El pacto de narcotraficantes por la disputa de las disidencias de las Farc en Arauca
Una investigación de la Dirección Antinarcóticos de la Policía determinó que una cumbre de narcotraficantes colombianos que envían cocaína desde el Estado de Apure se realizó en diciembre de 2021. Su propósito: sellar un pacto tras la complicada situación de orden público que se vive en esa zona fronteriza con el departamento de Arauca.
David Escobar Moreno
La crisis de seguridad que vive el departamento de Arauca y el estado venezolano de Apure es tan grave que, solo en lo que va de enero de 2022, dejó más de 50 muertos y más de 1.500 personas desplazadas forzadamente, según datos de Naciones Unidas. Las últimas cuatro semanas el país ha puesto su mirada en este tramo de la frontera que se convirtió en escenario de guerra entre la guerrilla del Eln, las disidencias de las Farc de Gentil Duarte y la autodenominada Segunda Marquetalia de Iván Márquez. La situación es tan delicada en este paso limítrofe que, incluso, parte de la economía ilegal tuvo que parar de operar hasta que cesen los enfrentamientos armados.
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La crisis de seguridad que vive el departamento de Arauca y el estado venezolano de Apure es tan grave que, solo en lo que va de enero de 2022, dejó más de 50 muertos y más de 1.500 personas desplazadas forzadamente, según datos de Naciones Unidas. Las últimas cuatro semanas el país ha puesto su mirada en este tramo de la frontera que se convirtió en escenario de guerra entre la guerrilla del Eln, las disidencias de las Farc de Gentil Duarte y la autodenominada Segunda Marquetalia de Iván Márquez. La situación es tan delicada en este paso limítrofe que, incluso, parte de la economía ilegal tuvo que parar de operar hasta que cesen los enfrentamientos armados.
De acuerdo con la información recaudada por los investigadores de la Policía, la guerra entre Gentil Duarte contra el Eln y la Segunda Marquetalia de Iván Márquez generó que a mediados de diciembre de 2021, se realizara una cumbre de narcotraficantes colombianos que tienen negocios con ambas disidencias. La cumbre mafiosa, en la que participaron narcotraficantes que son conocidos en Arauca con los alias de El Flaco, Diego y Phanor, terminó con un acuerdo: interrumpir los envíos de cocaína en Apure hasta que solo quedara un grupo armado dominante en la zona, ya que estaban pagando doble impuesto para que los alijos de droga salieran desde ese estado venezolano.
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Esta información fue incluida en una investigación dirigida por la Dirección Antinarcóticos de la Policía que da cuenta de cómo ambas disidencias vienen enviado cargamentos
La investigación pudo establecer que la relación entre los narcotraficantes y los líderes de ambas disidencias se fundamenta en tres ejes. Primero, el pago al grupo armado de $500.000 pesos por kilogramo de la droga que se mueva sobre sus territorios; segundo, la salida segura de pistas venezolanas clandestinas, la utilización de espacio aéreo y la custodia vía terrestre de los alijos; tercero, los grupos guerrilleros aportan en los envíos de cocaína una cantidad que oscila entre los 700 kilogramos y una tonelada de cocaína. Es decir, de un cargamento de tres toneladas, Gentil Duarte o Iván Márquez aportan un tercio del envío.
“En un envío hay varios socios, entre ellos las disidencias de las Farc. Actualmente, hablamos de narcotraficantes invisibles, que tienen un perfil bajo y que no arriesgan grandes cantidades de cocaína. Los únicos que hace eso es el Clan del Golfo. Pero los narcos ocultos hacen envíos teniendo en cuenta la capacidad del avión. Según la capacidad del avión, por ejemplo, de cuatro toneladas, de ese negocio tres socios ponen de a tonelada. Los comandantes de las disidencias se montan también en ese negocio. Además, prestan la seguridad de la zona, la custodia del cargamento hasta las pistas clandestinas en Apure y el Zulia”, dice un alto oficial que se encargó de la investigación.
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Hay miembros de la red narcotraficante que se encargan específicamente de tener repuestos de los aviones en las pistas clandestinas, pues al ser zonas de difícil acceso. “Es importante para la organización criminal tener cómo desvarar un avión cualquier imprevisto. Además, los vuelos procedentes desde Venezuela se realizan de día y de noche, por ende, utilizan varias estrategias para la iluminación de las pistas, como el uso de antorchas eléctricas. También es necesario tener remanentes de gasolina”, dice un investigador de la Dirección Antinarcóticos que le ha seguido la pista a Iván Márquez desde comienzos de 2020, al poco tiempo que el líder criminal anunció que retomaría las armas.
Otro eslabón fundamental de las cadenas de narcotráfico de Gentil Duarte e Iván Márquez es conseguir las aeronaves que terminan en territorio africano. Una labor hecha por hombres cercanos a los narcotraficantes y que viajan a Brasil, donde, según la investigación policial colombiana, es fácil adquirir aviones de cualquier gama y hay gran cantidad de ellos. “Hay registros de que se usan aeronaves de origen brasilero, paraguayo y venezolano, sin embargo, las que proceden de este último, han dejado de usarse para enviar cocaína, ya que despiertan más sospecha entre las autoridades de otros países”, señala la documentación conocida por este diario.
Tres operaciones, realizadas entre abril y junio le ayudaron a la Policía colombiana identificar como Gentil Duarte e Iván Márquez estaban sacando cocaína hasta África. Los operativos, que contaron con el apoyo de las autoridades de Brasil y Surinam, lograron decomisar cerca de una tonelada, las antorchas portátiles, calcomanías para modificar las aeronaves y un tanque alterno de gasolina que le dan más autonomía a la aeronave, entre otros artefactos para adecuar las pistas y las avionetas. En febrero de 2021, también las autoridades venezolanas decomisaron una aeronave que se disponía a despegar con cerca de dos toneladas de cocaína y cinco bidones de gasolina.Las otras rutas de la Segunda Marquetalia.
Las otras rutas de la Segunda Marquetalia
Desde finales de 2020, la Dirección Antinarcóticos de la Policía ya tenía claramente identificadas las rutasde narcotráfico de Iván Márquez. Si la droga tiene destino a Europa, la ruta nace en el río Caquetá, que conecta los centros de producción de cocaína en Caquetá y Putumayo, conectando directamente hacia Brasil. Ya en territorio brasileño, se conecta con el río Amazonas que, a través de transporte escalonado (en puntos ya establecidos), llegan al Atlántico. En agosto de 2021, un semisumergible se varó en altamar y varios miembros de la estructura criminal tuvieron que ir a rescatar la tripulación como el cargamento de cocaína.
Cuando los alijos de cocaína tienen como destino Centroamérica —para luego enviar a EE.UU.—, la trasladan desde el Putumayo a territorio ecuatoriano por vía terrestre hasta las ciudades de Manta y Esmeraldas, donde la droga es enviada en lanchas rápidas o contenedores. La Segunda Marquetalia y los hombres de Gentil Duarte son uno de los grupos criminales que abastecen de droga a las bandas criminales ecuatorianas, las cuales hoy tienen a ese país en medio de una crisis de seguridad y que se ha desplagado principalmente en la cárcel de Guayaquil, ciudad portuaria que ha sufrido los embates del narcotráfico.
La ficha de Márquez para esta ruta era el Paisa, quien al parecer fue asesinado en Venezuela en diciembre de 2021, logró realizar una alianza con gente de La Constru en Putumayo, la organización de origen narcoparamilitar que nació en 2006 como una oficina de cobro en el suroccidente del país. También habría forjado una alianza con el frente 48 de las disidencias, entrando en disputa con la estructura Carolina Ramírez, alineada con la disidencia de Gentil Duarte. El Paisa además mantenía contactos con narcos extranjeros, que compran la droga en plena zona de producción a un precio que los beneficia a todos. Además, tomaba el 30 % de ganancias de los envíos al exterior.
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