Colombia pide perdón por tortura a manos del DAS de exmilitante del M-19
La familia Rafael Enán Lora recibió excusas por parte del gobierno de Gustavo Petro, tras iniciar un caso en la justicia internacional. La víctima fue amigo en la juventud del presidente y sus posteriores victimarios fueron agentes del DAS, quienes lo investigaban por el secuestro de una ciudadana. Esta es la historia.
En cumplimiento a un proceso judicial ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Colombia, representada en la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado (Andje), realizará este 12 de diciembre el acto de reconocimiento de responsabilidad y perdón por el asesinato de Enán Rafael Lora Mendoza, exintegrante del M-19.
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El evento, que tendrá lugar en el municipio de Ciénaga de Oro (Córdoba), también incluirá la dignificación de cuatro personas más, todas ellas, víctimas de desaparición forzada, tortura y ejecución extrajudicial por parte de miembros del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), entre el 16 y el 18 de marzo de 1994.
En el caso de Enán Rafael Lora Mendoza, su cuerpo fue encontrado en la vereda Los Manzanos de Fusagasugá (Cundinamarca), el 21 de marzo de 1994. De acuerdo a los documentos del expediente internacional, Lora fue torturado y posteriormente ahorcado. Colombia asumirá responsabilidad por estos actos, y solicitará a las autoridades de justicia que la investigación sea reabierta “de manera diligente, efectiva y dentro de un plazo razonable”.
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Igualmente, el tribunal internacional pidió que se continúe la investigación adelantada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) contra Martín Sierra D’Alemán, condenado por la muerte de Lora Mendoza. El Estado se comprometió a “asegurar la custodia de los archivos del DAS que pudieran ser relevantes para esclarecer la verdad completa de los hechos”.
Rafael Enán Lora Mendoza está presente en documentos judiciales relacionados con desaparición forzada y tortura a manos de agentes del Estado, como lo ha reconocido la Comisión de la Verdad. Además, el presidente Gustavo Petro lo ha mencionado como un amigo de su juventud y colaborador durante su primera etapa en el Congreso en 1991.
De acuerdo con Sebastián Lora Pulido, hijo de la víctima, el caso llegó a la justicia internacional luego de un proceso revictimizante vivido en el sistema nacional cuando, en 2012, el extinto DAS ofreció un acto de reconocimiento de responsabilidad insuficiente. “Yo asistí, pero no quise recibir las disculpas. No fue una reparación integral”, dijo en entrevista.
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Según la historia compartida por la familia, Enán Lora era miembro activo del M-19 cuando fue señalado del secuestro de la señora Doris Janeth Roldán. El caso fue asignado a la Unidad Investigativa de Orden Público del DAS, y se le delegó a Martín Sierra D’ Alemán quien, con otros funcionarios, secuestraron, torturaron y asesinaron a cinco exmilitantes del M-19. Entre ellos Lora, y Julio Edgar Galvis, Raúl Gutiérrez Guarín, Fredy Humberto Guerrero y Aidé Malaver.
“Él nunca fue vencido en juicio por el secuestro. Uno cuando busca las razones judiciales, tuvo dos aperturas de investigación, que finalmente termina precluyendo por vencimiento de términos. Pero no por una estrategia jurídica, sino porque la Corte Suprema de Justicia encontró que la confesión que habían hecho en algún momento había sido bajo tortura”, explicó Lora Pulido.
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Sobre el reconocimiento de responsabilidad del Estado, Lora Pulido agrega: “Lo único claro es que somos un país que tiene muchas heridas. Tiene lugar el dolor y la verdad de todas las víctimas de este país. Todos tenemos la misma condición y la misma posibilidad de construir un país distinto y la única posibilidad es que nos veamos como semejantes y empecemos a construir. Es importante que le demos un lugar al dolor de todas las personas que habitamos en este territorio. Mientras sigamos pensando en quienes son los buenos o quienes son los malos con respecto a los otros, solo vamos a encontrar motivos para confrontarnos más”.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
En cumplimiento a un proceso judicial ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Colombia, representada en la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado (Andje), realizará este 12 de diciembre el acto de reconocimiento de responsabilidad y perdón por el asesinato de Enán Rafael Lora Mendoza, exintegrante del M-19.
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El evento, que tendrá lugar en el municipio de Ciénaga de Oro (Córdoba), también incluirá la dignificación de cuatro personas más, todas ellas, víctimas de desaparición forzada, tortura y ejecución extrajudicial por parte de miembros del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), entre el 16 y el 18 de marzo de 1994.
En el caso de Enán Rafael Lora Mendoza, su cuerpo fue encontrado en la vereda Los Manzanos de Fusagasugá (Cundinamarca), el 21 de marzo de 1994. De acuerdo a los documentos del expediente internacional, Lora fue torturado y posteriormente ahorcado. Colombia asumirá responsabilidad por estos actos, y solicitará a las autoridades de justicia que la investigación sea reabierta “de manera diligente, efectiva y dentro de un plazo razonable”.
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Igualmente, el tribunal internacional pidió que se continúe la investigación adelantada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) contra Martín Sierra D’Alemán, condenado por la muerte de Lora Mendoza. El Estado se comprometió a “asegurar la custodia de los archivos del DAS que pudieran ser relevantes para esclarecer la verdad completa de los hechos”.
Rafael Enán Lora Mendoza está presente en documentos judiciales relacionados con desaparición forzada y tortura a manos de agentes del Estado, como lo ha reconocido la Comisión de la Verdad. Además, el presidente Gustavo Petro lo ha mencionado como un amigo de su juventud y colaborador durante su primera etapa en el Congreso en 1991.
De acuerdo con Sebastián Lora Pulido, hijo de la víctima, el caso llegó a la justicia internacional luego de un proceso revictimizante vivido en el sistema nacional cuando, en 2012, el extinto DAS ofreció un acto de reconocimiento de responsabilidad insuficiente. “Yo asistí, pero no quise recibir las disculpas. No fue una reparación integral”, dijo en entrevista.
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“Él nunca fue vencido en juicio por el secuestro. Uno cuando busca las razones judiciales, tuvo dos aperturas de investigación, que finalmente termina precluyendo por vencimiento de términos. Pero no por una estrategia jurídica, sino porque la Corte Suprema de Justicia encontró que la confesión que habían hecho en algún momento había sido bajo tortura”, explicó Lora Pulido.
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Sobre el reconocimiento de responsabilidad del Estado, Lora Pulido agrega: “Lo único claro es que somos un país que tiene muchas heridas. Tiene lugar el dolor y la verdad de todas las víctimas de este país. Todos tenemos la misma condición y la misma posibilidad de construir un país distinto y la única posibilidad es que nos veamos como semejantes y empecemos a construir. Es importante que le demos un lugar al dolor de todas las personas que habitamos en este territorio. Mientras sigamos pensando en quienes son los buenos o quienes son los malos con respecto a los otros, solo vamos a encontrar motivos para confrontarnos más”.
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