El juicio contra el empresario “Pedro Toyota” por supuesta alianza con Mancuso
El Espectador revela detalles del proceso contra Pedro Luis Barriga, hermano del exsenador Carlos Emiro Barriga Peñaranda. Su clan familiar, acusado de ser uno de los principales colaboradores del proyecto paramilitar de los hermanos Castaño en Norte de Santander, rechaza cualquier vínculo con grupos al margen de la ley.
David Escobar Moreno
A las 4:00 p.m del pasado 15 de octubre, en un juzgado especializado de Cúcuta, se adelantó la primera audiencia pública contra el hermano de un poderoso exsenador que, según la Fiscalía, tuvo alianzas con los paramilitares de Salvatore Mancuso en Norte de Santander. Se trata de Pedro Luis Barriga Peñaranda, conocido en los expedientes judiciales como Pedro Toyota y por su vínculo familiar con el excongresista Carlos Emiro Barriga Peñaranda, quien también afronta una acusación del mismo calibre.
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A las 4:00 p.m del pasado 15 de octubre, en un juzgado especializado de Cúcuta, se adelantó la primera audiencia pública contra el hermano de un poderoso exsenador que, según la Fiscalía, tuvo alianzas con los paramilitares de Salvatore Mancuso en Norte de Santander. Se trata de Pedro Luis Barriga Peñaranda, conocido en los expedientes judiciales como Pedro Toyota y por su vínculo familiar con el excongresista Carlos Emiro Barriga Peñaranda, quien también afronta una acusación del mismo calibre.
Desde 2019, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema llamó a juicio al político como presunto colaborador de esa organización criminal que asesinó, entre 1999 y 2004, en esa zona del país a más de 5.000 personas, según cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica. El Espectador conoció detalles de la investigación contra Pedro Toyota, por concierto para delinquir agravado, que avanzó fuera de los focos públicos y que fue reactivada en febrero de 2024 por la Fiscalía General tras revocar una decisión de 2016 del mismo ente, en la que advertía que no había pruebas contra Pedro Toyota de tener vínculos con los paramilitares del Bloque Catatumbo, liderado por Salvatore Mancuso y Jorge Iván Laverde Zapata, alias el Iguano.
Sin embargo, este mes inició el juicio en contra el empresario, quien durante los últimos años ha suscrito contratos con la Alcaldía de Cúcuta con la empresa familiar: Retromáquinas. En dicha empresa, Pedro Toyota aparece registrado como un constructor independiente, que gana alrededor de $8′000.000 mensuales. Sin embargo, esta imagen raya con las declaraciones que exparamilitares han dado sobre él ante la Fiscalía, en las cuales es señalado como narcotraficante y financiador del proyecto paramilitar de los hermanos Castaño en la frontera de Norte de Santander con Venezuela.
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De acuerdo con los documentos conocidos por este diario, las menciones al empresario Pedro Luis Barriga las han hecho distintos exparamilitares del Bloque Catatumbo de las AUC como Edilfedo Esquivel Ruiz, alias El Osito, quien desde 2015 aseguró que Pedro Toyota era “el dueño de varios cargamentos (de droga) que pasaron por el corredor de Tibú hacia la frontera con Venezuela”. Según su versión, Pedro Toyota también fue el determinador del asesinato de alias Pacho, quien para 2004 era el financiero del bloque paramilitar, y, según el testimonio, “estaba pidiéndole plata a un amigo de él (Pedro) y por eso ordenaron matarlo”.
Otro de los testimonios que pone entre la espada y la pared a Pedro Barriga es el de Julio Cesar Arce Graciano, alias “ZC”, quien fue comandante en el Frente Tibú de las autodefensas. Según sus declaraciones, las “autodefensas prestaban seguridad a unas ‘cocinas’ para el procesamiento de coca, ubicadas en Puerto Santander”, que al parecer pertenecían a Pedro Toyota. Asimismo, el exparamilitar menciona no solo al ahora acusado Pedro Toyota, sino también a su familia. En la versión que entregó a la justicia asegura que la finca La Isla, propiedad de la familia Barriga Peñaranda, “era el centro de operaciones del Frente Fronteras” de las AUC.
Por otra parte, Anderson Johan Maldonado, conocido con el alias de Jacobo y quien en 2021 fue capturado por hacer parte de la columna móvil Dagoberto Ramos de las disidencias de las Farc, dijo en 2008 ante Justicia y Paz —cuando estaba en proceso de desmovilización con los paramilitares— que “uno de los financiadores del grupo Águilas Negras, es Pedro Barriga, hermano del senador Carlos Barriga”. Además, en esa época señaló que sabe y conoce que Pedro Toyota se dedica a “actividades de narcotráfico”, pues estuvo en una reunión de la familia Barriga en marzo de 2005, donde vio a Pedro Barriga y a varios paramilitares reunirse y recibir por parte del supuesto empresario un bulto de dinero.
Otra mención a la alianza paramilitar con la familia Barriga llegó al caso desde la Corte Suprema de Justicia. En diciembre de 2017, Wilson de las Salas Enriquez, alias El Sargento, un exmilitar desmovilizado de las AUC, aseguró a la justicia que él mismo, cuando hacía arte de las filas del grupo armado, “ayudó a llevar varios ciudadanos del corregimiento de Banco Arenas para que votaran por Carlos Barriga para el Senado”. El exjefe paramilitar alias el “Iguano” también aseguró ante la justicia que la finca La Isla, propiedad de los hermanos Barriga Peñaranda, era “propicia para que ellos (los paramilitares) pudieran pasar de Colombia a Venezuela”, y que además allí “prácticamente tenían una base paramilitar”.
El poder de los Barriga fue tal que Carlos Barriga durante las elecciones legislativas de Colombia de 2002, fue elegido senador por el partido Conservador con un total de 57.353 votos. Posteriormente en las elecciones legislativas de 2006, Barriga Peñaranda fue reelecto senador con un total de 44.178 votos. En esa oportunidad se lanzó con el partido Convergencia Ciudadana, el partido político terminó cooptado por el paramilitarismo, hecho que fue confirmado en 2012 cuando la Corte Suprema condenó por dichos nexos a su fundador, el exsenador Luis Alberto Gil, así como a dos exintegrantes de ese mismo movimiento político: el exsenador Óscar Josué Reyes y el exrepresentante Alfonso Riaño.
Con esos y otros testimonios que recopilaron las autoridades por más de una década, la Fiscalía tiene en juicio a Pedro Toyota. Según el ente investigador, las “declaraciones demuestran con meridiana claridad que existió un concierto para delinquir agravado, es decir que hubo un colectivo de personas, paramilitares del bloque Catatumbo, narcotraficantes, hacendados, finqueros, comerciantes, ganaderos” que “acordaron financiar el grupo paramilitar que delinquía en el departamento del Norte de Santander”. Este diario intentó en reiteradas oportunidades contactarse con Pedro Barriga, pero nunca se obtuvo respuesta de su parte.
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