El miedo en el Magdalena por el regreso del exjefe paramilitar Hernán Giraldo
El exjefe paramilitar, que comandó el autodenominado bloque Resistencia Tayrona y continuó delinquiendo después de desmovilizado, pronto volverá a Colombia. Sus familiares y antiguos lugartenientes han seguido sus pasos, pero en la región de la Sierra Nevada hay incertidumbre por lo que pueda ocurrir tras su llegada.
David Escobar Moreno
Felipe Morales Sierra
Hernán Giraldo infundió terror por años en la Sierra Nevada comandando una de las estructuras paramilitares más violentas. Como parte del control que ejercía en el territorio, violó a cientos de mujeres, lo que llevó a que tuviera unos 21 hijos, según cuentas extraoficiales. Tras su extradición a Estados Unidos en 2008 por narcotráfico, fue precisamente su descendencia la que tomó las riendas de la estructura criminal que lideraba, aun después de la desmovilización de las autodefensas. Todo parece estar listo para que Giraldo regrese a Colombia en las próximas semanas, mientras en el Magdalena crece la tensión por los coletazos que tendría su inminente retorno.
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Hernán Giraldo infundió terror por años en la Sierra Nevada comandando una de las estructuras paramilitares más violentas. Como parte del control que ejercía en el territorio, violó a cientos de mujeres, lo que llevó a que tuviera unos 21 hijos, según cuentas extraoficiales. Tras su extradición a Estados Unidos en 2008 por narcotráfico, fue precisamente su descendencia la que tomó las riendas de la estructura criminal que lideraba, aun después de la desmovilización de las autodefensas. Todo parece estar listo para que Giraldo regrese a Colombia en las próximas semanas, mientras en el Magdalena crece la tensión por los coletazos que tendría su inminente retorno.
(En contexto: Los Pachencas, el terror en la Troncal del Caribe)
Durante el tiempo que Giraldo estuvo en EE. UU. la justicia procesó a varios de sus hijos: a Rambo (capturado en 2009), Daniel (2010) Alberto (2013), Natalia, Gladys y Sirley (2019), Elivadier (2020), entre otros familiares. Sin embargo, es incierto si tras la llegada del jefe natural del clan habrá diferencias, como en el pasado. Por ejemplo, tras su extradición, expone la Defensoría del Pueblo en una alerta temprana, “herederos y familiares disputaron su cuantiosa fortuna, ocasionando vendettas y conflictos entre ellos, que los dividieron en dos facciones: una que buscó independencia y autonomía llamada Oficina Caribe (o los Pachencas) y otra que terminó articulada a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGG)”.
Lea también: ¿Quién es alias “la Silla”, el narco señalado de controlar el Magdalena desde una silla de ruedas?
Tampoco se sabe si Hernán Giraldo está interesado en volver al crimen. En los últimos años ha comparecido en Justicia y Paz -sistema transicional creado tras la desmovilización de los paramilitares- y hasta ha pedido perdón a algunas de sus víctimas. Pero, desde 2016, solo han aumentado los homicidios en Santa Marta, que es el área de mayor influencia de los Pachenca. Por otro lado, han disminuido las extorsiones en la ciudad, según informaciones de la Policía, y han sido capturados o muertos en combate los principales jefes de este grupo criminal.
Las autoridades, además, alertan que cada vez que cae uno de sus líderes, hay una fila de sus lugartenientes esperando tomar el mando. El escenario actual del crimen organizado en la capital del Magdalena da cuenta de una disputa entre los Pachenca y hombres del Clan del Golfo, el grupo sucesor del paramilitarismo y que es liderado por el hombre más buscado por las autoridades: alias Otoniel. Fuentes de la Dirección Antinarcóticos de la Policía e investigadores de la región señalan que por los puertos de Santa Marta los Pachenca sacan el 40 % de la droga que tiene como destino Europa y Estados Unidos. Otro 40 % estaría en manos del narcotraficante alias la Silla y el 20 % restante en la gente de Dairo Antonio Úsuga, como realmente se llama Otoniel.
Además del narcotráfico, una de las fuentes de lucro ilegal de los Pachenca es la extorsión al sector turístico. Sin embargo, con el golpe de la pandemia a esta industria esa fuente de ingresos disminuyó. Según la Defensoría del Pueblo, las extorsiones en las región han sido una constante desde que Giraldo comandaba los paramilitares a principios de este siglo y que continuó cuando este fue enviado a Estados Unidos. Por ejemplo, de acuerdo con la entidad, los Pachenca cobraban un porcentaje del dinero que se recauda por las visitas al Parque Tayrona. “Se camuflan entre la gente que hace ecoturismo en esta zona para lavar dinero del narcotráfico”, señala un académico samario que pidió anonimato.
Las fuentes policiales en el Magdalena señalan que actualmente avanza una estrategia entre la Silla y el Clan del Golfo para quitarles el poder a los Pachenca, quienes, desde 2017, perdieron a cuatro de sus cabezas: alias Chucho Mercancía, muerto durante un operativo militar ese mismo año; alias Flash, capturado en mayo de 2019; alias 80, sobrino de Giraldo y quien murió en junio de 2020 en un enfrentamiento con la Policía, y alias 55, capturado en septiembre de 2020. Este último, según una fuente de la Fuerza Pública, está relacionado con el intento de los Pachenca de cambiar su nombre.
Los Pachenca también desataron una polémica en octubre del año pasado, cuando se conoció un video en el que se presentaron como Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (Acsn), se distanciaron de antiguos aliados y ventilaron supuestos pactos con la administración de Carlos Caicedo, gobernador del Magdalena, quien ha negado cualquier nexo. “No estamos diezmados ni moral ni militarmente. Nuestro objetivo es resguardar la costa Caribe colombiana y unidos venceremos en esta empresa que día a día crece”, decía un supuesto miembro del grupo criminal que hasta entonces no había mostrado talante político alguno.
El tema es de tal envergadura, que se trató en el primer consejo de seguridad del año al que atendió el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo. En Santa Marta, el secretario del Interior del distrito, José Humberto Torres, dijo en la reunión: “Es necesario que se garantice la protección del liderazgo social, toda vez que el regreso de Hernán Giraldo genera una grave preocupación para la afectación de la seguridad de estas y otras personas de la zona de influencia”. Y desde allí, el director de la Policía, general Jorge Vargas, anunció nuevas recompensas por información sobre estos delincuentes y una operación que ya está en curso que busca desmantelar por completo a los Pachenca.