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La Procuraduría destituyó e inhabilitó por 17 años al exdirector de la cárcel la Picota de Bogotá, Luis Francisco Perdomo Claros, porque en 2018 le exigió $30 millones a José Bayron Piedrahita Ceballos, un señalado “lavador” de activos del cartel de Cali, a cambio de dejarlo despedirse de su familia, antes de ser extraditado a Estados Unidos.
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La investigación del Ministerio Público reveló que Luis Francisco Perdomo Claros recibió dos pagos de familiares de Piedrahita Ceballos. Uno por $10 millones y otro por $20 millones. Este último le fue entregado en un establecimiento ubicado en la plazoleta de comidas de un hotel en Bogotá, donde fue capturado en flagrancia por investigadores del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de la Nación.
Estos hechos fueron calificados como una falta gravísima por parte del Ministerio Público, motivo por el cual lo destituyó e inhabilitó.“No resulta admisible que el director de una institución penitenciaria se reúna solo y de manera informal por fuera de su oficina – siendo incluso en su propia oficina cuestionable –, con un familiar de una persona que está privada de la libertad, bajo su cuidado y vigilancia, máxime cuando el mismo investigado, en su intervención, señaló que había comentarios constantes de que al interior de La Picota se cobraba por absolutamente todo y que incluso se utilizaba su nombre o su cargo para ese propósito”.
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José Bayron Piedrahita Ceballos, duró casi 22 años esquivando a la justicia de los Estados Unidos, la cual, desde 1996, profirió en su contra una acusación (indictment) y pidió su arresto, junto con el de Miguel Rodríguez Orejuela. En 2019 admitió haber cometido los cargos que se le endilgaban, todos en relación con los sobornos que le dio a Christopher Ciccione, un funcionario federal de Homeland Security (Seguridad Nacional), a cambio de dejar de desaparecer del radar de las autoridades de ese país y, por ende, evitar ir a la cárcel con base en el indictment de 1997 que lo vinculaba con el cartel de Cali.
Para que Ciccione consiguiera que el Departamento de Justicia desistiera de ir tras Piedrahita, recibió de él en 2010 dinero, cenas costosas, licores y prostitutas. A cambio, Ciccione falsificó registros e, incluso, les mintió a sus supervisores para que el indictment ya no tuviera vigencia y, por ende, Piedrahita pudiera ingresar a los Estados Unidos. El intermediario, según EE.UU. fue un hombre llamado Juan Carlos Velasco Cano. Por estos hechos fue sentenciando a dos años y tres meses. Este hombre también es investigado en Argentina.
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