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Tras un poco más de cuatro años de cárcel, el exfiscal Luis Gustavo Moreno recobrará su libertad. La determinación es de la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia que analizó una decisión emitida por un juzgado de ejecución de penas que le negó ese beneficio. El entonces director de la Unidad contra la Corrupción de la Fiscalía fue condenado, en marzo de 2018, por los delitos de concusión y utilización indebida de información oficial privilegiada.
La Corte, en su decisión, estimó que el exfiscal cumplió la pena de más de cuatro años que le fue impuesta, por hacer parte de un grupo de abogados, exmagistrados, entre otros funcionarios públicos, que tenían una red de corrupción al interior de la Corte Suprema. El cometido era, a cambio de dádivas a exmagistrados amañar investigaciones y retrasar la emisión de órdenes de captura de aforados.
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El alto tribunal al analizar si concedía o no la libertad de Moreno consideró que era pertinente porque, además del tiempo que ha permanecido detenido en Colombia, se le debe contabilizar también el periodo que estuvo privado de la libertad en Estados Unidos por la condena que impuso en su contra el Tribunal del Distrito Sur de Florida por concierto para lavar dinero.
La Corte, en su providencia de 28 páginas, señaló que, con independencia del nombre que le asignaron las autoridades norteamericanas al delito cometido en territorio extranjero, ese cargo tiene en hechos similares a los que ocasionaron su condena en Colombia. Así las cosas, estableció que el tiempo de privación de la libertad de Moreno debe contabilizarse desde el 27 de junio de 2017, cuando fue capturado con fines de extradición a Estados Unidos.
“Y aunque en los Estados Unidos se tipificó ese comportamiento bajo la denominación de «concierto para lavar dinero», resulta evidente que los supuestos de hecho que soportan el cargo son los mismos que en Colombia sustentaron la atribución de responsabilidad por el delito de concusión y utilización indebida de información oficial privilegiada. En ese contexto, en términos de la legislación nacional, el proceder delictivo se materializó con la exigencia de dinero en Colombia, pero se agotó en Estados Unidos con la entrega de parte del dinero exigido”, dice la providencia.
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En el caso puntual de Moreno, la justicia le reprochó que usó su cargo para solicitar dinero al exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons Muskus, a cambio de entregarle información privilegiada y obstruir las investigaciones adelantadas en su contra en la Fiscalía. Esas actuaciones la realizó en territorio extranjero por lo que las autoridades norteamericanas no escatimaron en solicitarlo en extradición. Su traslado se registró bajo fuertes medidas de seguridad en mayo de 2018 y retornó al país en diciembre de 2020.
Moreno no fue el único funcionario judicial que estuvo ante los estrados judiciales. Los exmagistrados de la Corte Suprema Francisco Ricaurte y Gustavo Malo, ya fueron condenados por estos hechos, mientras que su compañero de Sala, Leonidas Bustos, aún enfrenta un juicio y una solicitud de extradición, una vez conoció que había una investigación en su contra, lo que trascendió es que, voló hacía Canadá con su esposa.
El exmagistrado y expresidente de la Corte, Camilo Tarquino también tiene su proceso en etapa de juicio en los juzgados de Paloquemao, mientras que los exsenadores Julio Manzur, Álvaro Ashton y Musa Besaile fueron condenados, así como el abogado Leonardo Luis Penilla, más conocido como “Porcino”. Este último sería pieza clave en el proceso de Moreno, pues fue a través de él que se concretó las dádivas por parte del exgobernador Lyons Musckus que también cumplió condena por esos hechos y por el denominado cartel de la hemofilia, un fortín de recursos de los que se apropió durante su administración.
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