El homicidio que reaviva las alarmas en la población LGBTIQ de Medellín
Jeison Vásquez Borja se convirtió en el decimoquinto hombre homosexual en ser asesinado en la capital antioqueña. Su caso vuelve a encender las alarmas entre la población LGBTIQ y lleva a replantear hipótesis, pues contrario a las víctimas anteriores, este no fue robado.
Felipe Morales Sierra
El 3 de julio pasado, Jeison Andrés Vásquez Borja salió a marchar junto a los más de 80.000 personas que participaron del orgullo LGBTIQ en Medellín. Un par de días después compartió en sus redes fotos de la manifestación con el texto: “Libres para ser y decidir”. Y un poco antes de que se cumpliera un mes de esa marcha, Vásquez Borja fue hallado muerto. El 26 de julio se convirtió en el decimoquinto hombre gay asesinado en la capital antioqueña en 2022. Su caso se distancia de los demás porque era activista, pero ha llevado a que crezca el miedo en la población diversa en Antioquia, mientras aumenta el escepticismo a la hipótesis que han tenido las autoridades sobre estos sucesos.
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El 3 de julio pasado, Jeison Andrés Vásquez Borja salió a marchar junto a los más de 80.000 personas que participaron del orgullo LGBTIQ en Medellín. Un par de días después compartió en sus redes fotos de la manifestación con el texto: “Libres para ser y decidir”. Y un poco antes de que se cumpliera un mes de esa marcha, Vásquez Borja fue hallado muerto. El 26 de julio se convirtió en el decimoquinto hombre gay asesinado en la capital antioqueña en 2022. Su caso se distancia de los demás porque era activista, pero ha llevado a que crezca el miedo en la población diversa en Antioquia, mientras aumenta el escepticismo a la hipótesis que han tenido las autoridades sobre estos sucesos.
(En contexto: Asesinan en Medellín a miembro de la Alianza Social LGBTI Antioquia)
“Este caso nos tocó la casa, nos tocó la familia”, le dijo a El Espectador Harley Córdoba, coordinador de la Alianza Social LGBTIQ de Antioquia. Lo dice, por un lado, porque Borja, como lo llamaban, era parte de ese colectivo de organizaciones que luchan por los derechos de la población diversa en el departamento. De hecho, había ayudado a organizar la Marcha del Orgullo y, al parecer, recibió una amenaza en esa labor. Y, por otro lado, porque el cuerpo de Vásquez Borja fue hallado en la Comuna 13, sector en el que vivió toda su vida, a pocas cuadras de donde vive Córdoba, quien agregó: “Muchos hoy tememos habitar el territorio que nos vio nacer”.
No es para menos. Catorce gais fueron asesinados antes que Vásquez Borja en condiciones similares: hombres, entre 25 y 30 años, que encontraron en situaciones sexualizadas, en varios casos en moteles, con indicios de que habían entablado contacto con sus victimarios por alguna aplicación de citas, como Grindr, y sin sus objetos de valor, lo que indicaba un robo, pero hasta la muerte de Vásquez Borja. “La Policía nos informó que, al encontrar el cuerpo, tenía todas sus pertenencias y hay otros indicios que por ahora descartan que haya sido víctima de hurto”, contó Córdoba. Pero no es solo este el factor que lo diferencia de los demás casos.
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Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, organización que ha seguido de cerca esta ola de asesinatos en Medellín, dijo que, además de que por ahora se ha descartado el hurto, hay otras particularidades del homicidio de Vásquez Borja que lo separan de los otros 14 y lo asimilan con asesinatos de líderes LGBTIQ ocurridos en el pasado. Por ejemplo, los altos niveles de sevicia, refiriéndose a los tres disparos en la cabeza. Que el sitio donde fue encontrado su cuerpo, si bien queda en la Comuna 13, no era un sector que él frecuentara. Y, por último, las amenazas que, al parecer, recibió en las semanas anteriores al homicidio.
Por ese factor del liderazgo que ejercía Vásquez Borja, la Fiscalía envió a un fiscal de la Unidad Especial de Investigación para reforzar las pesquisas, quien es parte de la dependencia que investiga las agresiones contra líderes sociales. Sin embargo, fuentes del ente investigador explicaron que, más adelante, se sabrán los motivos detrás del homicidio: bien pudo ser motivado por el activismo que ejercía el joven de 24 años, por su orientación sexual o por ambas razones. Lo cierto es que su muerte ha enviado un mensaje de intimidación a la población LGBTIQ de Medellín, que lleva meses exigiendo respuestas.
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Entretanto, la Fiscalía ha logrado capturas en cuatro de los primeros homicidios ocurridos en la capital antioqueña y tiene órdenes de captura listas en otros casos. En algunos más ya tiene identificado que puede haber una organización detrás de las agresiones, pero no ha identificado a los responsables. Hay al menos cuatro asesinatos que, por lo que han determinado las investigaciones, habrían sido cometidos por la misma persona o grupo de personas. En todo caso, dentro del mismo búnker hay reservas hacia la hipótesis que se ha manejado hasta ahora, que apunta a que todos los crímenes se cometían con fines de hurto. Hay matices entre un caso y otro.
Una fuente explicó que si bien a la mayoría de las víctimas les robaron el celular, los zapatos o efectivo, lo hurtado “es ínfimo”. Córdoba, de la Alianza Social LGBTIQ, aseguró: “Aunque las autoridades concluyen que el fin último de estos hechos es el hurto, nosotros señalamos a los elementos motivacionales. Es decir, aunque muchas de las víctimas fueron hurtadas, la orientación sexual y la expresión de género pueden llamar la atención de los grupos ilegales”. Puso como ejemplo a dos hombres, uno gay y otro heterosexual, de la misma edad y capacidad adquisitiva. “Puede ser más llamativa como víctima una persona LGBTIQ”, añadió.
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Por eso, Córdoba hace un llamado a la “Fiscalía, Medicina Legal y la Policía para que reconozcan que las dinámicas de relacionamiento de la población LGBTIQ tienen otras connotaciones, que no pueden ser estigmatizadas, pero sí deben ser reconocidas en la investigación”. La Alcaldía de Medellín y la Fiscalía avanzan en la creación de un grupo especial para investigar estos crímenes. Entretanto, el homicidio de Vásquez Borja solo ha aumentado la zozobra entre las personas diversas, que justo en las últimas semanas habían logrado la matrícula gratis para educación superior para personas trans o la revisión de la política pública LGBTIQ. Sin embargo, los siguen matando.