Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Desde la oficina del procurador delegado Ambiental, Gustavo Guerrero, en el centro de Bogotá, se observa una de las imágenes más preocupantes que los capitalinos han visto en mucho tiempo: parte de los cerros orientales arden en llamas, desde hace días. Algunos helicópteros lanzan toneladas de agua, pero el esfuerzo, hasta ahora, es insuficiente. Otros colaboradores, entre bomberos y autoridades locales, intentan ayudar, con un esfuerzo titánico en detalle, pero que apenas se puede ver desde la oficina de Guerrero. No solo es Bogotá. Son más de 30 los incendios alertados por el IDEAM, que anunció que el país está en alerta roja. Guerrero advirtió a entidades nacionales y locales que esto podría pasar, hace cuatro meses. Pero, al parecer, nadie lo escuchó. Se vienen indagaciones.
Lea: El humo de los incendios está deteriorando la calidad del aire en Colombia
¿Esto era evitable? ¿O al menos la mitad de esto?
Evitable absolutamente, no. Es como hablar de los efectos del cambio climático: ya estamos en un punto en el que la mano humana los ha provocado y en muchos casos no los puede evitar, pero sí puede mitigar los efectos. Puede prevenir y gestionarlos. En este caso, muchas cosas eran evitables. Era anticipación. El propio Gobierno Nacional había formulado un plan, desde junio o julio, para hacer frente al fenómeno de El Niño. Fue publicado en octubre y nosotros, con base en la información y alertas del IDEAM, emitimos la circular 16, del 13 de octubre de 2023. Y claramente señalamos las acciones que debieran implementarse.
Denos un ejemplo de cómo pudimos evitar esto
Había un avión “Hércules” de la Fuerza Aérea, que es especial contra los incendios, y un equipo que adquirió la Unidad de Gestión de Riesgo, a los que había que hacerle mantenimiento, según alertamos las entidades. No ahora. Es que hasta ahora están haciendo el diagnóstico del estado del equipo, para hacerle mantenimiento. Eso tocaba hacerle en octubre, hace cuatro meses se sabía que lo podíamos necesitar.
Puede ver: Por mala calidad del aire habrá pico y placa los sábados en Bogotá, así funcionará
¿La alerta que usted emitió era del cumplimiento de las autoridades?
Fue una acción vinculante. No coadministramos. Pero, la Procuraduría es garante del cumplimiento de la ley. Tomamos todo el marco legal referido a atención de emergencias y desastres, gestión del riesgo, y acciones de bomberos. Todo lo que está allí planteado. Las advertencias tienen un marco jurídico y hay un deber de las entidades que son objeto de control de la Procuraduría, de atender a los requerimientos.
¿Cuáles son las entidades?
Principalmente, el plan para hacer frente al fenómeno de El Niño está en cabeza del ministerio de Ambiente y la Unidad de Gestión del Riesgo. Está el Ministerio de Defensa. Está Parques Nacional de Parques Naturales, porque coordina todo el sistema nacional de áreas protegidas. Están las Corporaciones Autónomas Regionales. Y los departamentos y municipios. Es un error convertir esto en un debate político. He escuchado que “la culpa es de los alcaldes o del Gobierno Nacional”. No. Es de todos. Y el sistema de gestión del riesgo en Colombia esta construido sobre esa base y los principios de coordinación, concurrencia y subsidiaridad.
¿En qué hemos estado fallando?
No puedo anticiparme en que hemos fallado en esto o aquello. Se advierte que probablemente faltó articulación, coordinación, anticipación y planificación. Lo que estamos viendo es dificultades en la movilización oportuna de los recursos que se requieren, especialmente en los municipios, para los cuerpos de bomberos. Entendemos que buena parte de los equipos que debieran estar dispuestos, por ejemplo, el aerotransporte para atender estas situaciones y los monitoreos, no estaban listos.
Lea también: “El Estado tiene que adaptarse a los desafíos del cambio climático”: Dejusticia
En este momento se habla de un equipo muy especializado que había adquirido la Unidad de Gestión de Riesgo para utilizar el avión “Hércules”, poderlo utilizar, ya que permite cubrir de una manera más eficiente y rápida los incendios, cuando ya vienen sucediendo. En este momento estamos confiando en la capacidad helicoportada, que es más reducida. Y es que hasta un vidrio muy pequeño puede hacer el efecto lupa con el sol. El problema, por lo menos en Bogotá, es que los cerros están llenos de especies invasoras, como los pinos y el retamo espinoso, eso es como combustible. Es como gasolina en el fondo y a los cerros solo les faltaba una chispita.
En pocas palabras, ¿estamos improvisando?
Estamos de alguna manera improvisando. Reaccionando. Todos los niveles, nacional, departamental, regional y local, dicen: “es que yo estoy haciendo”. Nadie les dice que no. Lo que pasa es que no nos anticipamos. Debía ser una acción planificada, preventiva, para predecir los efectos que se están produciendo. Buscaremos el apoyo en concurso de la Fiscalía y la Contraloría. Hay que evaluar los daños ambientales que se produjeron a partir de los daños. Eso se establecerá después de que esto pase. Vamos a ver el costo ambiental para todo el país y el patrimonio natural. Por supuesto, hay que evaluar quienes son los responsables.
Procuradora #MargaritaCabello pide a las autoridades acelerar logística para atender la emergencia por incendios forestales🔥. “Es esencial que se sesione la Junta Nacional de Bomberos y que se verifique que las FFMM tienen plena capacidad operativa”https://t.co/hYR56HXLbF pic.twitter.com/geL5yYeBan
— Procuraduría General de la Nación (@PGN_COL) January 26, 2024
¿Cuáles son las faltas disciplinarias que se podrían evaluar y contra quienes se podrían iniciar acciones?
Hay una conducta claramente descrita en el Código Disciplinario Único, que constituye una falta gravísima: omisión en la adopción del sistema de gestión de riesgos. Eso se contrasta dependiendo la función del ministerio de Ambiente, Parques Nacionales Naturales, Ministerio de Defensa, alcaldías, municipios, Unidad de Gestión del Riesgo. Cada uno qué responsabilidad tenía y cómo la cumplió. La Procuraduría solicitará los soportes de las acciones, tanto de reacción, como preventivas.
Lea: Nombran coordinador de las Fuerzas Militares para enfrentar incendios en el país
Se vienen investigaciones…
Se vienen desde lo preventivo este tipo de actuaciones. Y si a ello hay lugar, se harán los traslados disciplinarios. Incluso, si encontramos conductas que puedan constituir delitos, daremos traslado a la Fiscalía. Hay un deber constitucional de todos los servidores públicos, que es velar por la protección de las riquezas naturales de la Nación.
¿Cómo evaluar los daños en los páramos?
Hoy no entendemos la dimensión de lo que está pasando en el páramo de Berlín, pero el sistema de páramos del que hace parte, como el Santurbán o Pisba, es un sistema que es la garantía de la oferta hídrica del país, por lo menos de la región andina y los Santanderes. Internacionalmente, nosotros tenemos un deber de velar por la preservación de este tipo de ecosistemas. Nos vanagloriamos de ser sede próximamente de la Conferencia de las Partes del Convenio de Biodiversidad, pero al mismo tiempo, la ausencia de falta de prevención ha dado lugar a que estemos perdiendo uno de los ecosistemas más importantes.
¿Qué otras afectaciones hay?
Nos preocupa el posible desabastecimiento hídrico. La situación puede ser crítica. Pero adicionalmente la oferta energética, porque los niveles de los embalses dependen también de las lluvias. En este momento lo que se dice es que estamos al 60% de la capacidad de los embalses, lo que nos permite pensar que, si El Niño se extiende hasta abril, tenemos cómo garantizar la oferta. ¿Pero qué pasa si eso sigue deteriorándose y El Niño va hasta mayo o hasta junio? No se trata de que entremos en pánico, pero sí que nos anticipemos.
Le puede interesar: Animales y especies silvestres en riesgo, otro frente de lucha contra los incendios
¿Qué está pasando en Bogotá?
Hemos escuchado a los funcionarios del distrito que se percibe un aire más pesado, pero desconocemos si a la ciudadanía se le ha divulgado las medidas que deben adoptar. Lo normal es que en este tipo de situaciones se incrementa o que se conoce como el material particulado, que flota en la atmosfera y es el que respiramos. Se aloja allí y termina ocasionando enfermedades respiratorias importantes. Es necesario entregar medidas para proteger a adultos mayores y niños.
Podría hacer un mapeo de lo que está pasando en toda Colombia
Lo que uno puede ver es la conjunción de muchos factores. Es necesario contar con unas brigadas de vigilancia y control en estas temporadas secas. Son previsibles, al ser estacionales. Para hacer una mayor vigilancia en los senderos y rutas abiertas al público. O, de otro lado, aplicando el principio de precaución, eventualmente restringir el acceso cuando se conjuguen estos factores. Colombia tiene periodo seco, pero esta vez el fenómeno de El Niño es especialmente intenso. El cambio climático ya nos está empezando a mostrar hitos. El año pasado fue el más caliente en mucho tiempo.
Entonces, cualquier persona que suba y tenga la imprudencia de dejar un pedazo de vidrio, de encender una fogata y no apagarla, conductas que no puedan ser dolosas, pueden ser la chispa. ¿Qué implica esto? Una acción en la que hemos insistido: el Estado no puede declinar en la acción coercitiva, persiguiendo a quienes producen y ocasionan un daño al ambiente. No nos podemos dedicar a buscar acuerdos con quienes vulneran la naturaleza, sino también hay que perseguirlos penal y disciplinariamente.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.