La Procuraduría regional de juzgamiento de Risaralda tomó medidas de peso para corregir la conducta como funcionario público del teniente y oficial de la Policía Darío Fernando Cabrera Hidalgo, denunciado por acoso laboral en el Quindío.
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El oficial Cabrera Hildalgo fue destituido de la Policía y sancionado con 17 años de inhabilidad para ejercer cargos públicos, por, en pocas palabras, hacerle la vida imposible a una subalterna entre 2019 y 2020, cuando fungía como jefe del grupo de servicios asistenciales de la Policía del Quindío.
“Abusó de su rol jerárquico para cambiarle de manera permanente los turnos que debía cumplir en su calidad de patrullera, la obligó a prestar servicio en su día de descanso y omitió las incapacidades médicas que tenía y le asignó responsabilidades que excedían los horarios laborales”, explicó la Procuraduría.
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Tal fue el acoso laboral que el oficial Cabrera Hidalgo descalificaba constantemente a la entonces patrullera con comentarios hostiles y humillantes. Le entregaba responsabilidades diferentes a las que debía cumplir en la Policía, hasta el punto de que la denunciante se aisló por cuanto sus compañeros evitaban el contacto para no ser víctimas de conductas similares.
Cabrera Hidalgo, además, era el jefe del grupo prestador de atenciones de salud en el Quindío de la Policía Nacional, pero abusaba de su grado para entorpecer el desarrollo del trabajo de su subalterna. Una conducta calificada de gravísima, que fue sancionada en primera instancia y que ahora la Procuraduría General deberá confirmar o modular.
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