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Ante las autoridades ya empezó a tramitarse la extradición a Estados Unidos de Alexánder Serna Giraldo, capturado la semana pasada, conocido en el mundo del narcotráfico como alias el Loco y uno de los capos ocultos del norte del Valle del Cauca en el tráfico internacional de cocaína. De acuerdo con la investigación adelantada por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía y agentes del FBI, se trata de un narco puro que hasta hace algunos años no estaba en el radar de las autoridades. Fue candidato a la Alcaldía del municipio de Obando, en el Valle, un controlador aéreo que movió toneladas de cocaína al exterior e integra, junto con sus primos, la temida banda sicarial de los Flacos en Cartago.
Su perfil, dice la investigación en su contra, le sirvió para pasar inadvertido en el tráfico de drogas, que principalmente la desarrollaba con el Clan del Golfo, la organización criminal y narcotraficante más grande de Colombia, liderada por alias Otoniel, el hombre más buscado por las autoridades. La Dijín asegura que alias el Loco era parte fundamental por el andamiaje que tenía para el envío de grandes alijos de cocaína, el cual creó por su condición de piloto y su cargo como inspector aéreo del aeropuerto de Santa Ana de Cartago, desde donde, asevera la Policía, tenía la capacidad de enviar, a través de avionetas, 10 toneladas de cocaína al mes con destino a México y Guatemala.
El Loco, considerado el principal eslabón del narcotráfico en el Valle del Cauca, es solicitado en extradición por la Corte del Distrito Sur de Florida por los delitos de narcotráfico y conspiración. Sus tentáculos criminales, señala la Dijín, habrían tenido injerencia en otros departamentos, como Antioquia, Córdoba, Cesar y Bolívar, donde también se llevaba a cabo el procesamiento, transporte y envío de cocaína. Como es usual en estos casos, Serna Giraldo cayó en el radar de las autoridades cuando su esposa, quien es influenciadora en Instagram, empezó a mostrar en sus redes sociales la lujosa vida que ostentaban y que no coincidía con el salario que recibía como inspector en el aeropuerto de Cartago.
Serna Giraldo era tan reconocido en la región, que en diciembre de 2018 los medios regionales registraron el accidente que tuvo en ese momento durante un vuelo entre Buga y El Cerrito, cuando se desplazaba a bordo de una avioneta ultraligera en compañía de otra persona. Al parecer, el pequeño avión impactó de frente con una bandada de aves que se encontraba en la ruta destrozando el spinner que sostiene la hélice, dejándola inservible. Alias el Loco logró aterrizar en predios de un ingenio azucarero de la región y logró salir ileso. A los pocos meses, en febrero de 2019, inició a través de esos medios locales su campaña a la Alcaldía de Obando.
Durante una entrevista, Serna Giraldo fue presentado como un reconocido líder social que llevaba 25 años en trabajo comunitario que vuela muy alto y quiere renovar la clase política tradicional. “De los locos salen cosas buenas (...) vamos a transformar esta política tradicional en una de locos-cuerdos para mejorar el municipio y ayudar a las personas más humildes (...) Llevo más de dos décadas ayudando a empujar este barco a quienes ya han sido alcaldes. Hemos sido muy independientes. Hoy espero que le ayuden echándole gasolina a este avión que ya se fue”, señaló Serna en ese momento a un grupo de periodistas locales.
Ya en plena campaña política, las autoridades tenían conocimiento de las andanzas de Serna Giraldo. Durante varios años consolidó una importante fortuna, ostentando lujosos vehículos y propiedades, en las que mantenía reuniones con integrantes de su estructura delincuencial, señala la investigación de las autoridades colombianas. El Loco, además de ser conocido por su aspiración electoral a la Alcaldía de Obando en 2019 por el Partido ASI (quedó tercero, con 1.500 votos), también se sabía que es primo de John Freddy Montoya Serna, alias el Flaco, cabeza del grupo criminal los Flacos y ficha de Otoniel en Cartago. Además, fuentes locales dicen que su poder armado siempre sale a flote en el norte del Valle en período de elecciones.
Lo que han podido determinar las autoridades es que este grupo sicarial logró convertirse, para 2008, en la mano criminal de poderosos capos del mundo delincuencial, como el narcoparamilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y alias 31, señalados de crear La Terraza, oficina de cobro y sicarial que operaba en el Eje Cafetero. Uno de los crímenes que se le endilgan es el asesinato de Ignacio Londoño, abogado vinculado al cartel del norte del Valle y a los hermanos Comba. El crimen fue cometido en 2015 y, antes de ser asesinado, Londoño le dijo a su familia que si algo le pasaba, detrás del crimen podría estar alias Gafas, otro hombre que representó judicialmente a narcos y ha sido mencionado en otros casos vinculados a la mafia.
Por ahora las autoridades siguen tras la pista de las otras piezas de la red criminal de el Loco y sus enlaces con la gente de Otoniel. Un hecho que todavía no es muy claro son los logos con que son contramarcados sus alijos de cocaína. Unos tienen la marca de una corona, que indican la alta calidad del producto, y otras tienen las marcas R3 y TXL, las cuales, hasta el momento, no es claro a qué se refieren. Investigadores de la Policía Antinarcóticos dicen que en este mundo del narcotráfico existen sellos de animales, con la cara de Messi, Bob Marley, Pablo Escobar, escudos de equipos de fútbol y que determinan de qué narcotraficante son o su destino final.