Confirman 13 muertos en Magüi Payán
Ochos días después de un enfrentamiento armado entre disidentes de las Farc y el ELN. La alcaldía y la personería confirmaron la cifra de muertos, entre ellos, un líder comunitario y una mujer embarazada. El hecho se registró mientras se celebraban las fiestas del pueblo nariñense.
Redacción Judicial
Este lunes, la Alcaldía y la Personería del municipio de Magüí Payán, en el departamento de Nariño, confirmaron la muerte de 13 personas en una masacre ocurrida, al parecer, en enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las Farc.
Los hechos se registraron el pasado lunes 27 de noviembre en la vereda de Pueblo Nuevo. Entre las víctimas identificadas se encuentran: Édison Marcial Ortiz Bolaños, representante del Consejo Comunitario Manos Amigas, dos personas que fueron sepultadas en la vereda Ricaurte, entre ellas una mujer que tenía tres meses de embarazo. Otras dos personas fueron enterradas por sus familiares en la vereda El Playón; dos personas de la vereda Punta del Barco; dos personas de la vereda Panga del municipio de Roberto Payán y una más de la vereda Las Cruces del municipio de Barbacoas.
Igualmente, la Personería confirma que una persona, identificada como Wilman Haney Ortiz Bolaños, hermano del líder asesiando, al parecer, fue secuestrado por el ELN.
La Fiscalía ya empezó una investigación sobre lo ocurrido, pero la tarea no es fácil. “Las complicaciones para llegar a la zona puede afectar el proceso. Puede que se hayan perdido o alterado pruebas claves, o como suele ocurrir en este tipo de situaciones, se haya intimidado a la comunidad para que no hable”, señaló una fuente del ente investigador a este diario. (Le puede interesar:Nariño: dos masacres por resolver).
Este es el segundo hecho violento que se registra en el departamento de Nariño. A la fecha, la justicia sigue sin resolver qué pasó el 9 de octubre, cuando murieron seis campesinos en otra zona de Tumaco. La necropsia de Medicina Legal aseguró que los cuerpos presentaban lesiones causadas por proyectil de alta velocidad, lo que se traduce en que los disparos no fueron hechos a corta distancia. Casi dos meses después de los hechos, no se descarta la versión de los campesinos de que la Policía Antinarcóticos disparó a mansalva contra los manifestantes.
Aunque las investigaciones en este caso pretenden evaluar si el proceder de la Fuerza Pública fue indicado, aún la Fiscalía no tiene claro si tuvo responsabilidad en los hechos. Asimismo, se desconoce el paradero de las armas que fueron robadas a la Policía meses antes y que, según la institución, tiene que ver con lo sucedido.
Este lunes, la Alcaldía y la Personería del municipio de Magüí Payán, en el departamento de Nariño, confirmaron la muerte de 13 personas en una masacre ocurrida, al parecer, en enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las Farc.
Los hechos se registraron el pasado lunes 27 de noviembre en la vereda de Pueblo Nuevo. Entre las víctimas identificadas se encuentran: Édison Marcial Ortiz Bolaños, representante del Consejo Comunitario Manos Amigas, dos personas que fueron sepultadas en la vereda Ricaurte, entre ellas una mujer que tenía tres meses de embarazo. Otras dos personas fueron enterradas por sus familiares en la vereda El Playón; dos personas de la vereda Punta del Barco; dos personas de la vereda Panga del municipio de Roberto Payán y una más de la vereda Las Cruces del municipio de Barbacoas.
Igualmente, la Personería confirma que una persona, identificada como Wilman Haney Ortiz Bolaños, hermano del líder asesiando, al parecer, fue secuestrado por el ELN.
La Fiscalía ya empezó una investigación sobre lo ocurrido, pero la tarea no es fácil. “Las complicaciones para llegar a la zona puede afectar el proceso. Puede que se hayan perdido o alterado pruebas claves, o como suele ocurrir en este tipo de situaciones, se haya intimidado a la comunidad para que no hable”, señaló una fuente del ente investigador a este diario. (Le puede interesar:Nariño: dos masacres por resolver).
Este es el segundo hecho violento que se registra en el departamento de Nariño. A la fecha, la justicia sigue sin resolver qué pasó el 9 de octubre, cuando murieron seis campesinos en otra zona de Tumaco. La necropsia de Medicina Legal aseguró que los cuerpos presentaban lesiones causadas por proyectil de alta velocidad, lo que se traduce en que los disparos no fueron hechos a corta distancia. Casi dos meses después de los hechos, no se descarta la versión de los campesinos de que la Policía Antinarcóticos disparó a mansalva contra los manifestantes.
Aunque las investigaciones en este caso pretenden evaluar si el proceder de la Fuerza Pública fue indicado, aún la Fiscalía no tiene claro si tuvo responsabilidad en los hechos. Asimismo, se desconoce el paradero de las armas que fueron robadas a la Policía meses antes y que, según la institución, tiene que ver con lo sucedido.