CIDH pide perdón a la familia Cano por engavetar su caso por década y media
El comisionado José Luis Caballero, de la Comisión Interamericana, ofreció excusas por la incorrecta notificación en el caso de Guillermo Cano, por el cual terminó engavetado el expediente durante más de una década. Recién este 2024, el Estado ofrece excusas públicas por el magnicidio.
El comisionado José Luis Caballero, relator para Colombia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ofreció disculpas a la familia del director de El Espectador asesinado, Guillermo Cano, en medio del evento de excusas públicas liderado por el Ministerio de Justicia. En este caso, por los errores administrativos de la Comisión, que dilataron el caso en la justicia internacional por 16 años.
En contexto: El caso de Guillermo Cano que se embolató en la CIDH
“Espero que reciban y acepten una disculpa sincera de la Comisión Interamericana, por una tramitación atípica que tuvo el caso después de la emisión del informe de admisibilidad y fondo en 2001, y que no fue notificado oportunamente a las partes”, señaló Caballero.
El evento de excusas públicas nace de una petición que la Sociedad Interamericana de Prensa interpuso ante la Comisión en 1997, ante la falta de avance por el asesinato de Cano, en noviembre de 1986. La Comisión, ese mismo año, aceptó estudiar el caso y, en 2001, emitió un informe de fondo concluyendo que el Estado había fallado en garantizar la vida de Cano. Sin embargo, la entidad de la justicia interamericana nunca notificó a las partes. Recién en 2016, por presión de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), se conoció que el caso había quedado engavetado.
“La Comisión lamenta que esta situación ocasionó una demora innecesaria, que afectó a las víctimas en su proceso de reparación. La Comisión espera que la implementación de las recomendaciones logre el efecto de resarcir este daño ocasionado a la familia, a las víctimas, y que mejore la situación de riesgo para los periodistas en Colombia”, agregó el comisionado Caballero.
Le podría interesar: Cronología de un crimen sin respuesta: todo sobre el asesinato de Guillermo Cano
Dado que el informe de fondo nunca fue notificado a las partes, la familia Cano y su representación judicial no tuvo la chance de responder ante las conclusiones. Pero, por otro lado, la Comisión no envió el proceso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual podía emitir órdenes de obligatorio cumplimiento para las instituciones colombianas.
Así las cosas, todas las órdenes de reparación que la familia Cano tendrá a partir de ahora, entre ellas económicas y la realización de un documental sobre la victimización al diario El Espectador, se basan en el informe de fondo de 2001. También el acto de excusas públicas. “La Comisión Interamericana reconoce la impecable trayectoria de Guillermo Cano, quien con su valiente denuncia, constante, contra los carteles del narcotráfico, así como su importante labor informativa a la sociedad colombiana, deja un legado para las generaciones futuras”, finalizó Caballero.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
El comisionado José Luis Caballero, relator para Colombia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ofreció disculpas a la familia del director de El Espectador asesinado, Guillermo Cano, en medio del evento de excusas públicas liderado por el Ministerio de Justicia. En este caso, por los errores administrativos de la Comisión, que dilataron el caso en la justicia internacional por 16 años.
En contexto: El caso de Guillermo Cano que se embolató en la CIDH
“Espero que reciban y acepten una disculpa sincera de la Comisión Interamericana, por una tramitación atípica que tuvo el caso después de la emisión del informe de admisibilidad y fondo en 2001, y que no fue notificado oportunamente a las partes”, señaló Caballero.
El evento de excusas públicas nace de una petición que la Sociedad Interamericana de Prensa interpuso ante la Comisión en 1997, ante la falta de avance por el asesinato de Cano, en noviembre de 1986. La Comisión, ese mismo año, aceptó estudiar el caso y, en 2001, emitió un informe de fondo concluyendo que el Estado había fallado en garantizar la vida de Cano. Sin embargo, la entidad de la justicia interamericana nunca notificó a las partes. Recién en 2016, por presión de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), se conoció que el caso había quedado engavetado.
“La Comisión lamenta que esta situación ocasionó una demora innecesaria, que afectó a las víctimas en su proceso de reparación. La Comisión espera que la implementación de las recomendaciones logre el efecto de resarcir este daño ocasionado a la familia, a las víctimas, y que mejore la situación de riesgo para los periodistas en Colombia”, agregó el comisionado Caballero.
Le podría interesar: Cronología de un crimen sin respuesta: todo sobre el asesinato de Guillermo Cano
Dado que el informe de fondo nunca fue notificado a las partes, la familia Cano y su representación judicial no tuvo la chance de responder ante las conclusiones. Pero, por otro lado, la Comisión no envió el proceso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual podía emitir órdenes de obligatorio cumplimiento para las instituciones colombianas.
Así las cosas, todas las órdenes de reparación que la familia Cano tendrá a partir de ahora, entre ellas económicas y la realización de un documental sobre la victimización al diario El Espectador, se basan en el informe de fondo de 2001. También el acto de excusas públicas. “La Comisión Interamericana reconoce la impecable trayectoria de Guillermo Cano, quien con su valiente denuncia, constante, contra los carteles del narcotráfico, así como su importante labor informativa a la sociedad colombiana, deja un legado para las generaciones futuras”, finalizó Caballero.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.