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Aunque en varias ocasiones el ex comandante del Ejército, general (r) Mario Montoya Uribe, ha sido salpicado de tener supuestos vínculos con grupos de autodefensa, el alto oficial, hoy embajador en República Dominicana, ha capoteado los señalamientos y ha tildado de mentirosos a sus acusadores. No obstante, el narcoparamilitar Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, pedido en extradición por Estados Unidos, puso nuevamente su nombre en entredicho.
Al reiniciar su versión libre en la Fiscalía, Don Mario manifestó que en 2004 el general (r) recibió de parte del bloque Centauros $1.500 millones por ayudarlo militarmente en su guerra contra Los Buitragueños, grupo comandado por Martín Llanos en Meta y Casanare. Y añadió que el extinto jefe del bloque Centauros, Miguel Arroyave, le habría entregado un apartamento en Bogotá avaluado en cerca de $400 millones.
En cuestión de horas, el general (r) Montoya respondió las imputaciones. Desde República Dominicana aseguró: “Repudio rotundamente las acusaciones contra mí, son malintencionadas y tienen un único propósito de causarme daño”. Agregó que entre 2003 y 2004 se encontraba en Medellín, comandando la IV brigada del Ejército, y posteriormente asumió la jefatura del Comando Conjunto N° 1 del Caribe, con sede en Santa Marta; es decir, lejos de Casanare y Meta, lugares donde lo relacionó Don Mario.
Además de estas explosivas declaraciones, entregadas a la fiscal Elba Beatriz Silva, Don Mario afirmó que el coronel (r) del Ejército Héctor Alejandro Cabuya de León se reunió con paramilitares de los Llanos en 2002, igual que otro oficial para acordar una estrategia conjunta de guerra contra las autodefensas de Martín Llanos por el dominio de la zona. Autoridades calculan que esta guerra provocó alrededor de 3.000 muertes.
Don Mario relató que como jefe de finanzas del bloque Centauros les giró mensualmente $120 millones a oficiales de la Policía de ocho municipios metenses, que un capitán de apellido Chala, al parecer segundo comandante del Gaula Casanare, recibió $400 millones para apoyar a las Auc, y que un piloto de la Fuerza Aérea, alias Halcón, colaboró en la misma guerra bombardeando ubicaciones indicadas por los ‘paras’.
En el marco de ese conflicto con el grupo de Martín Llanos, Rendón Herrera aseveró que al menos un centenar de civiles habrían sido ejecutados extrajudicialmente y presentados luego como guerrilleros muertos en combate. Y como si fuera poco, describió que había personas cuya función consistía en recoger hombres en discotecas o en calles de Villavicencio para, posteriormente, asesinarlos.
No es la primera vez que el general (r) Montoya ha sido señalado. El extraditado jefe paramilitar Diego Fernando Murillo (Don Berna) sostuvo que militares y Auc realizaron juntos la operación ‘Orión’ en 2002 en las comunas de Medellín, cuando el oficial era comandante de la IV Brigada. A su turno Luis Adrián Palacio (Diomedes) aseguró que el comandante Doble Cero le entregó armas a Montoya para expulsar a integrantes de las milicias urbanas de Medellín.
No obstante, hasta la fecha, no existe investigación formal en contra del alto oficial (r). Cuando Diomedes lo acusó, Montoya informó que éste fue expulsado del Ejército por orden suya, lo tildó de mentiroso y dijo que estaba dispuesto a probar su inocencia. Sin embargo, esta nueva acusación lo pone en un escenario difícil.