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Un juzgado de ejecución de penas concedió la libertad condicional al hacker Andrés Sepúlveda luego de estimar que este ya cumplió las tres quintas partes de la condena de 10 que le fue dictada en su contra por la justicia colombiana, por su responsabilidad en la obtención y publicación ilegal de información reservada de los negociadores del proceso de paz con la extinta guerrilla de las Farc en La Habana (Cuba). Sepúlveda fue condenado en abril de 2015.
El juzgado igualmente le ordenó un periodo de prueba de 36 meses y 18 días. Sepúlveda permanece en la cárcel La Picota de Bogotá. El “pirata informático” fue condenado a 10 años de prisión luego de llegar a un preacuerdo con la Fiscalía General que implicaba colaborar con las autoridades y aceptar su responsabilidad en los delitos de violación ilícita de comunicaciones, uso de software malicioso, espionaje, concierto para delinquir y violación da datos personales.
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La condena se dio porque de manera ilegal logró ingresar a los correos electrónicos de un grupo predeterminado de personas con el único fin de afectar las negociaciones de paz, así como la imagen del entonces presidente Juan Manuel Santos y todos aquellos que apoyaran el proceso de paz que se adelanta con ese grupo subversivo publicando información y comentarios en las diferentes redes sociales.
Sepúlveda intentó infructuosamente acceder a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En entrevista con este diario, publicada en diciembre de 2019, Sepúlveda aseguraba que sí debía estar en la JEP porque su delito fue haber intervenido el proceso de paz. “Es bastante lo que se hizo: desde campañas de desprestigio hasta hackeos a los miembros de las Farc que negociaron en La Habana (Cuba). Ya pasaron cinco años, pero fue una acción coordinada, bajo mi concepto, bien realizada, que la gente debe saber”, dijo en esa oportunidad. No obstante, esa justicia especial le dijo “no” a su solicitud de sometimiento al considerar que esos hechos no están relacionados con el conflicto.
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“Si bien los hechos por los que actualmente responde ante la justicia se cometieron antes del 1 de diciembre de 2016, su comportamiento y sus delitos no contribuyeron de manera directa o indirecta en el marco del conflicto armado interno”, enfatizó el Tribunal de Paz. Según esa decisión, Sepúlveda ni financió, patrocinó, promovió, auspició la conformación, funcionamiento y operación de grupos armados organizados al margen de la ley, otra de las posibilidades por las que la JEP pudiera haberlo acogido.
“Lo cierto y probado es que concertó con un grupo de personas la obtención de un beneficio económico puntual y con una misión específica, adquirir información privilegiada de carácter estatal, a través de métodos y medios electrónicos fraudulentos y sin ser autorizado legalmente para ello”, agregó dicha justicia especial. En enero de 2020, Sepúlveda tuvo un accidente en prisión mientras hacía ejercicio. Unas pesas de alrededor de 40 kilogramos le cayeron encima, tumbándolo de inmediato y propinándole heridas graves. Por el golpe, Sepúlveda tuvo una convulsión antes de que fuera a la enfermería del penal).