La Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) citó para este 9 de julio a uno de los empresarios investigados que más ha sido reseñado en la historia del narcotráfico en Antioquia. Se trata de Luis Guillermo Ángel, que responde al alias de Guillo Ángel y recordado por ser uno de los 12 delatores de Pablo Escobar ante la justicia. Ahora, hablará sobre una masacre.
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La JEP solicita a Guillo Ángel para que entregue su versión sobre la reconocida masacre de Las Juntas, de 1996, en el corregimiento que lleva ese nombre en el municipio de Puerto Valdivia. Según ha referenciado la justicia, paramilitares entraron a sangre y fuego a ese territorio buscando a los hijos del antiguo máximo accionista del Envigado Fútbol Club, Gustavo Upegui, quienes al parecer estaban secuestrados por la guerrilla.
Según aseguró la Fiscalía en un escrito de acusación, el mismo Guillo Ángel habría capturado, junto a alias Don Berna, a un presunto integrante de la guerrilla quien habría informado sobre el secuestro. En ese momento, Gustavo Upegui era reconocido como máximo dirigente del equipo envigadeño, pero luego estuvo preso, entre 1998 y 2001, por delitos de secuestro y concierto para la conformación de grupos de justicia privada. Aunque nunca fue condenado, y fue asesinado en 2002, su equipo fue incorporado en la Lista Clinton estadounidense por lavado de activos de narcotraficantes.
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“Según el Tribunal Superior de Medellín, la información recabada por el señor Ángel Restrepo, se comunicaría a alias Cuco Vanoy, comandante del Bloque Mineros, con el objeto de que se dispusieran tropas para realizar un operativo que permitiera la liberación de los hijos de Upegui, operativo que luego se conocería como la masacre de ‘Las Juntas’”, señala la JEP.
Guillo Ángel ha sido un hombre que ha estado bajo la lupa de las autoridades durante décadas. Fue señalado por paramilitares integrar el narcoparamilitarismo en Antioquia junto a los hermanos Castaño, alias Macaco, Don Berna y Gustavo Upegüi. Sin embargo, contra él no existe condena alguna sobre estos señalamientos.
En 2013, el propio don Berna, extraditado jefe de la Oficina de Envigado, fue más allá y dijo que Guillo Ángel “era piloto de los Ochoa (clan narcotraficante del Cartel de Medellín), él fue miembro de Los Pepes y luego se vincula debido a esa relación con nosotros a la autodefensa; él era el que trasladaba a Carlos y Vicente (Castaño) en los helicópteros (…) lo que le digo es que esa empresa (Helicargo) estaba al servicio de las autodefensas. Ángel era parte orgánica de las autodefensas (...) Era muy cercano al Gobierno, tenía unos contratos con el Ejército; una persona muy cuestionada, hasta ahora ha salido incólume de todo ese tipo de investigaciones”.
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