Clan del Golfo vs. los Pachenca: la disputa en la Costa Caribe por el vacío que deja “la Silla”
Ante la inminente extradición a Estados Unidos de uno de los narcotraficantes más importantes del norte colombiano, el Clan del Golfo y los Pachencas se enfrentan para quedarse con su poderío en esta zona del país.
La reciente confirmación de la Corte Suprema de Justicia de extraditar a Estados Unidos al señalado narcotraficante Elkin López, alias la Silla, ya empieza a generar disputas en el mundo mafioso de la Costa Caribe colombiana. A este hombre, que insiste en que no esta relacionado con el mundo del narcotráfico y en su condición de empresario, se le endilga ser una de las cabezas más importantes en el envío de cocaína al extranjero. Incluso, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lo acusó de ser uno de los financiadores de un plan fraguado en Colombia por mercenarios para derrocarlo: la denominada Operación Gedeón.
Lea: La pugna de poder de los Pachenca por el narcotráfico en el Caribe
A la espera de que el presidente Iván Duque y el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, firmen la autorización de la entrega de la Silla a las autoridades estadounidenses, El Espectador conoció por fuentes de la Fuerza Pública así como por investigadores del crimen organizado en el Magdalena, que los grupos al margen de la ley ya entraron en disputa para quedarse con el mando. “En este momento hay un fuerte pulso entre el Clan del Golfo (los hombres de alias Otoniel) y los Pachencas (sucesores del clan de Hernán Giraldo, que se llaman así mismas Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada) para quedarse con los negocios del puerto de Santa Marta con los mexicanos al salir de la escena criminal”, señala una de las fuentes.
(En contexto: Los Pachencas, el terror en la Troncal del Caribe)
La salida de la Silla del mapa del narcotráfico no es un asunto cualquiera. Los investigadores estiman que este era responsable de un 40 % de la droga que salía de los siete puertos de Santa Marta. Los Pachencas están con el mismo porcentaje; otro 10 %, las Autodefensas Gaitanistas o Clan del Golfo, y el resto, otros grupos criminales. Su abogado, en declaraciones a Caracol Radio Santa Marta, señaló: “Mi representado no ha realizado ningún acuerdo de cooperación con autoridad extranjera, lo que implique delaciones o confesiones de ninguna manera”.
(Le puede interesar: Clan del Golfo, La Oficina y los Pachenca armaron “consorcio” para exportar cocaína)
Informes de inteligencia de la Fuerza Pública describen que su estructura camuflaba la droga en grandes mercancías y alimentos perecederos. Según información de la Fiscalía en poder de El Espectador, la organización que lideraba la Silla hasta 2012 estaba conformada por al menos 80 personas, quienes se financiaban con oficinas de cobro, despojando tierras, y asentaron su poderío con asesinatos selectivos en 17 barrios de Santa Marta, como El Puerto, Bella Vista y Bello Horizonte, entre otros; así como apoderándose de rutas del narcotráfico de otras organizaciones criminales.
Los hombres de la Silla ejercen influencia en Magdalena, Cesar y La Guajira, y hasta diciembre del año pasado la Fuerza Pública tenía información de que estaba buscando expandir sus acciones a Atlántico y Bolívar. Se presume que sus proveedores de cocaína están en Cauca, Antioquia y el sur de Bolívar, acopian los cargamentos en el municipio guajiro de Maicao y luego los transportan a puertos en Dibulla, Manaure, Uribia y Riohacha, desde donde lanchas rápidas los llevan a buques de gran calado en alta mar. Varios de esos cargamentos han sido interceptados y solo entre 2014 y 2015 fueron incautados en aguas internaciones 1.250 kilos de cocaína de envíos que habría coordinado el barranquillero.
“Un dato de interés es la alianza que tiene la Silla en Cartagena para sacar droga a través del puerto con alias Andrea, quien es la actual cabecilla del Clan del Golfo allí. Estamos verificando información que señala que está negociando con Andrea el ingreso del Clan del Golfo a Magdalena a través de La Guajira, traicionando a sus antiguos socios, los Pachencas. Y también tendría una fuerte alianza con una ficha del clan Musso -herederos de José Antonio Musso, conocido como el Patrón de la Sierra, llamada la Señora, le dijo a este diario un investigador que lleva meses siguiéndole la pista a la organización de López Torres.
Otro factor clave a este escenario de disputa es el regreso de Hernán Giraldo, el exjefe paramilitar que estuvo preso en Estados Unidos desde 2008 pagando una condena de narcotráfico. “Los Pachencas, que son el reencauche del Clan Giraldo, ahora están en una campaña de blanqueamiento de la imagen del exjefe paramilitar. Dicen que ya se desmovilizó, que pagó por sus errores con el fin de ganar aceptación en las poblaciones de la Troncal del Caribe”, dice un investigador del conflicto en esta zona del departamento y que pidió anonimato por motivos de seguridad. Además, asegura que hay temor de que se desate una ola de violencia contra los testaferros que dejó Giraldo y que no quieran devolver propiedades.
En la segunda semana de enero de 2021, el entonces ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, hizo un consejo de seguridad en Santa Marta, la cual sería casi que la última aparición pública antes de su fallecimiento el pasado 26 de enero. En ese momento apuntó contra la estructuras de la Silla, el Clan del Golfo y los Pachencas a raíz de la difícil situación que viven zonas como Guachaca o Minca, zonas turísticas cercanas a la capital del Magdalena. Además anunció la conformación de un grupo especializado conformado por Fiscalía, Ejército y Policía para hacerle frente al crimen organizado en esta zona del país. Una fuente de esta última institución no descarta que “algunos miembros, pocos eso sí, de la Fuerza Pública hayan sido cooptados por algunos grupos”.
La reciente confirmación de la Corte Suprema de Justicia de extraditar a Estados Unidos al señalado narcotraficante Elkin López, alias la Silla, ya empieza a generar disputas en el mundo mafioso de la Costa Caribe colombiana. A este hombre, que insiste en que no esta relacionado con el mundo del narcotráfico y en su condición de empresario, se le endilga ser una de las cabezas más importantes en el envío de cocaína al extranjero. Incluso, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lo acusó de ser uno de los financiadores de un plan fraguado en Colombia por mercenarios para derrocarlo: la denominada Operación Gedeón.
Lea: La pugna de poder de los Pachenca por el narcotráfico en el Caribe
A la espera de que el presidente Iván Duque y el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, firmen la autorización de la entrega de la Silla a las autoridades estadounidenses, El Espectador conoció por fuentes de la Fuerza Pública así como por investigadores del crimen organizado en el Magdalena, que los grupos al margen de la ley ya entraron en disputa para quedarse con el mando. “En este momento hay un fuerte pulso entre el Clan del Golfo (los hombres de alias Otoniel) y los Pachencas (sucesores del clan de Hernán Giraldo, que se llaman así mismas Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada) para quedarse con los negocios del puerto de Santa Marta con los mexicanos al salir de la escena criminal”, señala una de las fuentes.
(En contexto: Los Pachencas, el terror en la Troncal del Caribe)
La salida de la Silla del mapa del narcotráfico no es un asunto cualquiera. Los investigadores estiman que este era responsable de un 40 % de la droga que salía de los siete puertos de Santa Marta. Los Pachencas están con el mismo porcentaje; otro 10 %, las Autodefensas Gaitanistas o Clan del Golfo, y el resto, otros grupos criminales. Su abogado, en declaraciones a Caracol Radio Santa Marta, señaló: “Mi representado no ha realizado ningún acuerdo de cooperación con autoridad extranjera, lo que implique delaciones o confesiones de ninguna manera”.
(Le puede interesar: Clan del Golfo, La Oficina y los Pachenca armaron “consorcio” para exportar cocaína)
Informes de inteligencia de la Fuerza Pública describen que su estructura camuflaba la droga en grandes mercancías y alimentos perecederos. Según información de la Fiscalía en poder de El Espectador, la organización que lideraba la Silla hasta 2012 estaba conformada por al menos 80 personas, quienes se financiaban con oficinas de cobro, despojando tierras, y asentaron su poderío con asesinatos selectivos en 17 barrios de Santa Marta, como El Puerto, Bella Vista y Bello Horizonte, entre otros; así como apoderándose de rutas del narcotráfico de otras organizaciones criminales.
Los hombres de la Silla ejercen influencia en Magdalena, Cesar y La Guajira, y hasta diciembre del año pasado la Fuerza Pública tenía información de que estaba buscando expandir sus acciones a Atlántico y Bolívar. Se presume que sus proveedores de cocaína están en Cauca, Antioquia y el sur de Bolívar, acopian los cargamentos en el municipio guajiro de Maicao y luego los transportan a puertos en Dibulla, Manaure, Uribia y Riohacha, desde donde lanchas rápidas los llevan a buques de gran calado en alta mar. Varios de esos cargamentos han sido interceptados y solo entre 2014 y 2015 fueron incautados en aguas internaciones 1.250 kilos de cocaína de envíos que habría coordinado el barranquillero.
“Un dato de interés es la alianza que tiene la Silla en Cartagena para sacar droga a través del puerto con alias Andrea, quien es la actual cabecilla del Clan del Golfo allí. Estamos verificando información que señala que está negociando con Andrea el ingreso del Clan del Golfo a Magdalena a través de La Guajira, traicionando a sus antiguos socios, los Pachencas. Y también tendría una fuerte alianza con una ficha del clan Musso -herederos de José Antonio Musso, conocido como el Patrón de la Sierra, llamada la Señora, le dijo a este diario un investigador que lleva meses siguiéndole la pista a la organización de López Torres.
Otro factor clave a este escenario de disputa es el regreso de Hernán Giraldo, el exjefe paramilitar que estuvo preso en Estados Unidos desde 2008 pagando una condena de narcotráfico. “Los Pachencas, que son el reencauche del Clan Giraldo, ahora están en una campaña de blanqueamiento de la imagen del exjefe paramilitar. Dicen que ya se desmovilizó, que pagó por sus errores con el fin de ganar aceptación en las poblaciones de la Troncal del Caribe”, dice un investigador del conflicto en esta zona del departamento y que pidió anonimato por motivos de seguridad. Además, asegura que hay temor de que se desate una ola de violencia contra los testaferros que dejó Giraldo y que no quieran devolver propiedades.
En la segunda semana de enero de 2021, el entonces ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, hizo un consejo de seguridad en Santa Marta, la cual sería casi que la última aparición pública antes de su fallecimiento el pasado 26 de enero. En ese momento apuntó contra la estructuras de la Silla, el Clan del Golfo y los Pachencas a raíz de la difícil situación que viven zonas como Guachaca o Minca, zonas turísticas cercanas a la capital del Magdalena. Además anunció la conformación de un grupo especializado conformado por Fiscalía, Ejército y Policía para hacerle frente al crimen organizado en esta zona del país. Una fuente de esta última institución no descarta que “algunos miembros, pocos eso sí, de la Fuerza Pública hayan sido cooptados por algunos grupos”.