El fugado narcotraficante “Matamba” murió en operación de la Fuerza Pública
Juan Larinson Castro se había fugado de la cárcel La Picota en marzo pasado y había versiones que especulaban que había sido desaparecido al interior del penal. En ese entonces, estaba por declarar sobre sus nexos con altos oficiales de la Fuerza Pública.
Alias “Matamba” murió en Bolívar (Santander) en una operación de la Fuerza Pública, dio a conocer el presidente Iván Duque. El hombre, cuyo nombre real era Juan Larinson Castro, era señalado de liderar la organización narcoparamilitar Cordillera Sur, una franquicia del Clan del Golfo en el sur del país, y se había fugado de la cárcel La Picota en marzo pasado.
(En contexto: Mayor del Ejército dice que aún hay militares activos que fueron aliados de “Matamba”)
El ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró, que tras la fuga de Matamba, “el presidente dio la instrucción de perseguirlo y, por lo tanto, se había designado un equipo especial de la dirección Antinarcóticos, el mismo grupo que lo había capturado en mayo del 2021 cuanto festejaba su cumpleaños en un conjunto residencial de Bucaramanga”. Molano añadió sobre el operativo: “Hoy fue abatido en combate. Nadie puede burlar la justicia en Colombia. Otro más del Clan del Golfo al que se le acaban sus negocios criminales”.
(Lea también: Quién es Alias “Matamba”, el capo que se fugó de La Picota)
Para cuando se fugó, Matamba permanecía en el pabellón de extraditables de la cárcel Picota a la espera de que se resolviera una solicitud de la justicia de Estados Unidos, que lo requiere por delitos de narcotráfico. Había sido capturado 10 meses antes, en un lujoso apartamento de Floridablanca, Santander. La Fiscalía aseguró en su momento que era el responsable de coordinar la salida del clorhidrato de cocaína desde las zonas de producción ilícita en Rosario, Leiva, Policarpa y Cumbitara (Nariño) hacia el Pacífico colombiano y ecuatoriano, con destino final al cartel mexicano de Sinaloa.
Además, por los días previos a su fuga, Matamba había llenado los titulares, pues una investigación de la Fiscalía apuntaba a que tuvo conexiones con altos mandos militares. Entre ellos, el excomandante de las Fuerzas Militares, el general (r) Leonardo Barrero, y el coronel (r) Robinson González del Río, condenado por más de 40 falsos positivos. Precisamente en marzo, el ente investigador había vinculado a un proceso penal a González del Río y a otros cinco particulares y militares activos porque, al parecer, estaban en la nómina del Clan del Golfo en Nariño.
(Lea también: Las sombras de la mafia que persiguen al general (r) Barrero Gordillo)
La investigación documentó que, bajo el mando del ahora difunto Matamba, la Cordillera Sur reclutó a oficiales y suboficiales del Ejército para consolidar una poderosa empresa criminal en Nariño. La organización armada, por ejemplo, conocía de antemano los operativos que la Fuerza Pública realizaría en la zona, pedía trasladar a oficiales que se interponían con sus intereses y hasta les pagaba nómina a uniformados a los que les exigía atacar con operativos a su contrincante en el negocio del narcotráfico.
Precisamente esta semana, El Espectador reveló una comunicación secreta del Ejército en la que un mayor que tiene cómo saberlo asegura que todavía hay militares activos que tienen nexos con Matamba. “Se conoce que aún siguen vinculados oficiales de rangos superiores activos, fieles a esa estructura, que no quieren que se siga auscultando para que salgan a la luz pública”, dice el documento que conoció este diario.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Alias “Matamba” murió en Bolívar (Santander) en una operación de la Fuerza Pública, dio a conocer el presidente Iván Duque. El hombre, cuyo nombre real era Juan Larinson Castro, era señalado de liderar la organización narcoparamilitar Cordillera Sur, una franquicia del Clan del Golfo en el sur del país, y se había fugado de la cárcel La Picota en marzo pasado.
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El ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró, que tras la fuga de Matamba, “el presidente dio la instrucción de perseguirlo y, por lo tanto, se había designado un equipo especial de la dirección Antinarcóticos, el mismo grupo que lo había capturado en mayo del 2021 cuanto festejaba su cumpleaños en un conjunto residencial de Bucaramanga”. Molano añadió sobre el operativo: “Hoy fue abatido en combate. Nadie puede burlar la justicia en Colombia. Otro más del Clan del Golfo al que se le acaban sus negocios criminales”.
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Para cuando se fugó, Matamba permanecía en el pabellón de extraditables de la cárcel Picota a la espera de que se resolviera una solicitud de la justicia de Estados Unidos, que lo requiere por delitos de narcotráfico. Había sido capturado 10 meses antes, en un lujoso apartamento de Floridablanca, Santander. La Fiscalía aseguró en su momento que era el responsable de coordinar la salida del clorhidrato de cocaína desde las zonas de producción ilícita en Rosario, Leiva, Policarpa y Cumbitara (Nariño) hacia el Pacífico colombiano y ecuatoriano, con destino final al cartel mexicano de Sinaloa.
Además, por los días previos a su fuga, Matamba había llenado los titulares, pues una investigación de la Fiscalía apuntaba a que tuvo conexiones con altos mandos militares. Entre ellos, el excomandante de las Fuerzas Militares, el general (r) Leonardo Barrero, y el coronel (r) Robinson González del Río, condenado por más de 40 falsos positivos. Precisamente en marzo, el ente investigador había vinculado a un proceso penal a González del Río y a otros cinco particulares y militares activos porque, al parecer, estaban en la nómina del Clan del Golfo en Nariño.
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La investigación documentó que, bajo el mando del ahora difunto Matamba, la Cordillera Sur reclutó a oficiales y suboficiales del Ejército para consolidar una poderosa empresa criminal en Nariño. La organización armada, por ejemplo, conocía de antemano los operativos que la Fuerza Pública realizaría en la zona, pedía trasladar a oficiales que se interponían con sus intereses y hasta les pagaba nómina a uniformados a los que les exigía atacar con operativos a su contrincante en el negocio del narcotráfico.
Precisamente esta semana, El Espectador reveló una comunicación secreta del Ejército en la que un mayor que tiene cómo saberlo asegura que todavía hay militares activos que tienen nexos con Matamba. “Se conoce que aún siguen vinculados oficiales de rangos superiores activos, fieles a esa estructura, que no quieren que se siga auscultando para que salgan a la luz pública”, dice el documento que conoció este diario.
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