Condenan al zar del oro por el homicidio de cuatro mineros en Antioquia
La audiencia para determinar el monto de la condena en contra de Jairo Hugo Escobar Cataño será el próximo 7 de junio a las 9:30 a.m por los delitos de homicidio agravado y concierto para delinquir.
Redacción Judicial
El Juez Primero Especializado de Antioquia condenó a Jairo Hugo Escobar Cataño, alias el zar de oro, por el homicidio de cuatro mineros en el municipio de Remedios (Antioquia) y por el financiamiento de grupos al margen de la ley en el nordeste de ese departamento. De acuerdo con la investigación adelantada por un fiscal especializado contra el crimen organizado, Escobar Cataño ordenó la muerte de los mineros Johan Esteban Pareja, Jaime Nicolás Jiménez y los hermanos Yeison Andrés y Wilmar Alberto Taborda Jiménez, conocidos como Los Serafines.
El hecho se perpetró el 20 de diciembre de 2011 cuando las víctimas fueron citadas a una reunión en la finca La Tía de la vereda La Roca (Antioquia), donde posteriormente fueron asesinados por una organización ilegal. El homicidio de los mineros estaría relacionado con un atentado del que salió ileso el zar del oro a comienzos de diciembre de ese mismo año. Las investigaciones también permitieron determinar que Escobar Cataño, aparte de amenazar y cobrar extorsiones a mineros, aportaba sumas de dinero para pagar la nómina de Seguridad Héroes del Nordeste, una organización al margen de la ley.
Jairo Hugo Escobar Cataño fue capturado el 28 de noviembre de 2012 y, semanas después, la Unidad de Lavado de Activos de la Fiscalía ordenó la ocupación de inmuebles y establecimientos comerciales de posibles testaferros. Los inmuebles están valorados en más de $30 mil millones. El monto de la condena en contra de Escobar Cataño será conocerá el próximo 7 de junio a las 9:30 a.m. por los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo, y concierto para delinquir agravado, en calidad de financiador.
Escobar Cataño inició su actividad delictiva a finales de los noventa cuando paramilitares del Bloque Central Bolívar llegaron a Segovia buscando oro y, encontraron en el zar, una oportunidad para conseguir su objetivo. No obstante, con la desmovilización de esa organización, el grupo siguió con sus actividades ilegales, esta vez, relacionadas con el tráfico de drogas y la minería ilegal. Posteriormente, esa organización pasó a llamarse Los Rastrojos y, finalmente, se autodenominó Seguridad Héroes del Norte. En 2008, la Fiscalía señaló a Escobar Cataño como jefe financiero de esa organización.
El zar de oro fue señalado en su momento de haber sido testaferro de los negocios que ilícitamente tenía Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, en Segovia (Antioquia). Tras la extradición de Macaco a Estados Unidos, Escobar Cataño se apoderó de sus títulos mineros, varios de ellos ubicados al frente a los de la multinacional Frontino Gold Mines, vendida a la Gran Colombia Gold en 2011. Sin embargo, también tuvo comunicaciones con instituciones del Estado para un permiso de vertimientos de aguas residuales para la estación se servicios, concesiones de aguas subterráneas y licencia ambiental para explotación de una veta de oro.
Por estos mismos hechos ya fueron condenados a 25 años de prisión siete integrantes de esa organización, entre ellos, Erick James Prieto Mora alias Medina o Pipón y, por su parte, otros cuatro están a la espera de sentencia condenatoria.
El Juez Primero Especializado de Antioquia condenó a Jairo Hugo Escobar Cataño, alias el zar de oro, por el homicidio de cuatro mineros en el municipio de Remedios (Antioquia) y por el financiamiento de grupos al margen de la ley en el nordeste de ese departamento. De acuerdo con la investigación adelantada por un fiscal especializado contra el crimen organizado, Escobar Cataño ordenó la muerte de los mineros Johan Esteban Pareja, Jaime Nicolás Jiménez y los hermanos Yeison Andrés y Wilmar Alberto Taborda Jiménez, conocidos como Los Serafines.
El hecho se perpetró el 20 de diciembre de 2011 cuando las víctimas fueron citadas a una reunión en la finca La Tía de la vereda La Roca (Antioquia), donde posteriormente fueron asesinados por una organización ilegal. El homicidio de los mineros estaría relacionado con un atentado del que salió ileso el zar del oro a comienzos de diciembre de ese mismo año. Las investigaciones también permitieron determinar que Escobar Cataño, aparte de amenazar y cobrar extorsiones a mineros, aportaba sumas de dinero para pagar la nómina de Seguridad Héroes del Nordeste, una organización al margen de la ley.
Jairo Hugo Escobar Cataño fue capturado el 28 de noviembre de 2012 y, semanas después, la Unidad de Lavado de Activos de la Fiscalía ordenó la ocupación de inmuebles y establecimientos comerciales de posibles testaferros. Los inmuebles están valorados en más de $30 mil millones. El monto de la condena en contra de Escobar Cataño será conocerá el próximo 7 de junio a las 9:30 a.m. por los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo, y concierto para delinquir agravado, en calidad de financiador.
Escobar Cataño inició su actividad delictiva a finales de los noventa cuando paramilitares del Bloque Central Bolívar llegaron a Segovia buscando oro y, encontraron en el zar, una oportunidad para conseguir su objetivo. No obstante, con la desmovilización de esa organización, el grupo siguió con sus actividades ilegales, esta vez, relacionadas con el tráfico de drogas y la minería ilegal. Posteriormente, esa organización pasó a llamarse Los Rastrojos y, finalmente, se autodenominó Seguridad Héroes del Norte. En 2008, la Fiscalía señaló a Escobar Cataño como jefe financiero de esa organización.
El zar de oro fue señalado en su momento de haber sido testaferro de los negocios que ilícitamente tenía Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, en Segovia (Antioquia). Tras la extradición de Macaco a Estados Unidos, Escobar Cataño se apoderó de sus títulos mineros, varios de ellos ubicados al frente a los de la multinacional Frontino Gold Mines, vendida a la Gran Colombia Gold en 2011. Sin embargo, también tuvo comunicaciones con instituciones del Estado para un permiso de vertimientos de aguas residuales para la estación se servicios, concesiones de aguas subterráneas y licencia ambiental para explotación de una veta de oro.
Por estos mismos hechos ya fueron condenados a 25 años de prisión siete integrantes de esa organización, entre ellos, Erick James Prieto Mora alias Medina o Pipón y, por su parte, otros cuatro están a la espera de sentencia condenatoria.