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El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses continúa con el cotejo de pruebas de ADN para identificar los restos del cura Camilo Torres. Sin embargo, en este proceso se han presentado diferentes problemas que han impedido que se presente un resultado completo en este caso.
Según se ha podido establecer, hasta el momento ha sido imposible hacer la comparación genética del cuerpo exhumado en febrero de 2016 en el cementerio municipal de Bucaramanga, el cual, según la investigación sería el del sacerdote que hizo parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés aseguró que de dichos restos ya se "extraído ADN, es un logro científico importante, porque los restos tienen 50 años. Estamos en el proceso de búsqueda contra quien cotejar". Pero para esto se debe ubicar a un familiar de Torres.
Valdés explicó que hasta el momento no se ha presentado ningún familiar cefcano al cura quien falleció en el desarrollo de un combate con tropas de la Quinta Brigada del Ejército en febrero de 1966.
Hasta el momento los únicos indicios que señalan que dicho cuerpo pertenecería al "cura guerrillero" son puramente históricos y documentales teniendo en cuenta las declaraciones de personas que estuvieron presentes en los hechos.
Pero existe otro problema en este caso. En los útimos meses se han acercado al Instituto forense familiares que reclaman que el cuerpo exhumado por el CTI de la Fiscalía General pertenecen a un cabo del Ejército Nacional.
El Instituto está ubicando a dichas familias para iniciar el cotejo de las muestras y descartar su dicho. Se espera que en los próximos meses se determine si el cuerpo pertenece o no al cabo.