Daniel García, la pieza clave del caso Odebrecht
Trabajó para la firma brasileña y fue director de la campaña de Óscar Iván Zuluaga que gestionó el contrato del publicista “Duda” Mendonça.
Redacción Judicial
El escándalo de Odebrecht ya puso contra las cuerdas al Centro Democrático. Si bien no se ha establecido que el excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga cometió algún delito por la supuesta contratación del publicista Duda Mendonça con dineros pagados por Odebrecht —en Colombia es prohibido que personas naturales o jurídicas extranjeras financien campañas—, dentro del uribismo no cesan los señalamientos para buscar responsables. Y el nombre que más ha sonado y que al parecer fue el artífice de la relación entre Odebrecht y el Centro Democrático, fue Daniel García Arizabaleta.
El hombre, que en 2002 llegó a ocupar un importante cargo en el Departamento Administrativo de la Presidencia, se convirtió en mano derecha del entonces presidente Álvaro Uribe. En un año logró un importante salto: en diciembre de 2003 fue seleccionado como director de Coldeportes. Pero su mayor éxito fue en 2006, al ser designado como director del Invías. A García lo señalaron de haberle entregado contratos, a cambio de su silencio, al mayor (r) Juan Carlos Meneses, el testigo principal contra el hermano del expresidente Uribe, Santiago Uribe, en la investigación por sus nexos con el grupo paramilitar los 12 Apóstoles.
Sin embargo, en 2008, la buena racha llegó a su fin: la Procuraduría destituyó e inhabilitó a García para ocupar cargos públicos por 12 años, luego de evidenciar que falsificó su experiencia laboral y modificó los manuales de requisitos para ocupar el cargo de director en Coldeportes y en Invías.
A pesar de que su vida política quedó muerta con la sanción del Ministerio Público, García Arizabaleta fue contratado por Odebrecht para ser asesor en trámites con el Estado. Es decir, para ejercer lobby político. En ese momento se había licitado el contrato de la Ruta del Sol sector II, el mismo por el que estalló el escándalo por el pago de sobornos al exviceministro de Transporte y exdirector del Inco Gabriel García Morales, quien aceptó que recibió US$6,5 millones a cambio de favorecer a Odebrecht.
Esa es la primera relación de García Arizabaleta con Odebrecht. Se investiga si, en medio de sus funciones como contratista de la firma brasileña en Colombia, él fue quien gestionó una reunión que tuvo lugar el 17 de septiembre de 2009 en la Casa de Nariño entre Marcelo Odebrecht —dueño de la constructora y condenado por corrupción en Brasil— con el exviceministro García y el entonces precandidato presidencial Andrés Felipe Arias. El contrato de la Ruta de Sol terminó siendo adjudicado en diciembre de ese mismo año. Sin embargo, Daniel García ha dicho que su trabajó con Odebrecht empezó en 2010 y terminó en 2013.
La segunda vez que García se convirtió en un elemento común entre el uribismo y Odebrecht ocurrió en 2014, en medio de la contienda electoral para la Presidencia. Para esa época, García Arizabaleta entró a ser el director de la campaña presidencial de Zuluaga. En ese entonces se gestionó el polémico contrato con el publicista Duda Mendonça, quien le dijo a la revista Veja de Brasil que coordinadores de la campaña de Zuluaga lo contactaron a través de Odebrecht.
Según Mendonça, él les pidió más de US$4 millones. Sin embargo, en las cuentas que presentó el Centro Democrático al Consejo Nacional Electoral, solo figura que los pagos fueron por US$1 millón. El publicista sostuvo que el resto lo pagó directamente Odebrecht. Según el expresidente Uribe, el mismo Daniel García le comentó que había viajado a Brasil a conocer a Mendonça y que los gastos los había asumido Odebrecht. Uribe pidió que se aclarara el rol que jugó García.
El expresidente le solicitó al Comité de Ética del Centro Democrático que investigara si en la campaña presidencial de 2014 se cometieron irregularidades. Asimismo, ya tomó distancia de Zuluaga y pidió que aclarara si conocía o no de los pagos de Odebrecht a Mendonça. Desde que estalló el escándalo de Odebrecht en Estados Unidos, el pasado 21 de diciembre, quedó claro que el modus operandi de la constructora incluía hacer aportes a campañas políticas para luego conseguir contratos. No obstante, aún no se ha hecho oficial que por estos hechos estén siendo investigados por la Fiscalía ni Zuluaga ni ningún otro alfil del uribismo.
El escándalo de Odebrecht ya puso contra las cuerdas al Centro Democrático. Si bien no se ha establecido que el excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga cometió algún delito por la supuesta contratación del publicista Duda Mendonça con dineros pagados por Odebrecht —en Colombia es prohibido que personas naturales o jurídicas extranjeras financien campañas—, dentro del uribismo no cesan los señalamientos para buscar responsables. Y el nombre que más ha sonado y que al parecer fue el artífice de la relación entre Odebrecht y el Centro Democrático, fue Daniel García Arizabaleta.
El hombre, que en 2002 llegó a ocupar un importante cargo en el Departamento Administrativo de la Presidencia, se convirtió en mano derecha del entonces presidente Álvaro Uribe. En un año logró un importante salto: en diciembre de 2003 fue seleccionado como director de Coldeportes. Pero su mayor éxito fue en 2006, al ser designado como director del Invías. A García lo señalaron de haberle entregado contratos, a cambio de su silencio, al mayor (r) Juan Carlos Meneses, el testigo principal contra el hermano del expresidente Uribe, Santiago Uribe, en la investigación por sus nexos con el grupo paramilitar los 12 Apóstoles.
Sin embargo, en 2008, la buena racha llegó a su fin: la Procuraduría destituyó e inhabilitó a García para ocupar cargos públicos por 12 años, luego de evidenciar que falsificó su experiencia laboral y modificó los manuales de requisitos para ocupar el cargo de director en Coldeportes y en Invías.
A pesar de que su vida política quedó muerta con la sanción del Ministerio Público, García Arizabaleta fue contratado por Odebrecht para ser asesor en trámites con el Estado. Es decir, para ejercer lobby político. En ese momento se había licitado el contrato de la Ruta del Sol sector II, el mismo por el que estalló el escándalo por el pago de sobornos al exviceministro de Transporte y exdirector del Inco Gabriel García Morales, quien aceptó que recibió US$6,5 millones a cambio de favorecer a Odebrecht.
Esa es la primera relación de García Arizabaleta con Odebrecht. Se investiga si, en medio de sus funciones como contratista de la firma brasileña en Colombia, él fue quien gestionó una reunión que tuvo lugar el 17 de septiembre de 2009 en la Casa de Nariño entre Marcelo Odebrecht —dueño de la constructora y condenado por corrupción en Brasil— con el exviceministro García y el entonces precandidato presidencial Andrés Felipe Arias. El contrato de la Ruta de Sol terminó siendo adjudicado en diciembre de ese mismo año. Sin embargo, Daniel García ha dicho que su trabajó con Odebrecht empezó en 2010 y terminó en 2013.
La segunda vez que García se convirtió en un elemento común entre el uribismo y Odebrecht ocurrió en 2014, en medio de la contienda electoral para la Presidencia. Para esa época, García Arizabaleta entró a ser el director de la campaña presidencial de Zuluaga. En ese entonces se gestionó el polémico contrato con el publicista Duda Mendonça, quien le dijo a la revista Veja de Brasil que coordinadores de la campaña de Zuluaga lo contactaron a través de Odebrecht.
Según Mendonça, él les pidió más de US$4 millones. Sin embargo, en las cuentas que presentó el Centro Democrático al Consejo Nacional Electoral, solo figura que los pagos fueron por US$1 millón. El publicista sostuvo que el resto lo pagó directamente Odebrecht. Según el expresidente Uribe, el mismo Daniel García le comentó que había viajado a Brasil a conocer a Mendonça y que los gastos los había asumido Odebrecht. Uribe pidió que se aclarara el rol que jugó García.
El expresidente le solicitó al Comité de Ética del Centro Democrático que investigara si en la campaña presidencial de 2014 se cometieron irregularidades. Asimismo, ya tomó distancia de Zuluaga y pidió que aclarara si conocía o no de los pagos de Odebrecht a Mendonça. Desde que estalló el escándalo de Odebrecht en Estados Unidos, el pasado 21 de diciembre, quedó claro que el modus operandi de la constructora incluía hacer aportes a campañas políticas para luego conseguir contratos. No obstante, aún no se ha hecho oficial que por estos hechos estén siendo investigados por la Fiscalía ni Zuluaga ni ningún otro alfil del uribismo.