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El ingeniero Juan Carlos Madero no se puede mover de Bogotá. Esa es la petición que la Corte Suprema de Justicia le hizo a la Fiscalía, la cual a través de su programa de protección de testigos tiene la competencia sobre la seguridad de un declarante clave en el caso de “chuzadas”, por el que son procesados el general (r) de la Policía Humberto Guatibonza, el exfiscal Fabio Martínez Lugo y hasta el senador Armando Benedetti.
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Según la Corte Suprema, Madero no puede poner un pie en otra ciudad hasta que no declare presencialmente en Bogotá, en medio del proceso en curso contra el senador Armando Benedetti, a quien se le imputa haber utilizado la red de “chuzadas” para conseguir información privilegiada del abogado penalista Jaime Lombana y del exfiscal general Néstor Humberto Martínez. En general, desde 2018 la justicia procesa a exmiembros del DAS, de la Policía, del Ejército y de la Fiscalía por ofrecer servicios de intercepción de comunicaciones como si se tratara de un mercado de información.
“La ampliación de su testimonio es de importancia y se requiere que sea de manera presencial en las instalaciones de esta Corporación”, se señala en una comunicación dirigida por el magistrado de la Sala de Instrucción, Héctor Javier Alarcón. El togado habla de una solicitud hecha por el mismo ingeniero Juan Carlos Madero, a quien al parecer la Fiscalía quiere llevar a Barranquilla y quien en 2019 inició su colaboración con la misma entidad. Madero estaba asociado a la empresa Quarkrom, con la cual se quiso dar apariencia de legalidad a la red de “chuzadas”.
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El nombre de Madero suena desde hace años dado su testimonio y las declaraciones del coronel (r) del Ejército Jorge Humberto Salinas, también colaborador de la justicia, quien ha dicho que el ingeniero Madero habría sido enviado por el senador Benedetti para, según sus palabras, interceptar las comunicaciones del exfiscal general Martínez y su esposa. Salinas, a través de la empresa fachada JHS Consultores, habría intentado “chuzar” al exfiscal bajo un plan denominado Faro 6.
Otro de los trabajos por los cuales Benedetti es investigado tiene la denominación de Caso Gordos. De acuerdo con las versiones de Salinas, se trataría de un trabajo referido por el testigo Madero para el senador Armando Benedetti y por el cual se habría alcanzado a hacer un pago de $4 millones. Según sostienen ambos, con el Caso Gordos se buscaría escarbar información del curtido penalista Lombana y de su familia también.
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En una reciente entrevista con El Espectador, Benedetti aseguró que de nueve investigaciones que cursan en su contra, siete “son producto de la locura y obsesión de Lombana conmigo y mi familia”. Se refería, entre otros temas, al escándalo de Mintic, en el cual se adjudicó con garantías falsas un billonario contrato para llevar internet a zonas rurales por parte del Ministerio de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones. Ahora, Benedetti está bajo indagación de la Corte Suprema, pues se verifica su presunta responsabilidad en interceder a favor o en contra de la fallida empresa Centros Poblados, a través de supuestas llamadas la exministra TIC Karen Abudinen.
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“Inventa cosas (el abogado Jaime Lombana). Me inventó lo de las chuzadas, salió a decir que yo chuzaba al hijo de él y al fiscal (Néstor Humberto Martínez). También salió a decir que tengo que ver con Odebrecht. No es la primera vez que me hace algo como esto”, le dijo Benedetti a este diario. El coronel (r) Salinas, por su parte, ha declarado que Madero precisó, supuestamente, que el senador quería saber si Lombana era gay, tenía relación con el cartel de la toga -feriado de decisiones judiciales en la Corte Suprema- o cualquier información que pudiera desprestigiarlo.
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