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En la calle contigua al espacio humanitario de Puente Nayero (Buenaventura), ayer se inauguró un segundo espacio de protección para la comunidad. La calle Punta Icaco del barrio La Playita fue declarada por la comunidad como un espacio en el que sus habitantes podrán realizar sus actividades al margen de la violencia en la que vive el municipio. Al evento, el cual contó con la presencia masiva de los habitantes de esta zona, asistieron las Brigadas Internacionales de Paz y la Comisión Intereclesial de Justician Y Paz, quienes han sido participes del nacimiento de este nuevo espacio.
El Espectador se contactó con Rodrigo Castillo, uno de los líderes de Punta Icáco para conocer los motivos del nacimiento de esta nueva zona. La concepción de Punta Icáco como espacio humanitario se dio hace un año y a raíz de los recurrentes cobros ilegales (vacunas) que sufrían comerciantes, pesqueros, transportadores de esta calle bonaverence de gran flujo comercial por parte de grupos al margen de la ley. Según Castillo, los grupos al margen de la ley se identifican como neoparamilitares pero no operan bajo el nombre de ningún grupo en específico.
La comunidad de Punta Icaco ha recibido talleres por parte de las Brigadas Internacionales de Paz con respecto a mecanismos de protección y para que los bonaerenses de esta zona sepan qué derechos pueden exigirle al Estado. Castillo le dijo a este diario que al igual que en puente Nayero las trecientas familias que viven en esta zona podrán hacer parte de cursos de baile, peluquería, brigadas de limpieza, entre otros, “con el fin de que todos, en especial los jóvenes, vean que hay alternativas en Buenaventura”.
La comunidad de Punta Icáco tiene la aspiración de que como Puente Nayero La Comisión Interamericana de Derechos Humanos le otorgue medidas cautelares. Es decir, que agentes de la Fuerza Pública puedan hacer controles -consignados en un libro- de quienes ingresen al espacio humanitario y con previa autorización de uno de los habitantes de Punta Icaco.
El Espectador se comunicó con Doris Valenzuela, líder de Puente Nayero y que en julio pasado denunció en este diario la presunta connivencia entre Fuerza Pública y grupos criminales. Además, de mostrar su optimismo con que se abra un nuevo espacio humanitario, mostró su desconfianza con que miembros de la Policía estén dejando que aparentemente estén permitiendo que los grupos delincuenciales operen. Valenzuela en su momento aseguró que la muerte de su hijo ocurrió frente a miembros de la Policia sin que ellos hicieran nada.