El caso Uribe y la versión de la exfiscal Hilda Niño
El próximo 25 de agosto le leerán sentencia en la Corte Suprema: cinco años de prisión por haber recibido $245 millones del narcotraficante “el Mellizo” a cambio de favorecerlo con sus decisiones como fiscal.
Para la exfiscal Hilda Niño, en la Fiscalía no hubo otra cosa que un complot del fiscal general, Eduardo Montealegre, para perjudicar a los hermanos Santiago y Álvaro Uribe Vélez. Esta semana Niño, quien se encuentra privada de la libertad desde 2017, volvió a hablar con medios de comunicación para refrendar lo que ya ha dicho: que fue testigo de que el exdirector de la Unidad de Justicia y Paz (hoy Justicia Transicional), Carlos Fidel Villamil, ofrecía beneficios a exparamilitares a cambio de que dieran fe de nexos entre los Uribe y ese grupo ilegal. Y agregó que, por esa época, el exmagistrado José Leonidas Bustos ejercía influencia sobre el ente investigador.
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Para la exfiscal Hilda Niño, en la Fiscalía no hubo otra cosa que un complot del fiscal general, Eduardo Montealegre, para perjudicar a los hermanos Santiago y Álvaro Uribe Vélez. Esta semana Niño, quien se encuentra privada de la libertad desde 2017, volvió a hablar con medios de comunicación para refrendar lo que ya ha dicho: que fue testigo de que el exdirector de la Unidad de Justicia y Paz (hoy Justicia Transicional), Carlos Fidel Villamil, ofrecía beneficios a exparamilitares a cambio de que dieran fe de nexos entre los Uribe y ese grupo ilegal. Y agregó que, por esa época, el exmagistrado José Leonidas Bustos ejercía influencia sobre el ente investigador.
Hilda Niño se vinculó a la Fiscalía en 1997. En 2009 pasó a ser fiscal de la Unidad de Justicia y Paz y, seis años más tarde, asumió la coordinación de esta unidad. Pero su carrera profesional se vino abajo el 10 de julio de 2017, cuando fue detenida luego de que se conociera que recibió sobornos del extraditado narco Miguel Ángel Mejía Múnera, alias el Mellizo, y de Orlando Villa Zapata, ambos desmovilizados del bloque Vencedores de Arauca. Hoy se encuentra recluida en una estación de carabineros de la Policía, con un principio de oportunidad aprobado y un preacuerdo avalado por cinco años en prisión.
En estos tres años que lleva detenida han ocurrido varios sucesos que terminaron relacionándola con el proceso que avanza en la Corte Suprema contra el expresidente Uribe por soborno en actuación penal y fraude procesal. Su declaración aparece como uno de los elementos que evaluó el alto tribunal para ordenar la detención del expresidente Uribe, la cual se hizo efectiva el pasado 12 de agosto. Ella le entregó a la Fiscalía una matriz con 47 temas, de los cuales, aseguró, estaba dispuesta a revelar todo. Uno de ellos era el caso Santiago Uribe. La Fiscalía, sin embargo, decantó lo que ella decía saber y solo quedaron 10 temas. El de Santiago Uribe quedó por fuera.
Además, como era de esperarse, Niño se refirió al caso Uribe. Tal como lo viene diciendo desde hace tres años, reiteró que fue testigo de un presunto complot que se gestó en la Fiscalía para enlodar a los hermanos Uribe Vélez, vinculándolos con exparamilitares. Por eso la Sala de Instrucción de la Corte Suprema la citó para escucharla, pues está probado que ella también tuvo contacto con el abogado Diego Cadena, quien, según la Fiscalía -que le abrió investigación al litigante-, este ofreció prebendas a ciertas personas para que testificaran en favor del expresidente Uribe, hecho que él niega y que Uribe mismo rechaza también.
En la entrevista para la W Radio empezó por aclarar que ella denunció el supuesto complot -el cual el exfiscal Eduardo Montealegre le dijo a la Corte que nunca existió- desde antes de conocer a Diego Cadena. “En una visita que el doctor Alfredo Gómez (su abogado) me hizo a El Buen Pastor, debió ser más o menos para cuando llegué a El Buen Pastor (16 de junio de 2017), le comenté que estaba pensando en la posibilidad de hacer un acuerdo con la Fiscalía porque no iba a morirme en una cárcel. Me dijo: ¿usted tiene algo para decir, para contar, información importante?”. Ella le dijo que podía hablar del “manejo” de José Leonidas Bustos en la Fiscalía.
El exmagistrado Bustos, quien era miembro de la Sala Penal de la Corte Suprema, se fue del país a finales de 2018, en medio de investigaciones en su contra por su presunta participación en el cartel de la toga. Niño ha afirmado que Bustos entregó una lista con nombres de exparamilitares al entonces vicefiscal, Jorge Fernando Perdomo, para que acusaran falsamente a los Uribe. El propio exsenador Uribe ha manifestado la desconfianza que siente hacia Bustos, quien era muy cercano al fiscal Eduardo Montealegre. Bustos, a su vez, ha criticado el papel del líder político y su partido, el Centro Democrático, porque “se han aprovechado del escándalo (cartel de la toga) para menospreciar a la justicia colombiana”.
Agregó que, bajo juramento, declaró ante la Fiscalía que Villamil y un grupo de investigadores estaban encargados de conseguir testimonios en contra de los Uribe Vélez que los vincularan con “paras”. A cambio, supuestamente, les ofrecían beneficios como mejorar su situación carcelaria o su permanencia en Justicia y Paz. Niño indicó, sin embargo, que no fue testigo directa de la participación de Montealegre. “Villamil siempre me mencionaba que esto era un tema del doctor Montealegre. No puedo decir eso porque no me consta, ni escuché una orden de él. Pero Villamil siempre decía es una orden del jefe y el jefe era él”, aclaró.
Asimismo, habló de una lista de unos 15 testigos que se le habría entregado al vicefiscal, Jorge Perdomo, para que desde la Unidad de Justicia y Paz se hiciera una selección de quiénes podían entregar testimonios en contra de los Uribe a cambio de prebendas. Afirmó que cuando Villamil salió a vacaciones y quedó como directora encargada de la Unidad, ella misma entregó un resultado de ese trabajo al asesor del vicefiscal, Manuel Ayala. “Eso me generó un problema grandísimo porque se entendía que era un tema supremamente secreto, confidencial, que se entendía que solo podía manejar el doctor Villamil”, explicó Hilda Niño.
Incluso, aseguró los ofrecimientos llegaron hasta el Mellizo Mejía Múnera, cuyo caso ella sí manejaba. Dijo que, para la época se hablaba de la exclusión del exparamilitar de Justicia y Paz, Carlos Fidel Villamil le habría mandado la razón de que si hablaba algo de los Uribe, podría continuar en ese programa, el cual le garantizaba una pena de máximo ocho años de prisión en Colombia. “Las pruebas las tengo, se las entregué a la Corte Suprema. Son pruebas que se hicieron por una entrega pericial para que no se fuera a decir que yo modifiqué, alteré, esto lo hizo un perito que trabaja para la defensa mía y le dije dónde estaba la información y qué debía descargar”.
“Se me censura de no haber denunciado en su momento, pero, primero, soy madre cabeza de familia; segundo, yo vivía de mi sueldo; tercero, lo único que he sabido hacer en la vida es trabajar. Yo llegué donde llegué por mérito (...) cómo voy a denunciar a mi jefe y a un vicefiscal general de la nación que tenía un 90% de posibilidad de ser ternado para ser el fiscal general de la nación, era imposible”, dijo Niño hace unos días, omitiendo, entre otros datos, que fue procesada por haber recibido $245 millones de parte del Mellizo Mejía Múnera. Cuando fue capturada, se encontraron $175 millones en efectivo en su apartamento.
Y como denunció y nada pasó, aseguró, creyó que al expresidente Uribe sí le interesarían sus declaraciones. Por un familiar contactó al excongresista Hernando Torres para que le hablara a Uribe de ella y, en efecto, el senador Uribe le envió al abogado Diego Cadena. En este momento inició la conexión entre Hilda Niño, el expresidente y su abogado, que luego fue cuestionada por la Corte Suprema porque, justo cuando se materializó esta relación, la exfiscal logró un traslado de cárcel que llevaba pidiendo meses. Aunque la Corte dejó claro también que, en su caso, no podía afirmar que hubo ofrecimiento de prebendas para que declarara.
Sin embargo, para la Corte Suprema sí hay ciertas contradicciones en la versión que la exfuncionaria ha sostenido durante años. Para empezar, la Corte indicó que Niño, al referirse al primer encuentro con Cadena, primero dijo que lo conoció en agosto de 2017 cuando visitaba a la también condenada exfiscal Tatiana Oliveros en El Buen Pastor, pero, luego, “contradictoriamente afirma que el abogado Cadena fue a visitar a su amiga Tatiana Oliveros, para luego decir que la visitó a ella (…) no se comprende entonces cuál es el motivo de la visita de Diego Cadena ese día”, señaló la Sala de Instrucción en el documento del pasado 3 de agosto.
La segunda reunión habría sido en marzo o abril de 2018, es decir, cuando ya la Corte había ordenado investigar a Uribe. Allí, Niño le habría pedido a Cadena solicitar que la Fiscalía la oyera en el proceso de Santiago Uribe -lo cual no ocurrió- y, allí mismo, le preguntó si sabía cómo conseguir un cupo en el Centro de Estudios Superior de la Policía (Cespo). “Si bien afirma (Hilda Niño) que el aforado Uribe Vélez nunca le ayudó, coincidencialmente cuando ya estaba en conversaciones con el enviado de este, Diego Cadena, y tras seis meses de lucha en los que no había logrado nada, fue cuando consiguió finalmente su traslado de sitio de reclusión”, indicó el alto tribunal.
Además, la Sala de Instrucción de la Corte señaló que la solicitud que “libre, espontánea y voluntariamente” quiso radicar la exfuncionaria ante la Fiscalía para ser escuchada fue objeto de seguimiento y refuerzo por parte de Uribe y Cadena, como lo demuestra una conversación del 2 de mayo de 2018, interceptada por el alto tribunal, entre el abogado y la exfiscal, en la que ella pregunta si le pareció bien hecha la solicitud para declarar y si ya la radicó. Cadena respondió: “Perfecto, y el señor llamó allá para que le dieran a eso trámite directamente (…) regáleme una llamadita el viernes y yo le averiguo en qué estado va eso, pero despertó muchísimo interés”.
Aunque para la Corte no hubo cómo probar un ofrecimiento de dádivas a Niño, su salida de El Bueno Pastor y su llegada a una estación de carabineros de la Policía es una coincidencia diciente en un proceso lleno de presuntos ofrecimientos a testigos. La Sala de Instrucción de la Corte, no obstante, tiene ahora un reto mucho mayor que dilucidar sobre la veracidad de lo que dijo Niño: establecer si el proceso contra Uribe permanece bajo su competencia o se va para la Fiscalía General de la Nación, pues la defensa del exsenador, con él ya por fuera del Congreso, radicó la solicitud y está a la espera de una respuesta.