Denuncian sobrecostos en implementos para atender COVID-19 en Chía
En este municipio al norte de Bogotá, la Alcaldía habría adquirido implementos como termómetros, trajes de bioseguridad y antibacterial, hasta por cuatro veces el valor del mercado. La denuncia ya fue radicada en Procuraduría y Contraloría. Alcalde dice que ha actuado con transparencia y honestidad.
Redacción Judicial
Una denuncia radicada en la Contraloría y en la Procuraduría pide ponerle la lupa al manejo que le ha dado el alcalde de Chía, Luis Carlos Segura, a la pandemia del COVID-19. El documento cuestiona un contrato para la adquisición de gel antibacterial, alcohol, desinfectantes y otros elementos de higiene. Al parecer, en todos estos implementos hubo sobrecostos sorbe el precio comercial que suman más de $90 millones de pesos, y la entidad contratada, la Fundación Juventud y Vida, no sería idónea para la venta de estos bienes. El alcalde se defiende*.
(Lea también: Sobrecostos en contratos del coronavirus, los hallazgos de la Contraloría)
A través de la urgencia manifiesta, que declararon varias alcaldías y gobernaciones para atender de manera más rápida la emergencia del nuevo coronavirus, el alcalde Segura, como muchos otros mandatarios, tiene la facultad de contratar de manera directa. Fue así como le entregó el contrato a esta fundación. Sin embargo, dice la denuncia, “según el RUT presentado no está dentro de su actividad principal ni secundaria la venta de esta clase de elementos”.
Aparentes sobrecostos
El contrato cuestionado es el 154 de 2020, que fue celebrado el pasado 2 de abril con un plazo de ejecución de 8 días. A través de este, la Alcaldía de Chía compró 21 ítems de higiene básicos para atender la pandemia. Entre las irregularidades que advierte el documento que ya está en manos de los entes de control está que la fundación cobró termómetros láser a $300.000, cuando en el mercado se consiguen por $70.000; trajes de bioseguridad a $238.000 cuando en el mercado se consiguen a $69.900, mascarillas termoselladas a $2.500 cuando en el mercado están a $1.000, entre otros posibles sobrecostos, como muestra la tabla.
Asimismo, la denuncia pide que se investigue otra posible irregularidad con uno de los ítems contratados: la desinfección de seis áreas del municipio. Aunque en el contrato la fundación cobra un valor superior a los $10 millones por este servicio, según el denunciante, “presuntamente esta empresa utilizó vehículos oficiales y funcionarios de la secretaria de gobierno para realizar esta aspersión antes de la legalización del contrato lo que serían posiblemente hechos cumplidos”.
(Le puede interesar: ¿Sobrecostos o logística?: la polémica por los mercados para población vulnerable en Arauca)
La denuncia la hizo el concejal William Tamayo, quien llegó al cabildo municipal luego de quedar de segundo en las votaciones a la Alcaldía y se ha declarado independiente. Según Tamayo, todas estas posibles irregularidades, aunque parezcan de menor cuantía merecen la supervisión de los entes de control, pues considera alarmante que se esté jugando con los recursos públicos en tiempos de emergencia. El documento ya fue recibido por los entes de control, que deberán analizarlo, iniciar indagaciones y, de hallar ciertas las alertas del concejal, abrir investigaciones al alcalde Segura o a los miembros de su administración que hayan aprobado este proceso de contratación.
El alcalde Segura le dijo a El Espectador: "Nosotros estamos trabajando con honestidad y con transparencia". Negó que en el contrato hubiera irregularidades así como la afirmación que circula según la cual el dueño de la fundación sería su amigo personal. Dice que prueba de su buena gestión es que este es el único contrato que ha firmado su Alcaldía en virtud de la emergencia del COVID-19, pues, a pesar de ser el municipio de Cundinamarca con más contagiados, dice haber logrado donaciones y colaboraciones de los habitantes de Chía a través de la gestión.
Sin embargo, reconoce que algunos precios de los productos estaban por encima del precio comercial y dice que por eso él mismo pidió una adenda al contrato este lunes. Aunque asegura que venía gestionando las modificaciones a los precios desde la semana pasada, en el sistema estatala de contratación pública aparece la adenda hecha este 13 de abril y allí se evidencia que hubo una disminución considerable en el valor final del contrato: de $172 millones, Chia pagará $130 millones, más IVA. Además, dijo que siguen revisando el contrato y sentenció: "no giramos un solo peso hasta que estemos seguros de que esté bien".
*Nota de la editora: Esta nota fue actualizada en la tarde de este lunes para incluir las respuestas del alcalde Segura a nuestras inquietudes.
Una denuncia radicada en la Contraloría y en la Procuraduría pide ponerle la lupa al manejo que le ha dado el alcalde de Chía, Luis Carlos Segura, a la pandemia del COVID-19. El documento cuestiona un contrato para la adquisición de gel antibacterial, alcohol, desinfectantes y otros elementos de higiene. Al parecer, en todos estos implementos hubo sobrecostos sorbe el precio comercial que suman más de $90 millones de pesos, y la entidad contratada, la Fundación Juventud y Vida, no sería idónea para la venta de estos bienes. El alcalde se defiende*.
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A través de la urgencia manifiesta, que declararon varias alcaldías y gobernaciones para atender de manera más rápida la emergencia del nuevo coronavirus, el alcalde Segura, como muchos otros mandatarios, tiene la facultad de contratar de manera directa. Fue así como le entregó el contrato a esta fundación. Sin embargo, dice la denuncia, “según el RUT presentado no está dentro de su actividad principal ni secundaria la venta de esta clase de elementos”.
Aparentes sobrecostos
El contrato cuestionado es el 154 de 2020, que fue celebrado el pasado 2 de abril con un plazo de ejecución de 8 días. A través de este, la Alcaldía de Chía compró 21 ítems de higiene básicos para atender la pandemia. Entre las irregularidades que advierte el documento que ya está en manos de los entes de control está que la fundación cobró termómetros láser a $300.000, cuando en el mercado se consiguen por $70.000; trajes de bioseguridad a $238.000 cuando en el mercado se consiguen a $69.900, mascarillas termoselladas a $2.500 cuando en el mercado están a $1.000, entre otros posibles sobrecostos, como muestra la tabla.
Asimismo, la denuncia pide que se investigue otra posible irregularidad con uno de los ítems contratados: la desinfección de seis áreas del municipio. Aunque en el contrato la fundación cobra un valor superior a los $10 millones por este servicio, según el denunciante, “presuntamente esta empresa utilizó vehículos oficiales y funcionarios de la secretaria de gobierno para realizar esta aspersión antes de la legalización del contrato lo que serían posiblemente hechos cumplidos”.
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La denuncia la hizo el concejal William Tamayo, quien llegó al cabildo municipal luego de quedar de segundo en las votaciones a la Alcaldía y se ha declarado independiente. Según Tamayo, todas estas posibles irregularidades, aunque parezcan de menor cuantía merecen la supervisión de los entes de control, pues considera alarmante que se esté jugando con los recursos públicos en tiempos de emergencia. El documento ya fue recibido por los entes de control, que deberán analizarlo, iniciar indagaciones y, de hallar ciertas las alertas del concejal, abrir investigaciones al alcalde Segura o a los miembros de su administración que hayan aprobado este proceso de contratación.
El alcalde Segura le dijo a El Espectador: "Nosotros estamos trabajando con honestidad y con transparencia". Negó que en el contrato hubiera irregularidades así como la afirmación que circula según la cual el dueño de la fundación sería su amigo personal. Dice que prueba de su buena gestión es que este es el único contrato que ha firmado su Alcaldía en virtud de la emergencia del COVID-19, pues, a pesar de ser el municipio de Cundinamarca con más contagiados, dice haber logrado donaciones y colaboraciones de los habitantes de Chía a través de la gestión.
Sin embargo, reconoce que algunos precios de los productos estaban por encima del precio comercial y dice que por eso él mismo pidió una adenda al contrato este lunes. Aunque asegura que venía gestionando las modificaciones a los precios desde la semana pasada, en el sistema estatala de contratación pública aparece la adenda hecha este 13 de abril y allí se evidencia que hubo una disminución considerable en el valor final del contrato: de $172 millones, Chia pagará $130 millones, más IVA. Además, dijo que siguen revisando el contrato y sentenció: "no giramos un solo peso hasta que estemos seguros de que esté bien".
*Nota de la editora: Esta nota fue actualizada en la tarde de este lunes para incluir las respuestas del alcalde Segura a nuestras inquietudes.