El jalón de orejas a la UNP, la entidad que dirige hombre cercano a Gustavo Petro
La Corte Constitucional señaló que la Unidad Nacional de Protección (UNP) no hizo bien su trabajo al analizar el riesgo del abogado Víctor Mosquera que ya tenía un esquema de protección, pero que fue reducido sin el debido análisis del riesgo. Detrás de la entidad está Augusto Rodríguez, hoy el primer hombre del anillo de seguridad del presidente Petro.
La Corte Constitucional le jaló las orejas a la Unidad Nacional de Protección (UNP) por no hacer bien su trabajo. El llamado de atención quedó consignado en el estudio de una tutela que hizo la Sala Séptima de Revisión sobre el caso de un ciudadano a quien la entidad, dirigida por Augusto Rodríguez, le redujo su esquema de seguridad sin ninguna razón.
El demandante fue el abogado Víctor Mosquera, conocido por ser uno de los abogados del expresidente Álvaro Uribe Vélez en instancias internacionales, así como de personajes como el exsenador Musa Besaile, el exministro Andrés Felipe Arias, el empresario como Carlos Mattos, entre otros.
(Aquí puede encontrar el fallo)
Lo que explicó el abogado es que la UNP, mediante tres resoluciones, redujo su esquema de protección, que pasó tener dos hombres de protección, un vehículo blindado, un medio de comunicación y un chaleco blindado, a tener solo un medio de comunicación, un hombre de protección y un chaleco blindado.
Las medidas, dice Mosquera, las tomó la Unidad sin justificarlas y sin tener en cuenta su verdadero nivel de riesgo. Por eso, pidió protección a sus derechos fundamentales a la vida, integridad personal, seguridad personal, a la igualdad y no discriminación y al debido proceso administrativo.
La Corte Constitucional seleccionó la tutela y, con ponencia de la magistrada Paola Meneses Mosquera, encontró que, en efecto, la UNP había violado los derechos del abogado y le jaló las orejas a la entidad por quitarle la protección a Mosquera sin argumentarlo de manera correcta y por ni siquiera ser clara, coherente y objetiva con sus determinaciones.
Pese a que la Unidad Nacional de Protección explicó que bien su trabajo, que realizó un procedimiento de evaluación de riesgo y otorgó las medidas de protección, con fundamento en los conceptos técnicos, la Corte Constitucional encontró que no fue así y que, además, violó varios derechos de Víctor Mosquera.
“La UNP no motivó de forma suficiente y objetiva la necesidad de reducir el esquema de seguridad. Lo anterior, debido a que fundó la finalización de medidas de protección en una disminución insustancial del nivel de riesgo y no justificó la idoneidad y eficacia del nuevo esquema de seguridad que adoptó”, agregó el alto tribunal.
Por estas razones, la Corte le ordenó a la UNP a que proteja a Mosquera y vuelva a realizar el análisis de su riesgo. Además, le pidió a la Fiscalía que fortalezca las investigaciones que tiene para dar con los responsables de las amenazas contra el abogado, así como en su judicialización.
La UNP es dirigida por Augusto Rodríguez, uno de los hombres de más confianza del presidente Gustavo Petro, al menos desde 1990, cuando la guerrilla del M-19, a la que ambos pertenecían, se desmovilizó. La cercanía de Rodríguez con la política empezó apenas entregó armas, cuando coordinó la campaña a la presidencia de Antonio Navarro Wolff, en 1994.
Entonces, este último era el rostro político más visible de los exM-19. Luego de eso, empezó la relación profesional entre Rodríguez y Petro, quien en 1994 perdió las elecciones al Senado. El ahora presidente, no obstante, se hizo un espacio como Representante a la Cámara por Bogotá en 1998.
Aunque el protagonista siempre ha sido Petro, Rodríguez ha sido su sombra desde que fue nombrado miembro de su unidad de trabajo legislativo, un cargo que tomó en 1998 y que no soltaría por 12 años. Fuentes cercanas al presidente recuerdan que Rodríguez fue uno de los encargados de la investigación que posicionó a Petro como una voz con fuerte eco en Colombia: los debates sobre parapolítica.
Rodríguez también acompañó a Petro durante su Alcaldía de Bogotá. Con la salida de Petro de la alcaldía de Bogotá, en 2015, el máximo mandatario siguió su carrera en el Congreso. Ahí lo acompañó, de nuevo, Rodríguez, quien no podía faltar en su unidad de trabajo legislativo, entre 2018 y 2022.
Con su llegada la UNP; Rodríguez denunció varias irregularidades en la contratación de la entidad y se ha movido para crear su propia plantilla de escoltas y personas de seguridad, en lugar de contratar el servicio a terceros. Sin embargo, en las últimas semanas se le ha visto muy cerca del presidente Petro, más que como director de la UNP, como el primer hombre de su anillo de seguridad.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La Corte Constitucional le jaló las orejas a la Unidad Nacional de Protección (UNP) por no hacer bien su trabajo. El llamado de atención quedó consignado en el estudio de una tutela que hizo la Sala Séptima de Revisión sobre el caso de un ciudadano a quien la entidad, dirigida por Augusto Rodríguez, le redujo su esquema de seguridad sin ninguna razón.
El demandante fue el abogado Víctor Mosquera, conocido por ser uno de los abogados del expresidente Álvaro Uribe Vélez en instancias internacionales, así como de personajes como el exsenador Musa Besaile, el exministro Andrés Felipe Arias, el empresario como Carlos Mattos, entre otros.
(Aquí puede encontrar el fallo)
Lo que explicó el abogado es que la UNP, mediante tres resoluciones, redujo su esquema de protección, que pasó tener dos hombres de protección, un vehículo blindado, un medio de comunicación y un chaleco blindado, a tener solo un medio de comunicación, un hombre de protección y un chaleco blindado.
Las medidas, dice Mosquera, las tomó la Unidad sin justificarlas y sin tener en cuenta su verdadero nivel de riesgo. Por eso, pidió protección a sus derechos fundamentales a la vida, integridad personal, seguridad personal, a la igualdad y no discriminación y al debido proceso administrativo.
La Corte Constitucional seleccionó la tutela y, con ponencia de la magistrada Paola Meneses Mosquera, encontró que, en efecto, la UNP había violado los derechos del abogado y le jaló las orejas a la entidad por quitarle la protección a Mosquera sin argumentarlo de manera correcta y por ni siquiera ser clara, coherente y objetiva con sus determinaciones.
Pese a que la Unidad Nacional de Protección explicó que bien su trabajo, que realizó un procedimiento de evaluación de riesgo y otorgó las medidas de protección, con fundamento en los conceptos técnicos, la Corte Constitucional encontró que no fue así y que, además, violó varios derechos de Víctor Mosquera.
“La UNP no motivó de forma suficiente y objetiva la necesidad de reducir el esquema de seguridad. Lo anterior, debido a que fundó la finalización de medidas de protección en una disminución insustancial del nivel de riesgo y no justificó la idoneidad y eficacia del nuevo esquema de seguridad que adoptó”, agregó el alto tribunal.
Por estas razones, la Corte le ordenó a la UNP a que proteja a Mosquera y vuelva a realizar el análisis de su riesgo. Además, le pidió a la Fiscalía que fortalezca las investigaciones que tiene para dar con los responsables de las amenazas contra el abogado, así como en su judicialización.
La UNP es dirigida por Augusto Rodríguez, uno de los hombres de más confianza del presidente Gustavo Petro, al menos desde 1990, cuando la guerrilla del M-19, a la que ambos pertenecían, se desmovilizó. La cercanía de Rodríguez con la política empezó apenas entregó armas, cuando coordinó la campaña a la presidencia de Antonio Navarro Wolff, en 1994.
Entonces, este último era el rostro político más visible de los exM-19. Luego de eso, empezó la relación profesional entre Rodríguez y Petro, quien en 1994 perdió las elecciones al Senado. El ahora presidente, no obstante, se hizo un espacio como Representante a la Cámara por Bogotá en 1998.
Aunque el protagonista siempre ha sido Petro, Rodríguez ha sido su sombra desde que fue nombrado miembro de su unidad de trabajo legislativo, un cargo que tomó en 1998 y que no soltaría por 12 años. Fuentes cercanas al presidente recuerdan que Rodríguez fue uno de los encargados de la investigación que posicionó a Petro como una voz con fuerte eco en Colombia: los debates sobre parapolítica.
Rodríguez también acompañó a Petro durante su Alcaldía de Bogotá. Con la salida de Petro de la alcaldía de Bogotá, en 2015, el máximo mandatario siguió su carrera en el Congreso. Ahí lo acompañó, de nuevo, Rodríguez, quien no podía faltar en su unidad de trabajo legislativo, entre 2018 y 2022.
Con su llegada la UNP; Rodríguez denunció varias irregularidades en la contratación de la entidad y se ha movido para crear su propia plantilla de escoltas y personas de seguridad, en lugar de contratar el servicio a terceros. Sin embargo, en las últimas semanas se le ha visto muy cerca del presidente Petro, más que como director de la UNP, como el primer hombre de su anillo de seguridad.
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