Condenan por tortura a exsubdirector del DAS por el caso de Claudia Julieta Duque
Entre el 2003 y 2004, José Miguel Narváez Martínez, exsubdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) integró y asesoró el G-3, un grupo clandestino de inteligencia ilegal creado y coordinado por Jorge Noguera, director del Departamento.
El Juzgado 10 Penal del Circuito Especializado de Bogotá dio a conocer la sentencia condenatoria contra José Miguel Narváez Martínez, ex subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), por el delito de tortura agravada continua contra la periodista Claudia Julieta Duque Orrego. La sentencia también compulsó copias ante la Fiscalía General de la Nación para que se investigue la posible participación de Jorge Noguera, exdirector del DAS, y nueve personas más.
Además, el juzgado reiteró la orden proferida por la Fiscalía Novena que dispuso compulsar copias de estos hechos ante la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes. Este determinaría si habría mérito para investigar al expresidente Álvaro Uribe Vélez, por los hechos objeto de este proceso, que se relacionaría con el escándalo de las Chuzadas del DAS. Estos espionajes eran realizados por el Grupo Especial de Inteligencia 3 (G-3), creado y dirigido por el entonces director del DAS, Jorge Noguera. Entre 2003 y 2004, Narváez integró y asesoró el G-3, el cual fue descubierto durante el segundo mandato de Álvaro Uribe.
El objetivo del G-3 estaba dirigida contra periodistas, políticos de oposición, organizaciones defensoras de Derechos Humanos y otros personajes de la vida pública. “Contaron con oficinas en el edificio donde funcionaba el DAS, usaron su infraestructura y bienes, su existencia y actividades eran conocidas por los directivos de dicho organismo”, detalló el auto de la sentencia, el cual, asimismo, describió que entre las actividades realizadas por la red de espionaje “para cumplir con su objetivo, se resaltan el desprestigio mediante medios de comunicación, la distribución de propaganda, las denuncias, el sabotaje, la presión, el chantaje y las amenazas, entre otras”.
La persecución sistemática contra la periodista Claudia Duque
La sentencia toma en cuenta varios hechos en los que “evidenciaron el inminente riesgo que corría la vida de la citada profesional del periodismo y la de su familia, particularmente la de su menor hija, advirtiendo que son varios años de persecución y constantes amenazas en las que se han visto involucradas entidades estatales, entre estas, el Departamento Administrativo de Seguridad D.A.S”. Asimismo, aunque no todos los hechos denunciados por la periodista fueron probados, algunos sí con “prueba documental recolectada en el devenir procesal, pues se hallaron documentos pertenecientes al DAS, en los cuales apareció registrada la dirección de residencia y número telefónicos fijos y de avantel de la víctima”.
El caso que tomo varios años para resolverse, fue respaldado por el abogado Reinaldo Villalba, en calidad de Vicepresidente de la Corporación Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”, organización no gubernamental de Derechos Humanos, quienes también fueron víctimas de estas persecuciones en su momento. De acuerdo al relato del abogado Villalba, “desde agosto del año de 1999, la periodista realizó un trabajo investigativo independiente en el caso del magnicidio del periodista y humorista Jaime Garzón Forero, en desarrollo del cual puso en conocimiento y denunció la presunta participación de organismos del Estado en dicha acción homicida, lo cual género un cúmulo de ataques en contra” de su defendida.
La periodista Claudia Duque fue víctima de un secuestro, un hurto, serias amenazas, seguimientos y hostigamientos; acontecimientos que la obligaron a acudir al exilio en el año 2001, luego de probarse que uno de los vehículos que la seguía, tipo taxi, pertenecía al Administrativo de Seguridad D.A.S. En diciembre de 2003, luego de denunciar estos hostigamientos y ponerlos en conocimiento del entonces director del DAS, Jorge Noguera, Claudia Duque fue incluida en el Programa de Protección a periodistas del Ministerio del Interior.
La tortura psicológica contra la periodista fue instigada por su ejercicio profesional dedicado al periodismo investigativo que “viene molestando a círculos de poder”, haciendo que el G-3 la perfilara por la investigación que realizó en el caso del homicidio de Jaime Garzón Forero y las investigaciones centradas en casos de corrupción, narcotráfico, paramilitarismo y derechos humanos. Frente al caso del magnicidio del periodista Jaime Garzón, Duque Orrego afirmó que apoyó, colaboró y elaboró los alegatos de conclusión presentados por la parte civil en este caso, contribuyendo desde su actividad periodística al esclarecimiento de los hechos y, por ende, con el montaje realizado desde el DAS para encubrir a los verdaderos responsables del crimen de lesa humanidad.
Ahora, el exdirector del DAS José Miguel Narváez Martínez, declarado culpable por el delito de tortura agravada continua, tendrá que pagar una condena de 12 años y medio. De manera condicional se le suspendió el beneficio de prisión domiciliaria, y deberá cumplir la sentencia en el establecimiento de reclusión que determine el INPEC. Narváez también está obligado a hacer un pago solidario de más de $126.000 millones a la periodista Julieta Duque por concepto de daños morales. Y finalmente, como otras medidas de reparación simbólica y garantía de no repetición, la Presidencia de la República debe pronunciar una petición de disculpas públicas, reclamadas por la misma periodista por la persecución sistemática que vivió.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
El Juzgado 10 Penal del Circuito Especializado de Bogotá dio a conocer la sentencia condenatoria contra José Miguel Narváez Martínez, ex subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), por el delito de tortura agravada continua contra la periodista Claudia Julieta Duque Orrego. La sentencia también compulsó copias ante la Fiscalía General de la Nación para que se investigue la posible participación de Jorge Noguera, exdirector del DAS, y nueve personas más.
Además, el juzgado reiteró la orden proferida por la Fiscalía Novena que dispuso compulsar copias de estos hechos ante la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes. Este determinaría si habría mérito para investigar al expresidente Álvaro Uribe Vélez, por los hechos objeto de este proceso, que se relacionaría con el escándalo de las Chuzadas del DAS. Estos espionajes eran realizados por el Grupo Especial de Inteligencia 3 (G-3), creado y dirigido por el entonces director del DAS, Jorge Noguera. Entre 2003 y 2004, Narváez integró y asesoró el G-3, el cual fue descubierto durante el segundo mandato de Álvaro Uribe.
El objetivo del G-3 estaba dirigida contra periodistas, políticos de oposición, organizaciones defensoras de Derechos Humanos y otros personajes de la vida pública. “Contaron con oficinas en el edificio donde funcionaba el DAS, usaron su infraestructura y bienes, su existencia y actividades eran conocidas por los directivos de dicho organismo”, detalló el auto de la sentencia, el cual, asimismo, describió que entre las actividades realizadas por la red de espionaje “para cumplir con su objetivo, se resaltan el desprestigio mediante medios de comunicación, la distribución de propaganda, las denuncias, el sabotaje, la presión, el chantaje y las amenazas, entre otras”.
La persecución sistemática contra la periodista Claudia Duque
La sentencia toma en cuenta varios hechos en los que “evidenciaron el inminente riesgo que corría la vida de la citada profesional del periodismo y la de su familia, particularmente la de su menor hija, advirtiendo que son varios años de persecución y constantes amenazas en las que se han visto involucradas entidades estatales, entre estas, el Departamento Administrativo de Seguridad D.A.S”. Asimismo, aunque no todos los hechos denunciados por la periodista fueron probados, algunos sí con “prueba documental recolectada en el devenir procesal, pues se hallaron documentos pertenecientes al DAS, en los cuales apareció registrada la dirección de residencia y número telefónicos fijos y de avantel de la víctima”.
El caso que tomo varios años para resolverse, fue respaldado por el abogado Reinaldo Villalba, en calidad de Vicepresidente de la Corporación Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”, organización no gubernamental de Derechos Humanos, quienes también fueron víctimas de estas persecuciones en su momento. De acuerdo al relato del abogado Villalba, “desde agosto del año de 1999, la periodista realizó un trabajo investigativo independiente en el caso del magnicidio del periodista y humorista Jaime Garzón Forero, en desarrollo del cual puso en conocimiento y denunció la presunta participación de organismos del Estado en dicha acción homicida, lo cual género un cúmulo de ataques en contra” de su defendida.
La periodista Claudia Duque fue víctima de un secuestro, un hurto, serias amenazas, seguimientos y hostigamientos; acontecimientos que la obligaron a acudir al exilio en el año 2001, luego de probarse que uno de los vehículos que la seguía, tipo taxi, pertenecía al Administrativo de Seguridad D.A.S. En diciembre de 2003, luego de denunciar estos hostigamientos y ponerlos en conocimiento del entonces director del DAS, Jorge Noguera, Claudia Duque fue incluida en el Programa de Protección a periodistas del Ministerio del Interior.
La tortura psicológica contra la periodista fue instigada por su ejercicio profesional dedicado al periodismo investigativo que “viene molestando a círculos de poder”, haciendo que el G-3 la perfilara por la investigación que realizó en el caso del homicidio de Jaime Garzón Forero y las investigaciones centradas en casos de corrupción, narcotráfico, paramilitarismo y derechos humanos. Frente al caso del magnicidio del periodista Jaime Garzón, Duque Orrego afirmó que apoyó, colaboró y elaboró los alegatos de conclusión presentados por la parte civil en este caso, contribuyendo desde su actividad periodística al esclarecimiento de los hechos y, por ende, con el montaje realizado desde el DAS para encubrir a los verdaderos responsables del crimen de lesa humanidad.
Ahora, el exdirector del DAS José Miguel Narváez Martínez, declarado culpable por el delito de tortura agravada continua, tendrá que pagar una condena de 12 años y medio. De manera condicional se le suspendió el beneficio de prisión domiciliaria, y deberá cumplir la sentencia en el establecimiento de reclusión que determine el INPEC. Narváez también está obligado a hacer un pago solidario de más de $126.000 millones a la periodista Julieta Duque por concepto de daños morales. Y finalmente, como otras medidas de reparación simbólica y garantía de no repetición, la Presidencia de la República debe pronunciar una petición de disculpas públicas, reclamadas por la misma periodista por la persecución sistemática que vivió.
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