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Pese a que en su acuerdo con la justicia de EE.UU. la multinacional bananera Chiquita Brands justificó sus giros a los paramilitares colombianos como supuestos sobornos, la desclasificación de 5.500 de sus documentos secretos, divulgados este jueves por el National Security Archive (NSA), señala que de lo que se trataba era de pagos por servicios de seguridad.
Así lo señala el sitio de internet del NSA, basado, precisamente, en los mismos folios que Chiquita entregó a EE.UU. tras el acuerdo por el que pagó US$25 millones, en 2007.
Los archivos demuestran los esfuerzos de la compañía para ocultar los “pagos delicados” en las cuentas de gastos de los directivos de la empresa a través de trucos contables, señaló Michael Evans, director del proyecto del Archivo sobre la documentación de Colombia.
Indican también que Carlos Castaño fue el primer jefe ‘para’ en sugerir a Banadex —filial de Chiquita—, en 1997, que apoyase la creación de una nueva cooperativa de seguridad Convivir, llamada La Tagua del Darién, y que influyentes políticos de Antioquia que las promovían recibieron también donaciones de la Compañía Frutera de Sevilla, otra de las filiales de Chiquita.