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Un minucioso informe de 31 páginas elaborado por el agente especial Lázaro Andino, del FBI, se ha convertido en el sustento principal de la solicitud de extradición que elevó el gobierno de los Estados Unidos a Colombia para que sean enviados cuanto antes a ese país los llamados ‘carceleros’ de las Farc Alexander Farfán Suárez, alias Gafas y Gerardo Antonio Aguilar, alias César.
El documento, conocido por El Espectador, está repleto de particularidades y en esencia configura una extensa red de apoyo logístico al Frente Primero de las Farc, que opera en los departamentos de Guaviare y Vaupés. Según el agente del FBI, desde el año 2001 ha venido desempeñándose como investigador de la guerrilla, y luego de recibir detallados informes de las Fuerzas Militares colombianas y entrevistar a varios guerrilleros en Colombia y en Estados Unidos, se concentró en las operaciones desplegadas por el Frente Primero de las Farc.
En ese contexto, paso a paso la justicia norteamericana confeccionó un expediente que no sólo tiene ad portas de la extradición a Cesar y a Gafas, capturados en la denominada ‘Operación Jaque’ el pasado 2 de julio, sino que develó cómo operaba la red de narcotráfico de dicho frente, cómo se movían en territorio venezolano, cómo las Farc construyeron pistas aéreas y rutas fluviales para sacar la droga, cómo mantenían un complejo dispositivo para comprar armas, cómo accedieron a equipos satelitales de comunicación y, sobre todo, cómo utilizaron políticamente a los secuestrados, tres de ellos de origen norteamericano.
Hace dos meses y medio fueron capturados Gerardo Aguilar, alias César y Alexander Farfán, alias Gafas, las dos cabezas del frente primero de las Farc, “por medio de una estratagema llevada a cabo por parte de las Fuerzas Militares colombianas que les hicieron creer que estaban asistiendo al transporte de los tres rehenes norteamericanos en un helicóptero que era maniobrado por una organización internacional o no gubernamental, como la que fue provista por el gobierno de Venezuela en enero de 2008 cuando las Farc les dejaron en libertad a ese gobierno a otros rehenes”, según se lee en el informe del FBI.
Como consecuencia de la investigación, trascendió que los jefes guerrilleros desde el año 2002 estaban encargados de procurar armas, munición, artefactos de alta tecnología, dinero y otros materiales que servirían como suministros para el frente primero de las Farc, un grupo de una importancia mayúscula para la guerrilla, en razón a que era el encargado de cuidar el máximo capital de negociación de la subversión: los secuestrados políticos.
Sin embargo, de todo lo dicho y lo no dicho de la ‘Operación Jaque’, una referencia consignada en el informe del FBI, genera nuevas suspicacias sobre la acción militar que permitió la liberación de 15 secuestrados, entre ellos Íngrid Betancourt, los norteamericanos Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell. Según el investigador del FBI, ese 2 de julio las autoridades decomisaron la computadora de Alexander Farfán Suárez, alias Gafas, de la cual se extrajeron varias fotografías de los rehenes estadounidenses. De hecho, en ese computador fue encontrado un video llamado pruebas de supervivencia, el mismo que salió a la luz pública el 29 de noviembre del año pasado cuando las autoridades capturaron a tres presuntos emisarios de las Farc.
Dicho de otro modo, de la computadora de Gafas salieron las pruebas de supervivencia de los secuestrados por la guerrilla. Lo curioso, sin embargo, es que ni el alto mando militar, ni los avezados uniformados que participaron en esta operación, ni la propia Fiscalía habían revelado la existencia del computador de Gafas. ¿Quién lo tiene? ¿Por qué sólo dos meses y medio después se sabe que fue decomisado un PC con valiosa información de las Farc? ¿Acaso está en poder del FBI que lo reseña en su informe? ¿Por qué el Gobierno no informó de este hallazgo? Y, por último, ¿sabe la Fiscalía de la existencia de esta computadora?
Dichas preguntas deberán ser absueltas por la justicia y el Gobierno Nacional. Pero más allá de la controversia, el informe del FBI pone al descubierto muchas otras intimidades de las Farc. Por ejemplo, que la compañera sentimental de César, Nancy Conde Rubio, alias Doris Adriana, hoy extraditada, era el enlace de los compradores de cocaína controlada por las Farc, que en muchos casos le pagaban a la organización con armas y municiones. Dice el investigador Lázaro Andino que en 2003 Gafas viajó a Brasil para hacer entrega de un alijo de cocaína a cambio de armas automáticas.
Sostiene el informe del FBI que en el año 2002 un cómplice de alias Doris Adriana, llamado José María Corredor, alias El Boyaco, hizo entrega de 70 armas de asalto AK 47; que en 2004 proveyó 55 fusiles y 25 pistolas y que un año más tarde hizo lo mismo con 15 armas y minimetralletas a la guerrilla. “Las pruebas indican que entre junio de 2006 y 2008 El Boyaco comenzó a dirigir la red de apoyo logístico de las Farc desde y en Venezuela”.
También aparecen conversaciones que revelaron la existencia de otro enlace clave de las Farc, José Fernando Romero Mejía, quien entre 2002 y 2006 les hizo llegar a las Farc desde Guaviare, Vaupés y Amazonas “rifles, miras telescópicas, pistolas, escopetas, espoletas para bombas y municiones. Asimismo 24 rifles de francotirador de marca Remington”. En una de las grabaciones que está en poder de la justicia norteamericana, Romero Mejía dialoga con otro subversivo sobre la obtención de un préstamo de 60 mil dólares para comprar un avión “para transportar cocaína de Venezuela a Surinam”, porque “el avión que había utilizado la organización anteriormente se había accidentado”.
Del informe también se desprenden conclusiones como el provecho político que le sacaron las Farc al secuestro de los norteamericanos; la presión que intentaron para que fueran liberados Simón Trinidad y alias Sonia o para que el Gobierno concediera una zona desmilitarizada; que el 25 de julio de 2003 las Farc les dieron la orden a los tres norteamericanos para que participaran en una entrevista grabada en video; que los carceleros de las Farc, junto con su red de colaboradores, se movían como peces en el agua en Brasil, Venezuela, Surinam y Guyana Francesa, en donde comercializaban droga y mantenían un suministro de armas; y que las Farc desarrollaron un sistema de transacciones financieras para mover sus millonarias ganancias sin ser detectadas.
En últimas, el documento del FBI dará mucho de qué hablar: comprueba que César y Gafas podrían ser procesados por narcotráfico y no sólo por secuestro, y en segundo lugar siembra pistas sobre el computador –hasta hoy desconocido– de Gafas que ninguna autoridad dice tener o saber de su existencia.
Renunciaron los abogados
Los abogados Rodolfo Ríos y Eduardo Matías, quienes defendían a ‘César’ y ‘Gafas’, renunciaron a seguir representando a los subversivos por diferencia de criterios y por no existir garantías procesales. Aludieron que los guerrilleros les ocultaron información, como por ejemplo el computador que fue incautado el 2 de julio y que al parecer está en poder del FBI. También afirmaron que hasta ahora desconocen el contenido de las grabaciones e interceptaciones de los subversivos que sirvieron de prueba para pedirlos en extradición y que muestran cómo fueron engañados