El cuerpo del fiscal Marcelo Pecci, asesinado en Barú, llega el sábado a Paraguay
Las investigaciones continúan para dar con los responsables del homicidio del funcionario judicial, asesinado en Barú en su luna de miel. El cuerpo llegaría a Asunción el sábado 14 de mayo de un vuelo proveniente de Cartagena, que hará escala en Panamá.
El cuerpo del fiscal antimafia Marcelo Pecci, asesinado el 13 de mayo en playas de Barú, sale este viernes de Cartagena y llegará a Paraguay el sábado de madrugada. Así se lo informó a Efe la embajadora de Asunción en Bogotá, Sophia López Garelli. El propio fiscal general, Francisco Barbosa, confirmó que el cuerpo ya no está en poder de las autoridades colombianas.
(Lea también: El colombiano detenido en Paraguay que fue requisado por la muerte del fiscal Pecci)
“Conseguimos un vuelo de Cartagena a Paraguay, haciendo escala en Panamá, que sale mañana viernes a las tres de la tarde, aproximadamente, y llega a Paraguay a las cuatro de la madrugada del sábado”, informó la embajadora. La diplomática actualmente está en Cartagena colaborando con los trámites.
Barbosa, por su parte, confirmó en Semana que el cuerpo de Marcelo Pecci ya no está en poder de su entidad y fue despachado hacia Paraguay. Según dijo el fiscal general, ya han recaudado más de 120 elementos probatorios en los tres días que han pasado desde el crimen y aprovechó para insistir en o que han dicho la vicefiscal, Martha Mancera, y el director de la Policía, general Jorge Vargas: detrás del asesinato hay una red de crimen transnacional.
(Le puede interesar: La inédita modalidad del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci)
Ya el jueves 12 de mayo habían regresado la periodista Claudia Aguilera, esposa de Pecci y con quien se encontraba de luna de miel, y su hermana. Lo hicieron a bordo del avión presidencial paraguayo en el que trajeron a Colombia a policías para colaborar con las investigaciones.
El asesinato se produjo el martes 10 de mayo, sobre las 10:30 de la mañana. Pecci y Aguilera habían escogido un hotel privado en Barú para su luna de mil, tras contraer matrimonio el pasado 30 de abril en Asunción. Cuando se encontraban en la playa, dos sujetos que aún no han sido identificados llegaron y dispararon en contra del fiscal paraguayo.
El hotel donde se hospedaba la pareja, que poco antes habían anunciado que serían padres, dijo que “sicarios que llegaron en motos acuáticas a la playa” asesinaron al fiscal. Esta forma de asesinato es inédita en Colombia. Previamente, se habían dado algunos casos en México, en los que la víctima está desprotegida en la playa cuando es abordada por sicarios, como le ocurrió a Pecci.
(Lea también: Los casos más importantes del fiscal paraguayo Pecci, asesinado en Barú)
La Policía colombiana, que trabaja de manera conjunta con la paraguaya y con agencias estadounidenses como la DEA y el FBI, baraja como primera hipótesis que Pecci fue asesinado por sus funciones. Como fiscal dedicado a combatir el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo tenía expedientes delicados a su cargo y, al parecer, había sido amenazado en el pasado.
El crimen “fue un magnicidio contra la justicia cometido por un sistema de crimen organizado trasnacional con alta planeación e inversión de recursos para cometer este hecho”, dijo el miércoles el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas.
La Policía ha difundido un retrato hablado de uno de los sospechosos y ofrece casi 500.000 dólares de recompensa por información sobre los autores del crimen.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
El cuerpo del fiscal antimafia Marcelo Pecci, asesinado el 13 de mayo en playas de Barú, sale este viernes de Cartagena y llegará a Paraguay el sábado de madrugada. Así se lo informó a Efe la embajadora de Asunción en Bogotá, Sophia López Garelli. El propio fiscal general, Francisco Barbosa, confirmó que el cuerpo ya no está en poder de las autoridades colombianas.
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“Conseguimos un vuelo de Cartagena a Paraguay, haciendo escala en Panamá, que sale mañana viernes a las tres de la tarde, aproximadamente, y llega a Paraguay a las cuatro de la madrugada del sábado”, informó la embajadora. La diplomática actualmente está en Cartagena colaborando con los trámites.
Barbosa, por su parte, confirmó en Semana que el cuerpo de Marcelo Pecci ya no está en poder de su entidad y fue despachado hacia Paraguay. Según dijo el fiscal general, ya han recaudado más de 120 elementos probatorios en los tres días que han pasado desde el crimen y aprovechó para insistir en o que han dicho la vicefiscal, Martha Mancera, y el director de la Policía, general Jorge Vargas: detrás del asesinato hay una red de crimen transnacional.
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Ya el jueves 12 de mayo habían regresado la periodista Claudia Aguilera, esposa de Pecci y con quien se encontraba de luna de miel, y su hermana. Lo hicieron a bordo del avión presidencial paraguayo en el que trajeron a Colombia a policías para colaborar con las investigaciones.
El asesinato se produjo el martes 10 de mayo, sobre las 10:30 de la mañana. Pecci y Aguilera habían escogido un hotel privado en Barú para su luna de mil, tras contraer matrimonio el pasado 30 de abril en Asunción. Cuando se encontraban en la playa, dos sujetos que aún no han sido identificados llegaron y dispararon en contra del fiscal paraguayo.
El hotel donde se hospedaba la pareja, que poco antes habían anunciado que serían padres, dijo que “sicarios que llegaron en motos acuáticas a la playa” asesinaron al fiscal. Esta forma de asesinato es inédita en Colombia. Previamente, se habían dado algunos casos en México, en los que la víctima está desprotegida en la playa cuando es abordada por sicarios, como le ocurrió a Pecci.
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La Policía colombiana, que trabaja de manera conjunta con la paraguaya y con agencias estadounidenses como la DEA y el FBI, baraja como primera hipótesis que Pecci fue asesinado por sus funciones. Como fiscal dedicado a combatir el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo tenía expedientes delicados a su cargo y, al parecer, había sido amenazado en el pasado.
El crimen “fue un magnicidio contra la justicia cometido por un sistema de crimen organizado trasnacional con alta planeación e inversión de recursos para cometer este hecho”, dijo el miércoles el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas.
La Policía ha difundido un retrato hablado de uno de los sospechosos y ofrece casi 500.000 dólares de recompensa por información sobre los autores del crimen.
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