Emprendimiento indígena busca sacar del mercado colombiano la marca Coca-Cola
El Espectador conoció el documento con el que los indígenas creadores de la cerveza Coca Pola le piden a la Superintendencia de Industria y Comercio que saque del mercado la bebida Coca-Cola. Estas son las bases de una petición titánica.
Jhoan Sebastian Cote
En 2021, la multinacional Coca-Cola dio inicio a un fuerte debate al solicitarle expresamente a la empresa Tierra de Indio, hecha a pulso por indígenas Nasa del Cauca, que retire del mercado todo producto que lleve la palabra “coca”, como su cerveza artesanal “Coca Pola” que está hecha a base de la planta. En un caso de David contra Goliat, el imperio comercial le dijo a un grupo de decenas de indígenas emprendedores de Paez (Cauca) que se estaría aprovechando de la reputación de Coca-Cola, y que los consumidores nacionales podrían confundirse de marcas con facilidad. Tierra de Indio no solo siguió comercializando su cerveza, a pesar de ser advertidos de enfrentar acciones legales, sino que, tres años después, ahora son ellos los que toman la delantera por el uso de la palabra “coca”. El Espectador conoció detalles del expediente, cuya decisión depende, en principio, del gobierno de Gustavo Petro. Antecedentes: “Coca”, la palabra que Coca Cola no quiere que usen los Nasa
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En 2021, la multinacional Coca-Cola dio inicio a un fuerte debate al solicitarle expresamente a la empresa Tierra de Indio, hecha a pulso por indígenas Nasa del Cauca, que retire del mercado todo producto que lleve la palabra “coca”, como su cerveza artesanal “Coca Pola” que está hecha a base de la planta. En un caso de David contra Goliat, el imperio comercial le dijo a un grupo de decenas de indígenas emprendedores de Paez (Cauca) que se estaría aprovechando de la reputación de Coca-Cola, y que los consumidores nacionales podrían confundirse de marcas con facilidad. Tierra de Indio no solo siguió comercializando su cerveza, a pesar de ser advertidos de enfrentar acciones legales, sino que, tres años después, ahora son ellos los que toman la delantera por el uso de la palabra “coca”. El Espectador conoció detalles del expediente, cuya decisión depende, en principio, del gobierno de Gustavo Petro. Antecedentes: “Coca”, la palabra que Coca Cola no quiere que usen los Nasa
Tierra de Indio envió una solicitud de revocación directa de actos administrativos a la oficina de Cielo Elainne Rusinque, superintendente de Industria y Comercio (SIC). Los creadores de “Coca Pola” le piden al gobierno que dé vuelta atrás a, nada más y nada menos, que las resoluciones con las que se certificó el registro de marca de Coca-Cola en Colombia. Y que quede sin efectos el acuerdo que renovó la capacidad que tiene el emporio norteamericano para ofrecer cervezas, aguas minerales, gaseosas y otras bebidas sin alcohol, hasta octubre de 2033. Según Juan Carlos Peña, de la firma especializada en Propiedad Intelectual Pinzón Pinzón & Asociados, se trata de una disputa casi imposible de ganar, teniendo en cuenta la notoriedad de Coca-Cola a nivel mundial y porque para Tierra de Indio “sería muy difícil tener los derechos exclusivos de una expresión genérica como ‘coca’ para productos que sean elaborados con esa planta”.
Según David Curtidor, representante legal de Tierra de Indio, si la solicitud tiene éxito en la superintendencia, “Coca-Cola tendrá que quitar de su marca la palabra ‘coca’. En Colombia y en la comunidad internacional hay un conjunto de normas que reconocen la coca como patrimonio de los pueblos indígenas”, dijo. Para intentar lograrlo, en el documento se cita las más recientes constituciones políticas de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, en las que se protege la propiedad colectiva de los pueblos indígenas, que incluiría la concepción de la planta de la coca como un valor y un activo propio de las culturas ancestrales andino-amazónicas. Se explica que, de hecho, la fórmula original de la Coca-Cola, aquel vino mezclado con hojas de coca, que data del siglo XIX, fue hecha con plantas nativas de nuestro país.
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Coca-Cola, dice la petición, no cumpliría los requisitos para contar con la marca, por cuanto, para empezar, la Corte Constitucional le ha otorgado la titularidad de la coca a los pueblos indígenas, según su interpretación de la sentencia C-882 de 2011. La alta corte explicó que pueblos como el Nasa tienen derecho a la protección de su patrimonio cultural y de un conocimiento tradicional que es susceptible de apropiación. El Estado, dicen los Nasa, está obligado a garantizar la propiedad intelectual. “Está suficientemente documentado que la hoja de Coca es tanto patrimonio biológico, como representa un valor cultural de sin igual importancia de los pueblos indígenas y en consecuencia se convierte en patrimonio cultural de la Nación”, sostiene la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic).
Otro de los antecedentes incluidos es el pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, conformado por Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, en el que el organismo regional expidió un concepto sobre un expediente similar en 2012. A petición de la Corte Constitucional, el tribunal estudió el caso de un ciudadano que logró registrar las marcas “Coca Indígena” para distribuir productos artesanales a base de hoja de coca, y “Coca Zagradha” para la venta de aromáticas y productos de pastelería. Y le recomendó a la Corte Constitucional determinar si el ciudadano solicitó permiso a las comunidades indígenas para el uso de la palabra coca, y si las marcas incluían símbolos que “harían creer erróneamente al público consumidor, que dichos productos o servicios proceden de dichas comunidades indígenas, cuando en realidad, procedían de una persona ajena”.
Tierra de Indio concluye su solicitud explicando que es un método para “defender, tanto los derechos colectivos de los pueblos indígenas con relación a la hoja de coca, como nuestros propios intereses comerciales”. Ahora, el expediente está en manos de la superintendente Rusinque, exdirectora de Propiedad Social y considerada para el cargo de magistrada de la Corte Constitucional por el presidente Petro. De hecho, el mandatario, en su política de drogas, con vigencia hasta 2033, prometió promover la investigación y regulación de los usos no psicoactivos de la planta de coca. “La investigación científica permitirá abrir paso a la producción de suministros lícitos como fertilizantes, abonos, polímeros, telas, productos gastronómicos, etc., lo cual contribuye a que los habitantes del campo se desvinculen del mercado ilícito de drogas”, se lee en la política.
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No obstante, el abogado Peña concluye que este es un lío que es mejor dialogarlo, que pelearlo. “Coca-Cola es una marca con reconocimiento a nivel mundial y Colombia no es la excepción, además, cuenta con múltiples signos distintivos registrados previamente en nuestro país, los cuales, difícilmente podrá perder de la noche a la mañana. Mi sugerencia en este caso, es llevar la conversación en un entorno amigable y conciliador, con la finalidad de lograr un acuerdo de coexistencia entre las marcas. Ahora, lo cierto es, que es posible que para un examinador de marcas, Coca-Cola y Coca Pola sean fonéticamente semejantes, puesto que el sonido que generan es similar y podría generar confusión y/o asociación a los consumidores. La normatividad en estos casos, de hecho, lo que busca es que en el mercado no existan dos marcas que sean similares o idénticas para productos o servicios similares o idénticos”, concluyó. En todo caso, el representante Curtidor asegura que esta es solo su primera acción, pues está trabajando en una demanda, ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, para llevar este pulso a la justicia y lograr la titánica tarea de sacar la marca Coca-Cola del mercado.
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