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                                                                                                                                El Espectador le explica el caso de Jineth Bedoya y la Corte IDH

                                                                                                                                Le explicamos todo lo relacionado con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que le dio la razón a la periodista colombiana y que condenó al Estado por haber permitido su secuestro, tortura, y la violación de sus derechos.

                                                                                                                                La Corte Interamericana señaló que en el secuestro contra la periodista Jineth Bedota también participaron agentes del Estado.
                                                                                                                                Foto: EL ESPECTADOR - CRISTIAN GARAVITO

                                                                                                                                Es miércoles, día de El Espectador explica. En esta oportunidad queremos hablar sobre uno de los temas del momento, pero cuyos orígenes se remontan a un episodio ocurrido a comienzos de este siglo: el caso de la periodista Jineth Bedoya y su lucha contra el Estado colombiano.

                                                                                                                                Esta semana, después de 21 años de negligencia absoluta, en la que llegó hasta a retirarse de la audiencia de juicio, el Estado colombiano perdió la batalla legal en el caso de Bedoya. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó a la nación por haber permitido el secuestro y la tortura, así como por ser responsable de la violación de los derechos a la integridad personal, libertad personal, honra, dignidad y libertad de expresión de la reportera, que en ese entonces trabajaba en El Espectador. Un fallo crucial que deja entrever los horrores que vivió Bedoya en primera persona a comienzos de siglo, cuando el Estado cumplió un rol precario ante la protección de la libertad de prensa. Una sentencia histórica para la prensa en Colombia, para las mujeres periodistas y para cualquier mujer del país.

                                                                                                                                Primero es importante que recordemos lo que se vivía en Colombia a comienzos de siglo. Hace 21 años, ante los ojos del Estado y el país, la cárcel La Modelo en Bogotá se convirtió en un campo de guerra. Los patios 3, 4 y 5 del ala sur fueron controlados por el paramilitarismo y los 1 y 2 del ala norte se hicieron territorio de la guerrilla. Los demás presos se acomodaron a los bandos para sobrevivir.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Como todo ejército en batalla, insurgentes o autodefensas guardaban en sus caletas subametralladoras, revólveres, pistolas, granadas, armas blancas, escopetas. Más de 100 personas murieron en cuatro años, algunas desaparecidas. Fue aquí donde entra el nombre de Jineth Bedoya, entonces reportera de este diario, que se puso en la tarea de que se vivían dentro de la prisión más grande de la capital colombiana.

                                                                                                                                Puede leer: Sin duda, Colombia es responsable de agresiones contra Jineth Bedoya: Corte IDH

                                                                                                                                Su obsesión por contar estas historias se tradujo en 34 textos publicados entre febrero de 1999 y mayo de 2000, con titulares igual de precisos a sus reportes: “Caciques mandan en La Modelo”, “Pescas milagrosas en la cárcel”. Sin tomar partido por contendiente alguno y porque de tiempo atrás las cárceles se habían convertido en pieza central de sus intereses.

                                                                                                                                Ante su recio carácter y el calibre de sus noticias, tampoco le faltaron contradictores. Pronto casó pelea con uno de los sindicatos de guardianes porque contó cómo operaba el tráfico de drogas. Un narcotraficante le hizo saber que si seguía incomodando le iba a cortar la lengua. En La Modelo reverberaba la guerra.

                                                                                                                                A cualquier hora del día, con libre porte de celulares, brazaletes, pasamontañas o chalecos antibalas, la muerte se paseaba por los pasillos y su talión era normal. Cuerpos desmembrados aparecieron en las alcantarillas o en bolsas de basura porque predominaba la ley del silencio. El jueves 27 de abril de 2000 el tema adquirió proporciones de escándalo. En un feroz combate por el control del patio 4 murieron 32 internos. 17 quedaron heridos. Los medios titularon ese día con la masacre.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                A lo mejor la iban a desaparecer, pero a las ocho de la noche, cuando las autoridades rastreaban, sus captores recibieron una contraorden y fue abandonada en un despoblado cerca de la terminal de transporte de la capital del Meta, donde fue recogida por un taxista y llevada a la Policía.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El Estado contestó a la Corte en marzo de 2020 y las audiencias públicas se realizaron el pasado marzo, donde, de nuevo, la periodista tuvo que defender su honra y pelear por su defensa.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La Corte IDH emitió su fallo en 92 páginas, en las que el tribunal internacional detalló cada uno de los hechos que permitieron que Bedoya fuera secuestrada y ultrajada sexualmente, todo bajo el conocimiento de agentes del Estado, bajo un plan orquestado por grupos paramilitares.

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Para llegar a esta sentencia histórica y a estas medidas de reparación, fue necesario que un grupo de abogados especializados entraran a revisar cómo, durante más de 15 años, el Estado y la justicia le seguían fallando a Jineth Bedoya y a su madre, Luz Nelly Lima, quien también fue declarada víctima de todo el proceso.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La Corte Interamericana señaló que en el secuestro contra la periodista Jineth Bedota también participaron agentes del Estado.
                                                                                                                                Foto: EL ESPECTADOR - CRISTIAN GARAVITO

                                                                                                                                Es miércoles, día de El Espectador explica. En esta oportunidad queremos hablar sobre uno de los temas del momento, pero cuyos orígenes se remontan a un episodio ocurrido a comienzos de este siglo: el caso de la periodista Jineth Bedoya y su lucha contra el Estado colombiano.

                                                                                                                                Esta semana, después de 21 años de negligencia absoluta, en la que llegó hasta a retirarse de la audiencia de juicio, el Estado colombiano perdió la batalla legal en el caso de Bedoya. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó a la nación por haber permitido el secuestro y la tortura, así como por ser responsable de la violación de los derechos a la integridad personal, libertad personal, honra, dignidad y libertad de expresión de la reportera, que en ese entonces trabajaba en El Espectador. Un fallo crucial que deja entrever los horrores que vivió Bedoya en primera persona a comienzos de siglo, cuando el Estado cumplió un rol precario ante la protección de la libertad de prensa. Una sentencia histórica para la prensa en Colombia, para las mujeres periodistas y para cualquier mujer del país.

                                                                                                                                Primero es importante que recordemos lo que se vivía en Colombia a comienzos de siglo. Hace 21 años, ante los ojos del Estado y el país, la cárcel La Modelo en Bogotá se convirtió en un campo de guerra. Los patios 3, 4 y 5 del ala sur fueron controlados por el paramilitarismo y los 1 y 2 del ala norte se hicieron territorio de la guerrilla. Los demás presos se acomodaron a los bandos para sobrevivir.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Puede leer: Sin duda, Colombia es responsable de agresiones contra Jineth Bedoya: Corte IDH

                                                                                                                                Su obsesión por contar estas historias se tradujo en 34 textos publicados entre febrero de 1999 y mayo de 2000, con titulares igual de precisos a sus reportes: “Caciques mandan en La Modelo”, “Pescas milagrosas en la cárcel”. Sin tomar partido por contendiente alguno y porque de tiempo atrás las cárceles se habían convertido en pieza central de sus intereses.

                                                                                                                                Ante su recio carácter y el calibre de sus noticias, tampoco le faltaron contradictores. Pronto casó pelea con uno de los sindicatos de guardianes porque contó cómo operaba el tráfico de drogas. Un narcotraficante le hizo saber que si seguía incomodando le iba a cortar la lengua. En La Modelo reverberaba la guerra.

                                                                                                                                A cualquier hora del día, con libre porte de celulares, brazaletes, pasamontañas o chalecos antibalas, la muerte se paseaba por los pasillos y su talión era normal. Cuerpos desmembrados aparecieron en las alcantarillas o en bolsas de basura porque predominaba la ley del silencio. El jueves 27 de abril de 2000 el tema adquirió proporciones de escándalo. En un feroz combate por el control del patio 4 murieron 32 internos. 17 quedaron heridos. Los medios titularon ese día con la masacre.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                A lo mejor la iban a desaparecer, pero a las ocho de la noche, cuando las autoridades rastreaban, sus captores recibieron una contraorden y fue abandonada en un despoblado cerca de la terminal de transporte de la capital del Meta, donde fue recogida por un taxista y llevada a la Policía.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                El Estado contestó a la Corte en marzo de 2020 y las audiencias públicas se realizaron el pasado marzo, donde, de nuevo, la periodista tuvo que defender su honra y pelear por su defensa.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La Corte IDH emitió su fallo en 92 páginas, en las que el tribunal internacional detalló cada uno de los hechos que permitieron que Bedoya fuera secuestrada y ultrajada sexualmente, todo bajo el conocimiento de agentes del Estado, bajo un plan orquestado por grupos paramilitares.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Le recomendamos: La esquizofrenia del Estado colombiano ante el sistema interamericano de DDHH

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                                                                                                                                Para llegar a esta sentencia histórica y a estas medidas de reparación, fue necesario que un grupo de abogados especializados entraran a revisar cómo, durante más de 15 años, el Estado y la justicia le seguían fallando a Jineth Bedoya y a su madre, Luz Nelly Lima, quien también fue declarada víctima de todo el proceso.

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                                                                                                                                No ad for you

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