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Sin importar su identidad, condenas por cumplir o lo escalofriante de sus crímenes, las fotos de los capos del narcotráfico o de grandes criminales han pasado a la historia junto con sus historias de asesinatos y mafia. Desde hace décadas, los artículos de prensa, libros o documentales se han ilustrado con las fotografías de sus prontuarios, que no han escapado de la polémica sobre si publicar esos registros va en contra de la intimidad de quienes terminan presos. Quien fue el jefe del Clan del Golfo hasta el sábado pasado, no se escapó de esta situación y en las últimas horas, el presidente Iván Duque, publicó dos fotos que revivieron el debate sobre la necesidad de publicar ese tipo de contenido.
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Lo cierto es que ejemplos como el de las fotos de Otoniel hay varios. El que quizás está más presente en el imaginario colombiano es el Pablo Escobar, no solo por la fotografía que publicó este diario en 1983 revelando su identidad no como un congresista, sino como un narcotraficante, sino en la que aparecía tras los barrotes de la cárcel que él mismo construyó, conocida como La Catedral, donde se recluyó en junio de 1991.
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El narcotraficante Carlos Lehder también ha sido protagonista de fotografías de este estilo. El miércoles 4 de febrero de 1987, en la vereda Los Toldos del municipio de Guarne (Antioquia), junto a 14 personas más fue capturado por la Policía el narcotraficante. Horas más tarde, luego de una rápida decisión del presidente Virgilio Barco, fue extraditado a Estados Unidos. En su momento, su captura y extradición fue el más duro golpe del Estado a los carteles de la droga.
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Otro narcotraficante con una foto similar es Gilberto Rodríguez Orejuela, condenado en 2006 a 30 años de cárcel en Estados Unidos por delitos de narcotráfico. Esposado y con chaleco antibalas, uno de los jefes del cartel de Cali apareció en lo que parecía una tanqueta de la Policía, minutos antes de subirse al avión que lo llevaría extraditado hacia Estados Unidos en 2004. Su hermano, Miguel, también fue fotografiado en una situación similar cuando, en agosto de 1995, fue capturado por la Policía.
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Aunque sin esposas ni chaleco, la otra cabeza del cartel de Cali fue presentada ante la prensa sentada, como botín de guerra, en una silla de cuero en medio de dos uniformados y un cartel con el escudo de la Policía. Días después de ambas capturas, los hermanos fueron extraditados y sus fotos en la pista para subirse al avión, también recorrieron el mundo y todavía hoy son recordadas como hitos de la lucha contra el narcotráfico.
En las pistas de la extradición también han quedado enmarcados en el imaginario colectivo varios paramilitares y guerrilleros con fotografías de los minutos previos al abordaje. Por ejemplo, Ricardo Juvenal Ovidio Palmera, más conocido como Simón Trinidad, capturado en 2004 y enviado a Estados Unidos en diciembre de ese año. Su pasarela hasta el avión, esposado y escoltado por varios hombres armados, quedó registrada en varias cámaras de fotógrafos que llegaron hasta el aeropuerto a ver despegar la aeronave con el que era, hasta ese momento, el jefe de las Farc de más alto rango en ser extraditado.
Con los dedos en V de victoria, alcanzó a gritar algunas frases que, salvo los guardias que lo escoltaron, nadie pudo escuchar. Escenas similares fueron fotografiadas entre 2007 y 2009 cuando Salvatore Mancuso, Don Mario, Hernán Giraldo, Jorge 40, Don Berna, Cuco Vanoy, o el Tuso Sierra, fueron extraditados.
Sobre Otoniel, todavía falta conocer las de su pasarela para el avión que lo llevará extraditado. Por ahora, las del momento de su captura, acostado sobre la tierra y las que lo reseñaron como un preso más han dado la vuelta al mundo. Ahora, se conocen estas dos nuevas fotografías desde su celda. Aunque normalmente todas estas fotos se conocen por fuentes oficiales, filtraciones o por permiso de las autoridades para tomarlas, esta vez es fue el propio presidente quien las publicó desde su cuenta oficial en redes sociales.
Alias 'Otoniel': Tanto dolor causado, tanto narcotráfico, tantas muertes, tantas masacres, tantos líderes y policías asesinados no podían quedar en la impunidad. Este es el destino de los criminales: los calabozos. #ElQueLaHaceLaPaga pic.twitter.com/Oe3zXgWhFG
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) October 27, 2021
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