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La Corte Suprema de Justicia confirmó la condena de cinco años de prisión en contra del exrepresentante a la Cámara por el partido Cambio Radical, Gustavo Hernán Puentes. El político fue sentenciado por mover hilos para que exdirectores de la antigua Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), que administraba las propiedades secuestradas a bandidos en Colombia, ubicaran a dos alfiles políticos como depositarios provisionales de la Planta Inmunizadora de Maderas del Oriente LTDA. El alto tribunal también ordenó su captura.
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La investigación demostró que Tomás Alfonso Zambrano, a través de una resolución de 2008, y Eduardo Salcedo, a través de una resolución en 2010, fueron designados como depositarios provisionales de la empresa, la cual busca darle mayor vida útil a la madera y que estaba bajo la jurisdicción de la extinta DNE. Gracias a ellos, el representante Gustavo Hernán Puentes logró tener el control real de la empresa, hacer proselitismo político a los empleados y hasta contratar una gasolinera que, entre enero y marzo de 2010, con recursos de la empresa, vendió $14 millones en combustible para los carros del político.
El negocio ilegal de puente cayó el 27 de enero de 2011, cuando los trabajadores de la planta maderera firmaron una denuncia el tráfico de influencias del representante. Cansados, veían como la empresa iba cuesta abajo, mientras los fondos eran malgastados y los aliados políticos de Puentes conseguían puestos porque sí. Incluso, Luisa Fernanda Vega, antigua pareja sentimental del político, llegó a ser nombrada directora comercial.
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En total, cinco testigos trabajadores de la empresa echaron al agua a Puentes. Todos coincidieron que, a pesar de que Zambrano y Salcedo fueron los depositarios provisionales, el jefe real de la empresa era el congresista. Hacía visitas a las instalaciones. Amiguísimos del condenado resultaban contratados por la empresa. En 2009, hizo una supuesta fiesta para empleados y proveedores, que no era otra cosa que el inicio de su campaña para el periodo 2010-2014. Su compañera sentimental, como directora comercial, al parecer condicionaba la estabilidad de los empleados si no marcaban el tarjetón con la casilla de Puentes.
Aunque la defensa de Puentes solicitó que fuera detenido en su lugar de residencia, argumentando problemas de salud, la Corte lo negó y ordenó su captura. “En la audiencia pública de juzgamiento, el defensor no aludió a la sustitución de pena intramural por enfermedad grave, por lo que no fue tema de estudio en la sentencia de primera instancia”.
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