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En desarrollo de la investigación por el escándalo suscitado por la visita de dos emisarios de alias Don Berna a la Casa de Nariño, una comisión de la Procuraduría General de la Nación se desplazó el miércoles pasado hasta la cárcel La Picota, en Bogotá, para recibir la declaración del ex director de informática del DAS y testigo estelar de la parapolítica, Rafael García Torres.
Su testimonio era importante para los investigadores en tanto que García fue uno de los protagonistas de las grabaciones clandestinas que le entregaron a funcionarios de Palacio el abogado de Don Berna, Diego Álvarez y el desmovilizado de las Auc, Antonio López, alias Job. Entre las “supuestas pruebas” del complot que estaría fraguando la Corte Suprema en contra del Presidente aparecen varias conversaciones entre Don Berna y Rafael García en la cárcel.
Estos encuentros, grabados por el extraditado ex jefe de las autodefensas, motivaron la diligencia judicial, que se llevó a cabo el miércoles en la mañana y que duró cerca de una hora. El Espectador conoció que García les dijo a los investigadores de la Procuraduría que Don Berna le confesó que tenía “línea directa con el Gobierno”. Cuando le preguntaron por el artículo de la revista Semana —que destapó el escándalo—, señaló que no se referiría a ninguna grabación divulgada, porque éstas fueron ilegales “y ni siquiera me consta que existan o que estén en el expediente”.
De cualquier manera, García sostuvo que sí recordaba haber tenido largas conversaciones con Don Berna en las que éste le preguntó insistentemente sobre si sabía algo en contra del presidente Álvaro Uribe, el fiscal Mario Iguarán, el procurador Edgardo Maya, entre otros dirigentes nacionales. En esencia, reconoció que el extraditado ex jefe paramilitar buscaba afanosamente de él información comprometedora. Por eso, sugirió que Don Berna le estaba haciendo inteligencia. Y recordó que era la segunda vez que aparecían conversaciones privadas suyas en los medios porque en 2006 la revista Cambio había divulgado algunas.
Por último, relató García que en varias ocasiones presenció largas reuniones entre Job y Don Berna en la cárcel y que su cercanía era evidente. De hecho, dijo, un día Job le comentó a él que si no se serenaba con las denuncias que estaba haciendo de las investigaciones de la parapolítica nunca iba a salir de prisión. En su declaración el ex director de informática del DAS le pidió a la Procuraduría que investigara cómo y a través de quién alias Don Berna pudo ingresar a La Picota equipos de grabación para articular el complot.