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Aunque el nombre de Gonzalo Guillén ronda cerca del expediente por soborno y manipulación del sistema de la Rama Judicial contra el empresario Carlos Mattos, el periodista no será vinculado cómo víctima. Así lo confirmó el Tribunal Superior de Bogotá, el cual en segunda instancia le dijo al comunicador social que ese expediente no es el escenario para dirimir las asperezas, luego de que Mattos lo señalara por supuestamente recibir $20 millones a cambio de ensuciar el trabajo de la Fiscalía.
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Carlos Mattos está negociando un preacuerdo con la Fiscalía, para obtener beneficios judiciales y ser declarado culpable por sobornar jueces a cambio de resultar favorecido en el caso Hyundai. En 2016, Mattos estaba en una pugna administrativa con el Grupo ecuatoriano Eljuri, con el cual la casa matriz de Hyundai buscaba comercializar de forma exclusiva sus autos en Colombia. Mattos, en principio, logró frenar esa decisión a través de unas medidas cautelares, poniendo dinero por debajo de la mesa. Tenía 25 años siendo el amo y señor de Hyundai Colombia.
En medio de la negociación del preacuerdo, se conoció una carta de Mattos en la que salpicaba al juez Reinaldo Huertas, antes jefe del Juzgado Sexto Civil de Bogotá. Aseguró que se “había acordado el pago de una cifra económica por decretar una medida cautelar, la cual se impuso el mes de abril de 2016, así como una prima de éxito para mantener dicha medida impuesta. Es de aclarar que ningún dinero fue entregado en mi oficina ni en mi residencia”. Huertas fue destituido hace poco por la Comisión Nacional de Disciplina Judicial y está en juicio penal.
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La carta tenía un capítulo más. Según Mattos, en una hipótesis que Gonzalo Guillén ha negado con insistencia, en un punto del proceso penal por el caso Hyundai habría acudido “a los servicios” del periodista. La idea, dijo Mattos, era “encontrar la manera de desacreditar y de que perdieran credibilidad tanto el grupo Eljuri como los funcionarios de la Fiscalía”. Para ello, supuestamente Mattos aportaría un total de $20 millones a Guillén, lo cual no ha sido probado y fue objeto de controversia por el periodista.
Guillén explicó al Juzgado 30 de Conocimiento de Bogotá, que lleva el proceso de preacuerdo de Mattos, que su honra y buen nombre se han visto afectados una vez se conoció la carta. Sin embargo, en segunda instancia, el tribunal capitalino de nuevo le respondió que, de existir un daño jurídico, no tiene nada que ver con los delitos acusados al reconocido empresario. En conclusión, que los señalamientos de Mattos contra el periodista no tienen relación con las maniobras que él, como lo confesó, realizó para intentar ganar sus pleitos administrativos en 2016.
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“Si bien es cierto, la incriminación efectuada por Mattos en su misiva puede llegar a perjudicar a la persona natural y jurídica que pretenden ser reconocidas como víctimas dentro de este asunto, tales circunstancias deben debatirse o ventilarse en escenarios distintos a este diligenciamiento, más cuando se pretende involucrar a otras personas que nada tienen que ver en este proceso”, explicó el Tribunal Superior de Bogotá. Según la defensa de Guillén, debería rendir cuentas el exfiscal general Néstor Humberto Martínez, quien habría asesorado a Mattos para presentar la solicitud de medidas cautelares que, con el millonario empujón a jueces, tienen al empresario en juicio y en la cárcel La Picota, de Bogotá.
Desde mediados de enero se sabe que Mattos, quien está en Colombia extraditado desde España, se comprometió a pagar hasta US$ 1 millón en su preacuerdo. La mitad la recibiría la Fiscalía y la otra mitad la Rama Judicial, la cual fue manipulada para favorecer intereses empresariales. Mattos tiene dos juicios en contra, uno por los delitos de cohecho (soborno) por dar u ofrecer, utilización indebida de redes de comunicaciones, acceso abusivo a sistema informático y daño informático. Y otro por la entrega, al parecer, de $200 millones al inhabilitado juez Huertas.
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