caso Uribe)
Para el Tribunal, la razón principal para no acceder a la preclusión del caso fue una: la Fiscalía, por tercera vez, se equivocó en la justificación que usó para tratar de archivar el expediente. Según el fallo, el ente investigador no solo tuvo argumentos insuficientes para buscar que se cerrara el caso, sino que además ignoró pruebas claves de la investigación en contra de Uribe. De entrada, la decisión de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá señaló que, cuando la Fiscalía busca precluir una investigación, su trabajo debe ser casi impecable, pues no puede dejar dudas sobre las pruebas o las teorías del caso. Fue este asunto, precisamente, el que tanto le ha criticado la justicia al ente investigador.
Para el Tribunal, pero también para las dos juezas que ya habían estudiado la misma petición de la Fiscalía (y habían llegado a la misma conclusión: que el caso no se puede cerrar), dentro del caso Uribe siguen existiendo preguntas que el ente investigador no ha logrado resolver y, por el contrario, lo que resolvió hacer fue pedir el cierre del expediente. Durante la lectura de la decisión, el magistrado Guzmán se refirió a los siete argumentos que presentó la Fiscalía para decir, en su opinión, que no había pruebas para vincular a Uribe Vélez a la investigación por soborno y fraude. Uno de los puntos claves que mencionó el togado fue lo relacionado con el testigo estrella del caso: Juan Guillermo Monsalve.
(Lea también: Caso Uribe: Tribunal confirma que el expresidente debe seguir investigado)
Para el Tribunal, la Fiscalía no logró desvirtuar su testimonio. Lo que había explicado el fiscal Javier Cárdenas, quien fue el encargado de pedir por segunda vez la preclusión, es que Monsalve no era un testigo creíble, pues no se logró probar que fuera un exparamilitar desmovilizado, por lo que su versión sobre la supuesta cercanía del expresidente, y su hermano Santiago Uribe, a la creación de los primeros grupos de autodefensas de Antioquia no era válida. No solo la Fiscalía trató de restarle credibilidad, sino también la Procuraduría y la defensa del investigado. Sin embargo, el Tribunal fue exigente y criticó el trabajo del ente investigador pues, según la sentencia, el trabajo de Cárdenas fue insuficiente, pues todavía quedan dudas de si Monsalve realmente no tenía información sobre los Uribe Vélez.
Durante la lectura de la decisión, el magistrado Guzmán fue más allá sobre este punto y resaltó que demeritar a Monsalve no tiene ningún sentido. En este punto de la decisión, el togado agregó otro episodio clave en la investigación contra el expresidente: el papel que tuvo el abogado Diego Cadena. Como lo reveló la Corte Suprema de Justicia en su momento, el penalista habría visitado a Monsalve en la cárcel La Picota, al parecer, para ofrecerle un soborno que se tradujo en beneficios en su caso para que cambiara su versión sobre el exprimer mandatario y su hermano. Dentro del expediente, recordó el Tribunal, habría serios indicios de que Uribe Vélez le habría dado autorización a Cadena para que buscara la retractación de Monsalve.
Uribe siempre ha negado que hubiera sido “el determinador” de este supuesto soborno y que fue Cadena el que actuó por motivación propia. Sin embargo, el Tribunal recordó que dentro del caso habría pruebas que demuestran lo contrario, por lo que, agregó, la Fiscalía tiene que investigar a fondo qué fue lo que pasó con el polémico abogado y no, simplemente, cerrar el caso por supuestas inconsistencias en las pruebas que vinculan a Uribe con las gestiones de Cadena. Para esta nueva decisión en el caso del expresidente, todavía quedan muchas dudas de si los supuestos sobornos fueron reales o no. Por eso, dice el Tribunal, el caso no se puede cerrar y la Fiscalía tiene investigar qué fue lo que realmente pasó.
Ahora bien, la misma historia ocurre con el delito de fraude procesal. Para los magistrados de la Sala Penal, la Fiscalía no contrastó la información que recopiló y, simplemente, le dio total credibilidad a los presos que testificaron a favor de Uribe y no hizo lo suficiente para establecer si estaban mintiendo, tal y como lo había advertido la Corte Suprema de Justicia. En este punto de la audiencia, el magistrado Guzmán siguió refiriéndose punto a punto a los siete argumentos que presentó la Fiscalía, que terminó rajándose porque en ninguno solo estuvo de acuerdo el Tribunal. Al respecto, los magistrados fueron claros en lo que encontraron de la investigación de Javier Cárdenas.
La sentencia, por ejemplo, definió que a la Fiscalía la faltó una “labor investigativa más profunda y diligente”, y que hizo falta “un mejor esfuerzo investigativo”. En síntesis, lo que el Tribunal Superior de Bogotá le reprochó al ente investigador es que, ante las dudas que hay en el proceso sobre, por ejemplo, la credibilidad de los testigos o las pruebas, lo correcto no es ordenar el cierre de una investigación, sino investigar para resolver esos vacíos o sospechas. Desde que la Fiscalía de Barbosa recibió el caso, ya van cinco jueces (dos juezas y tres magistrados) que han dicho lo mismo: Uribe Vélez sí tiene que ser investigado, en contraste con lo que ha insistido el ente investigador. El problema es que, pese a la insistencia de la justicia, esa posibilidad sigue embolatada.
¿Por qué? Porque la Fiscalía no tiene un límites de las veces que puede pedir la preclusión y todavía no ha dicho ni una sola palabra de esta nueva derrota para la administración de Barbosa. El silencio del ente investigador deja varias dudas: todavía no se sabe si va a entregarle el expediente a otro fiscal (sería el tercero, pues el primero fue Gabriel Jaimes Durán y el segundo Javier Cárdenas); y tampoco es claro si va a pedir otra preclusión, resolviendo todos los reproches que acaba de hacer el Tribunal Superior, o si, por el contrario, escucha el llamado que la justicia le ha hecho ya tres veces y llama a juicio al expresidente Uribe.