Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
María Angélica Gómez Isidro, conocida con el alias de Paraca Loca o Yesenia, implicada en el asesinato de la líder social María del Pilar Hurtado en 2019 en Córdoba, fue condenada a 22 años de prisión. Según la investigación, Gómez hacía parte del Clan del Golfo, grupo supuestamente responsable del crimen; además, fue hallada culpable de los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego.
Lea también: María del Pilar Hurtado, la líder que había denunciado “casas de pique”
El Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Montería (Córdoba), con función de conocimiento, fue el que impuso a Gómez, capturada en julio del año pasado, la pena de 22 años, siete meses y 20 días de prisión. Según la investigación de la Fiscalía, Paraca Loca era integrante de la subestructura Javier Yépez Cantero del Clan del Golfo y, según el ente investigador, fue la encargada de suministrar la ubicación de la lideresa a los autores materiales del homicidio.
En la mañana del 21 de junio de 2019 los ojos del país se posaron en Tierralta (Córdoba), en donde por años la violencia ha sido el pan de cada día. El asesinato de María del Pilar Hurtado conmocionó al país esa mañana de viernes, al circular en redes sociales el video donde se veía su cuerpo tendido en el suelo y a su hijo, a los gritos, llorando por la muerte de su madre.
El 22 de junio de ese mismo año, el entonces Alto Comisionado para los Derechos Humanos y actual fiscal general, Francisco Barbosa, anunció el apoyo de 20 miembros de las Fuerzas Militares en las investigaciones para esclarecer el homicidio. María del Pilar Hurtado había llegado un año antes a Tierralta, huyendo de la violencia de los narcotraficantes y paramilitares de Puerto Tejada (Cauca).
Allí era reconocida como la líder comunitaria de la Fundación de Víctimas Adelante con Fortaleza (Funviavor), que había denunciado los sitios donde torturaban, asesinaban y desaparecía a los pobladores, denominados “casas de pique”. Sin embargo, días después de su muerte, las autoridades dieron a entender que su liderazgo, quizás, no había sido el motivo detrás del crimen.
Podría interesarle: Después de un año del asesinato de María del Pilar Hurtado, poco o nada se conoce de su caso
Hurtado había llegado como desplazada a una invasión en unos lotes en desuso cercanos al barrio 9 de agosto. “María del Pilar tomó un lote y levantó una polisombra y por ser líder empezó a llevar el proceso con la gente, hasta se reunió con el alcalde mismo en varias ocasiones para entregar los listados de las familias que estaban aquí y requerían una vivienda”, señaló en ese entonces Andrés Chica, de la fundación defensora de derechos humanos Cordoberxia.
En un primer momento llegaron a un acuerdo y concertaron con el alcalde de Tierralta que si desocupaban el predio, de forma voluntaria, la Alcaldía lo dividiría y se los titularía después. Pero ante el incumplimiento de la promesa, las familias volvieron a invadir el lugar. Dos días después, las personas que lideraron el proceso fueron amenazadas en un panfleto de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
Allí, al parecer, apareció referenciada de forma despectiva María del Pilar Hurtado, junto a ocho líderes más, aunque no por su nombre. “A estas personas las declaramos objetivo militar. Ya estamos cansados de esta manada de hijueputas desocupados que se las pasan es invadiendo lotes”, dice el panfleto. Hasta el momento, las investigaciones se siguen adelantando, pero se apunta que los responsables, a pesar del panfleto, habría sido el Clan del Golfo.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.