“Me acusan de operaciones contra personas que se acercan a la paz”: Danilo Rueda
El alto comisionado para la Paz se refirió a los temas más espinosos con los que han querido relacionar su gestión, como el cartel de abogados que estaría pidiendo dinero a cambio de beneficios, su relación con el hermano del presidente, Juan Fernando Petro, y los seguimientos, acusaciones y posibles entrampamientos de los que sería víctima.
Natalia Herrera Durán
David Escobar Moreno
Cinco días después de que se conocieran los pormenores del caso que involucra a la familia del presidente Gustavo Petro, en supuestas andanzas ilegales que él mismo pidió que se investigara, el alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, habló con El Espectador. Su testimonio es clave en este asunto, pues lo que se sabe hasta ahora es que el escándalo que rodea especialmente al hermano del presidente tiene que ver con un supuesto cartel de abogados que han estado en cárceles del país pidiendo dinero, a cambio de beneficios o prebendas de la paz total, el programa bandera del gobierno y que lidera Rueda.
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Cinco días después de que se conocieran los pormenores del caso que involucra a la familia del presidente Gustavo Petro, en supuestas andanzas ilegales que él mismo pidió que se investigara, el alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, habló con El Espectador. Su testimonio es clave en este asunto, pues lo que se sabe hasta ahora es que el escándalo que rodea especialmente al hermano del presidente tiene que ver con un supuesto cartel de abogados que han estado en cárceles del país pidiendo dinero, a cambio de beneficios o prebendas de la paz total, el programa bandera del gobierno y que lidera Rueda.
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El comisionado reconoció que hay varios abogados desacreditando su trabajo en diferentes espacios y negó tener hoy una relación de cercanía con Juan Fernando Petro, el hermano del presidente. Aseguró que le hacen seguimientos y que, recientemente, le quisieron montar una trampa, cuando un hombre desconocido se le acercó con un maletín a ofrecerle una comisión de un millón de dólares a cambio de beneficios para mafiosos.
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¿Qué le dice al senador y presidente del Congreso, Roy Barreras, que hoy afirmó que el Gobierno no debe negociar la paz con narcos?
Tenemos claro, desde siempre, que la Fiscalía es la que debe asumir los asuntos de sujeción judicial y el tránsito al Estado de Derecho, la protección de los derechos de las victimas y las garantías para los procesados, conforme a lo que apruebe el Congreso y sea examinado por la Corte Constitucional. Entre tanto, el Gobierno Nacional actúa para proteger a los ciudadanos que habitan en zonas de operaciones.
La semana pasada, el fiscal general Francisco Barbosa lo acusó de haberle mentido al país. Puntualmente, dijo que mintió cuando señaló que había denunciado unos hechos relacionados a un monto de unos pagos que se habrían hecho para trasladar a un preso de una cárcel a otra. También dijo que no ha asistido a dos citaciones judiciales ¿Qué le responde?
Pues, yo respeto al fiscal general. Solo puedo decir que tengo pruebas de que hay una denuncia. La presenté hace más de un mes. Entiendo que él hable así públicamente, lo respeto, pero igual si el propósito común es respetar la Constitución y la ley, la Constitución nos invita a construir la paz. Yo estoy en eso y cuento con la Fiscalía y estoy seguro de que él va a obrar en derecho. Y desconozco esas citaciones a la Fiscalía.
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¿Qué más detalles desconocidos aún nos puede dar sobre esa denuncia acerca del pago de 120 millones para mover un preso?
Esa información la recibimos a través de una fuente periodística y fue confirmada en los siguientes días. Yo no recuerdo el nombre de la persona privada de la libertad, pero sé que el monto fue de 120 millones de pesos y creo que la Revista Semana aparece el nombre de la persona (José Omar Henao Acevedo, señalado de ser un capo de la mafia en Antioquia). Y este es un tema que no es nuevo. Llevo recorriendo cárceles desde hace muchos años y siempre pasa eso. Ahora, con la expectativa de la Paz Total y el conjunto de confusiones que existen esto se ha empeorado.
¿Por qué?
Porque les dicen a los privados de la libertad: ‘van a ser gestores de paz’, ‘van a salir rápido de la cárcel’. Así les han dicho los abogados.
¿Cómo sabe que les han dicho eso?
Porque nos llegan comunicaciones escritas donde dicen, postulamos al señor a X, Y o Z como gestor de paz. Entonces dicen, hay oferta en gestorías de paz. Algunos analistas, columnistas, reconocidos periodistas afirman eso. Pero en Colombia solo existen cinco gestores de paz, cuatro nombrados en esta administración, bajo mi conocimiento y con la designación del presidente de la República, Gustavo Petro. Y todos corresponden a un proceso que se adelanta con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
¿Qué más estarían diciendo esos abogados?
Entonces, esos abogados ofrecen gestorías, pero eso es la oferta que ellos mismos hacen. Leen la Ley 2272 y entonces les dicen, “mire, ya en la ley está, entonces este es el camino y usted va a salir”. Les ofrecen eso, les cobran dinero y algunos de ellos dicen: “Es que yo conozco al comisionado”. ¿Cuál es la evidencia? ¿Cuál es la prueba? Ninguna. De pronto una foto tomada en la calle. A mí me pueden buscar, esculcar. Yo tengo una sola cuenta de ahorros desde que era profesor de la universidad. Ahí pueden ver lo que yo he ganado en la vida. Yo soy el mismo de siempre. No tengo miedo, porque no he hecho nada contra la ley, ni contra la Constitución. Yo no estoy cobrándole a nadie ni recibiendo un peso. Pero si sé que están usando mi nombre o el nombre del presidente. En la denuncia que presenté a la Fiscalía incluí eso.
Y hablando de entregas de dinero, en los pabellones de extraditables de la Picota, refieren la entrega de 2.500 millones de pesos a uno de estos abogados. ¿Tiene información sobre eso?
Nosotros carecemos de información precisa de quién recibió el dinero. Sí nos han dicho que hay un abogado que recibió 2.500 millones de pesos en pabellones de extraditados. ¿Quién fue el abogado? Ni idea. Si hubo entrega, ni idea. Pero es ese monto, 2.500 millones. Es más, otro nos dijo, otra información que surgió, que habían pedido un millón de dólares, pero desconocemos. La información sí es que entregaron recursos. A la Picota, la oficina de paz ha ido con y en presencia, insisto, de testigos. Ninguna conversación se hace privadamente.
¿Usted le ha solicitado al INPEC información sobre visitas de estos abogados a cárceles?
No. Creemos que le corresponde a la Fiscalía General de la Nación hacer una verificación de qué abogados han ingresado a las cárceles para que en esa investigación pueda hacer cotejos técnicos y decir, bueno, el posible receptor de los 2.500 millones de pesos o el millón de dólares es tal o tal grupo de abogados.
El Tiempo la semana pasada habló de la existencia de un audio que tendrían las autoridades estadounidenses, en el que se escucharía a Juan Fernando Petro, el hermano del presidente, y a dos capos del narcotráfico, Leonardo Muñoz o Douglas y Jhon Fredy Zapata o Messi. ¿Tiene alguna información sobre eso?
Sabemos que existen audios, videos y chats en poder de las autoridades judiciales de los Estados Unidos con relación a la venta de supuestas prebendas a través de la Paz Total. En el caso del señor Douglas, insisto, todas nuestras conversaciones se han desarrollado con testigos y en esas reuniones ni hemos hablado de que no van a extraditarlo ni hemos hablado de excarcelaciones, hemos hablado de si él tiene o no una disposición cierta a construir escenarios de la Paz Total. Con el señor Messi no hemos tenido ningún tipo de contacto.
Se ha mencionado una estrategia de prestigio en su contra como parte de abogados muy cercanos también a Juan Fernando Petro y al mismo Gustavo Petro, ¿Qué información tiene de eso?
Yo conozco sobre uno de los abogados que hablan en contra de lo que se está haciendo, sí, y lo he recibido. Pero repito lo que he hecho, yo aquí solamente soy un servidor de la paz, obviamente no soy perfecto, todo es perfectible, todas las críticas son recibidas. Ahora, si eso genera efectos que bloquean los acercamientos, yo puedo decir que sí. Es más, a mí me han informado que han hecho acusaciones en el sentido de que yo he ordenado operaciones de asesinatos sobre personas que se acercan a la participación de escenarios de paz. O sea, las imputaciones son graves, pero pues yo estoy tranquilo porque yo no soy de ese talante, nunca lo he sido, y no creo que vaya a cambiar en eso.
Pero creo que esos son más juegos de poder inescrupulosos porque aquí hay negocios en torno a la paz, y no solamente se trata de carteles o grupos de abogados. No ha sido fácil lograr terminar esta fase de exploraciones. No ha habido a veces condiciones para poder hacer los acercamientos directos, ha habido saboteos de diverso tipo, y bueno, ahí seguimos intentando hacer la tarea.
Dicen que uno de esos saboteos fue el asesinato de Wílmer Antonio Giraldo, o Siopas, uno de los comandantes de las AGC o Clan del Golfo…
Lo que puedo decir con responsabilidad es que todos esos bloqueos que han existido se tendrán que conocer en algún momento. Pero este no es el momento porque estamos en una fase de mucho cuidado, de mucho peligro para todos. O sea, para quienes nos acercamos por supuesto, pero sobre todo para quienes acercan. Y los puentes que hay que tender, las personas que hacen de puentes corren muchos riesgos, y todo esto es muy delicado. Estamos en una fase de discreción. Cuando se hizo el abordaje para los acercamientos con las Farc se tardó más de un año. Lo que pasa es que la expectativa aquí es altísima, entonces la mirada de todo el mundo está sobre esto y quieren saber todo.
¿Qué más nos puede decir de esa reunión?
Lo que sí les puedo decir es que tuvimos una reunión en la que estuvo Siopas y otro comandante militar del Clan del Golfo, porque no fue posible con los siete que integran la comandancia general. Y lo que yo pude verificar, en consenso con quienes estuvimos en esa reunión, es que había una disposición de eso dos mandos militares, entre ellos Siopas, de ser parte de la Paz Total. En esa reunión resolvimos dudas de fondo que tenían sobre el tipo de reconocimiento y de la naturaleza de su organización, y recibimos claramente una disposición a estar en un proceso de sujeción al Estado de Derecho.
¿O sea que es falso lo que está diciendo la inteligencia militar, sobre que él se quería volar para armar otro grupo en el norte de Antioquia?
Yo no sé si él se quería volar o no, yo solamente puedo hablar de las horas que pasamos conversando con testigos colombianos de alta credibilidad e internacionales, eso es lo que nosotros pudimos concluir de esa conversación, que es la única que se ha podido hacer durante ya siete meses con mandos militares del Clan del Golfo. Ahora, la información que recibimos a través de un comunicado público en estos días nos llena de mucha esperanza porque afirman que han logrado un consenso interno para iniciar un proceso.
Dicen que en los pabellones de la cárcel de Itagüí (donde están varios capos de la Oficina de Envigado) hay mucha incertidumbre sobre cómo quedó la ley de sometimiento en trámite, ¿qué sabe usted de eso?
Nosotros hicimos con un grupo de abogados jóvenes una sistematización de iniciativas de tiempo atrás que se han desarrollado en Colombia e hicimos una contrastación con otras experiencias en el mundo de cómo se habían intentado desmontar grupos de este tipo y qué sistemas judiciales ha habido. Con base en eso y lo que existía en la Ley y la Corte Constitucional, formulamos un conjunto de propuestas que luego se trabajaron en el articulado. ¿Qué dificultad tuvo ese primer proyecto de ley? que generaba una incertidumbre en términos temporales y de lo que tenían que aportar todas estas personas, no en materia de verdad, sino de sus bienes.
Y eso se cayó. ¿Qué intentamos hacer en una segunda fase? Pues con unos senadores de la República, con el Ministerio de Justicia, sacamos una ley mucho más adecuada en el sentido de darles certezas del tiempo de privación de la libertad que se tiene que tener. Aquí no se está siendo ni más laxo ni menos riguroso para enfrentar la impunidad y el intento de un desmonte de la criminalidad. Pero también conocemos que hay otras discusiones que todavía no se conocen, internas, de unos congresistas que podrían estar planteando otro tipo de ley que, con los mismos principios, pueda llegar a los mismos objetivos.
En algunas intervenciones suyas ha mencionado el factor de la llegada del Tren de Aragua en Medellín, ¿Eso cómo ha afectado el relacionamiento con los combos ahí en Medellín?
Siempre hay factores de riesgo. Por ejemplo, cuando hubo comunicaciones públicas del Clan del Golfo empezamos a ver por nuestros viajes territoriales nuevas presencias armadas, presencias de foráneos en zonas de Belén de Bajirá, el Eje Bananero y en la zona de Dabeiba. Decían que estos eran grupos que llegaban con la expectativa de que los otros iban a desocupar el territorio. Pero eso no solamente ocurre en los rurales, sino también en los urbanos. Hay venezolanos, paraguayos, brasileños y mexicanos.
Volviendo al tema de la Oficina de Envigado, ¿cómo es la filigrana de esa negociación de paz si ya no tienen una estructura piramidal sino casi de junta directiva?
Esto puede sonar escandaloso, pero es así. Lo que nosotros hemos visto es que en la mayoría hay un ánimo honesto de cambiar y aportar para cambiar este país. Y eso se debe a sus hijos, a sus esposas o compañeras sentimentales y a las otras mujeres a su alrededor. Hay que verlos como colombianos y colombianas, pues esa es nuestra patria, ese es nuestro país. Hay que ver su condición humana. Ver eso es lo que está abriendo un camino. Eso no quiere decir que se desconozca su rostro oscuro, malévolo, criminal, terrorífico, todo eso, por supuesto. Pero esos hálitos de bondad que hay en cada uno de ellos, lo han logrado sus entornos emocionales y afectivos. Y eso es fundamental, porque entonces eso genera un arraigo y entonces se les pregunta ¿Cómo quiere pasar en la vida? ¿Como el XY criminal o como quien al final dejó una herencia a sus hijos, a sus nietos que puede ser distinta?
Con la captura de a Otoniel, obviamente, se dejó un vacío y como en todos estos procesos, siempre hay gente que quiere seguir en el negocio de la cocaína. Hay un nombre que ha surgido mucho en los últimos meses, que es el de J la Firma. ¿Han tenido reuniones con ellos?
Por eso, insisto, solamente, en medio de todos estos bloqueos, fue posible, hasta hace unas pocas semanas, una reunión con dos de siete comandantes. Si nosotros hubiéramos tenido ese levantamiento de órdenes de captura, por unos pocos días, que eran 15, donde se reunían, con el Gobierno, con testigos internacionales, quizás hoy otra fuera la historia. En esas reuniones queríamos hacer las aclaraciones necesarias. Lamentablemente eso fue imposible.
¿Cuál es el nombre del otro comandante con el que se reunieron?
No se puede decir. Pero está vivo. En la reunión que tuvimos solo hubo dos comandantes de las AGC. Uno de esos fue Siopas. Hubo delegados de los otros mandos, pero solo dos comandantes.
¿Cuál es su actual situación de seguridad? ¿Ha empeorado?
Hoy, a pesar de que tenemos mucho trabajo, yo duermo. Y duermo tranquilo. Y por supuesto que yo sé que aquí estamos tocando cosas muy opacas, cosas muy oscuras, que implican a mucha gente que no quiere que eso se sepa. Y esos mismos temores les asisten a los que son cadenas medias, cadenas bajas, dentro de estos grupos armados, que han visto, han sido testigos de algunas cosas que son, lamentablemente, parte de la historia no conocida en nuestro país, ni reconocida.
¿Ha recibido amenazas recientes?
Seguimientos. He tenido muchos seguimientos. Y también he sabido que quieren hacerme trampas. Recientemente estaba en un sitio parecido a este (un café al norte de Bogotá), se me acercó una persona a ofrecerme 4 millones de dólares. Me dijo, ‘ah, usted es el comisionado, yo le tengo varios clientes, entonces ellos van a entregar US$4 millones y hay US$1 millón 200 para usted’. Yo le dije cuál es su nombre y salió corriendo. Y tenía un maletín. En ese momento yo me encontraba solo. Es decir, que ellos me estaban siguiendo para saber que en algunos momentos estoy solo.
¿Cree que buscaron entramparlo y que esa escena pudo ser grabada?
De pronto, claro, eso pudo ser grabado. De todas formas, yo dije que no y le dije que fuéramos a hablar a la Fiscalía y a la SAE (Sociedad de Activos Especiales). Entonces pues, nada, yo ando muy prevenido. Por ejemplo, si viajo llevo conmigo mi maletín, lo más salvaguardado posible porque de pronto le ponen a uno quien sabe qué. Claro, la otra cosa, que desconoce la gente, es que yo vengo trabajando en esto desde el año 2012.
¿En qué?
Es decir, trabajo en las cárceles, en temas de investigación, en cotejo de información, me he acercado a cercanos o a fuentes criminales, ejerciendo no solamente el periodismo sino el trabajo de defensa a los derechos humanos. Eso ha sido parte de mi trabajo. En los últimos años, logramos algunos resultados judiciales en justicia ordinaria, otros en Corte Interamericana de Derechos Humanos. Tengo dos informes en la Corte Penal Internacional, cuando se cierra el capítulo de Colombia, el examen preliminar, pues ahí quedaron y tienen que ver con sectores empresariales. Lo hicimos con Formando Futuros.
Denos más detalles de esas investigaciones...
Por ejemplo, nosotros hicimos fuentes para que la Comisión de la Verdad se reuniera con empresarios que eran testigos de primera de cómo ocurrieron las masacres de Honduras, La Negra y Punta Coquitos (En 1988). Ese testimonio se perdió judicialmente y nos informaba sobre qué empresarios y militares participaron, cuánto pago hubo. Se perdió esa verdad. Entonces uno piensa, bueno, ¿y qué hacemos con las nuevas generaciones? Entonces uno empieza a relacionarse con los hijos y las hijas de ellos, porque uno está proyectando el país.
¿Por qué nos da ese ejemplo?
Yo sé que están diciendo que yo estaba en un sitio, en una fiesta, en mi ejercicio de vida normal, en donde estaban dos familiares de una persona que se encuentra condenada por graves crímenes. Y dicen que, supuestamente, hay un video de eso. Y así con otras cosas. Antes de ser comisionado ya venía trabajando en eso y de eso hay fotografías. Me preguntan que si me encontré con el hijo de tal comandante paramilitar de las AUC y sí, claro, en ese camino me he encontrado con mucha gente, en ejercicios de reconciliación. Pero eso lo califican como si yo hubiera hecho unos compromisos o pactos con criminales. Y eso sí no.
Volvamos a la reunión que tuvo con dos hijos de un comandante paramilitar, dennos más detalles, dónde fue…
Por San Pedro de Urabá, donde ustedes saben, y el país sabe, que todo sigue igual, pese al proceso que se dio a través de la Ley 975 (desmovilización de los paramilitares).
¿Lo dice por el llamado Pacto de la Picota?
Claro, y para rematar, cuando se da la famosa entrada a La Picota, me ponen otro nombre. El señor del INPEC me pone Juan Ramírez, pero eso no es mi responsabilidad. Le pedí a la Corte Interamericana que interviniera a ver si se dignaban a cambiar eso, que investigaran si era que yo estaba haciendo algo ilegal.
¿Se lo ha pedido a la Fiscalía?
Claro, a través de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz lo denunció. Yo no he hecho ningún pacto. Pero eso se volvió un boomerang político, muchas personas dejaron de hablarme, que yo me tiré la posibilidad del cambio en Colombia, pero yo simplemente fui allá a ver qué le pasaba a esas personas para preguntarles su situación y el escándalo es que fui a hablar con el Gordo García. Y yo le pregunté por su historia, por sus conclusiones de país, después de estar tanto tiempo privado de la libertad. Y los demás que estaban por temas de corrupción, cada uno hablaba su tragedia, su vaina y ya. Pero yo no estaba diciéndoles, oiga, yo, defensor de derechos humanos, les ofrezco un acuerdo.
Han empezado a circular versiones de la existencia de supuestos audios en donde Juan Fernando Petro, el hermano del presidente de la República, estaría hablando con mafiosos de alto calibre, diciendo que usted es su cuota y que está ahí por él, ¿qué dice al respecto?
Pues si yo fuera su cuota, pues él me hubiera dicho que yo iba a ser el comisionado de paz, pero él a mí nunca me lo dijo. Y mi relación con el presidente ha sido de casualidades, en el movimiento de víctimas de crímenes de Estado, con la información que se suministró en su momento para al debate que hizo en el Congreso sobre paramilitarismo, y luego ya en desarrollo de nuestro trabajo territorial tuve la posibilidad de compartir la situación a través de un empresario que nos sacó una cita. Y a partir de eso tuvimos algunos diálogos, y yo le compartí unos documentos que elaboraba sobre el tema del conflicto y buscando salidas a la conflictividad.
¿Cuándo estuvo con Juan Fernando Petro vio algo irregular?
Nuestra relación fue, como insisto, (y hay pruebas visuales) en un encuentro en el que estuvo, organizado por la organización en la que yo trabajaba, con su esposa. En desarrollo de ese encuentro tuvimos un diálogo muy interesante porque él estaba con la perspectiva de mirar lo que sucedía con los niños y los jóvenes. Y justo nosotros estábamos empezando a dar pasos de ese trabajo. Ahí nos encontramos. Participó en unos dos encuentros de memoria y un festival de la memoria, y lo demás fueron coincidencias. Él me invitó alguna vez a conocer algunas cosas de su vida, pero ya, a compartir un poco más con él.
¿En qué momento se rompió la comunicación?
No, es que yo suelo ser un hombre muy solitario, yo no soy de muchas relaciones, sino que pues ya tenemos una responsabilidad y un trabajo. Sucedió lo que sucedió con el famoso Pacto de la Picota, estábamos haciendo un acuerdo entre la Comisión de Justicia y Paz y él, en el desarrollo de ese trabajo de perspectiva generacional, y pues se paró, y dijimos, no, pues ahora todo lo que hagamos va a ser mirado como parte de un pacto. Y eso llevó a que incluso la organización, la Comisión de Justicia y Paz, cancelara actividades que tenía previstas, como para evitar hacer ruidos.
Y luego, pues tuvimos así encuentros muy rápidos, como qué se podía hacer con posterioridad, pero digamos, fue muy casual. Ya esa situación afectó a la organización y aquí se afectan son las víctimas y para mí siempre eso ha sido eso muy sagrado. Son mis referentes éticos y a mí me dolía que estuvieran hablando de unos pactos cuando yo represento por lo menos la voz de un sector de víctimas que estaba en otra cosa, gente que no está cobrando dinero, que no está haciendo pactos de impunidad, sino que estaba simplemente desarrollando nuevos mecanismos para enfrentar la impunidad, pero eso no son negocios, eso es otra cosa.
¿Qué autocrítica le hace a su gestión?
Algunos dicen que la ingenuidad. Pero yo no creo que sea ingenuidad. Yo creo que a veces es más la esperanza, que me mueve por dentro a tener una sensación de demasiado optimismo y quizás por eso de desconocimiento de la realidad. Dos, la ausencia de poder consolidar ya equipos sólidos de asesores y de trabajo. Pero en eso estamos y en eso seguimos. Porque todos estos meses han sido de mucha agitación, porque hemos tenido muchos ofrecimientos para ser parte de la Paz Total. Entonces, ese trabajo ha sido muy de bisturí, muy de minucia. Y ahí, haber creído en algunos, no necesariamente fue lo más acertado, porque después salieron afirmando cosas que eran falsas.
¿A quién cree que, definitivamente, no le interesa la Paz Total?
Hay sectores, de lo que algunos llaman el establecimiento, que no está interesada. Pero yo siento, experimento, percibo, que la gran apuesta del presidente por un gran acuerdo nacional, respetando el Estado de derecho, podría ser una salida importante para todos esos sectores. Ahora, la deuda que existe de una verdad de lo que hemos vivido es un generador de repeticiones. Eso, aunado al hecho de que esas decisiones judiciales, las que se han logrado, no han avanzado en transformaciones. Por eso les digo, usted va hoy a esas zonas donde se originó el paramilitarismo y todo es lo mismo, cambian las motos, las personas, pero como que está instalado ahí.
¿Hay sectores de la fuerza pública que tampoco están interesados en la Paz Total?
Sí, hay sectores, pero en general yo puedo decir que las cúpulas de las fuerzas militares y de Policía son muy respetuosas y aportan mucho en todos estos temas.
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