El vínculo secreto entre policías y narcos que colaboraron en la fuga de “Matamba”
La Fiscalía tiene pruebas que mostrarían que grandes capos mafiosos tienen fichas de alto rango en el interior de la Policía. Además, fuentes cercanas al caso le contaron a El Espectador los nexos de esta estructura del Clan del Golfo con los carteles mexicanos y un antiguo miembro de las disidencias de las FARC.
Esta semana la Fiscalía y la Policía capturaron a dos personas que habrían sido fichas claves para que alias Matamba, el narcotraficante del Clan del Golfo que operó en Nariño de la mano de altos mandos de la Fuerza Pública, se fugara de la cárcel La Picota en marzo de 2022. Dentro de las pruebas que tiene el ente investigador en su contra hay varias interceptaciones telefónicas que darían cuenta de que John Freddy Gallo Bedoya, alias el Pájaro, exjefe paramilitar y ahora miembro del Clan del Golfo, fue el cerebro del escape de Matamba, quien murió en un operativo de la Fuerza Pública en mayo de ese año, en el Magdalena.
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Esta semana la Fiscalía y la Policía capturaron a dos personas que habrían sido fichas claves para que alias Matamba, el narcotraficante del Clan del Golfo que operó en Nariño de la mano de altos mandos de la Fuerza Pública, se fugara de la cárcel La Picota en marzo de 2022. Dentro de las pruebas que tiene el ente investigador en su contra hay varias interceptaciones telefónicas que darían cuenta de que John Freddy Gallo Bedoya, alias el Pájaro, exjefe paramilitar y ahora miembro del Clan del Golfo, fue el cerebro del escape de Matamba, quien murió en un operativo de la Fuerza Pública en mayo de ese año, en el Magdalena.
(En contexto: Así opera el grupo criminal que coordinó la fuga de “Matamba” de la cárcel La Picota)
Esas grabaciones evidenciaron que esta organización criminal tiene en Bogotá a varios integrantes de la Policía a su servicio, que ayudaron en la fuga de Matamba y están relacionados con el narcotráfico. Precisamente, uno de los capturados es el capitán del Gaula de la Policía Luis Duque, quien se ganó la confianza del Pájaro cuando trabajó en la región del Magdalena Medio y fue quien puso uno de los carros que sacó a Matamba de Bogotá después de la fuga. El testigo estrella del caso, Manuel Castañeda, quien transportó a Matamba, también entregó chats y audios sobre la participación de integrantes de la Fuerza Pública en hechos ilegales.
La mención de integrantes de la Policía como supuestos miembros o colaboradores de esta estructura ilegal tiene en alerta máxima a las autoridades porque se trata de una alianza con uno de los grupos armados organizados más peligrosos del país. Desde 2018, aproximadamente, las autoridades identificaron que el Clan del Golfo, por órdenes de Otoniel (su máximo líder), quería consolidar un viejo anhelo del paramilitarismo: una estructura paramilitar que sea capaz de controlar varios eslabones del narcotráfico que se concentran en la capital del país, principalmente el lavado de activos de esas rentas ilegales. Con la investigación de la fuga de Matamba quedó más que claro que ese plan criminal cuenta con apoyo de agentes estatales.
(Lea también: La guerra entre narcos que se disputa con total impunidad en Bogotá)
El testigo Castañeda es uno de los que ha entregado nombres concretos de policías que han ayudado a la consolidación del proyecto del Clan del Golfo en Bogotá. El conductor que transportó al fugado narco señaló que luego de dejar a Matamba y al Pájaro en un punto desconocido del Magdalena Medio, se devolvió a Bogotá con la otra persona capturada esta semana: Édgar Múnevar Castillo, alias el Caballista. Este último, dice el testigo estrella, llamó a “un contacto” del Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Computo de la Policía en Bogotá (CAD) con el fin de que se borrara todo rastro filmográfico de la fuga del capo Matamba.
Lo que explica la Fiscalía es que el testigo Castañeda y alias el Caballista se conocen por un miembro activo de la Policía que los presentó en medio de acciones ilegales. Durante las audiencias, el ente investigador solo precisó que el enlace entre ellos es un uniformado de apellido Carranza, pero no entró en detalles. Sin embargo, fuentes del caso dicen que hay al menos otros dos oficiales de la Policía que forman parte de esa organización criminal. Las autoridades identificaron establecimientos comerciales en los que se reúnen los hombres del Pájaro con uniformados de la Policía para organizar acciones sicariales y extorsivas. “Hasta el 24 de diciembre de 2022 vimos a policías con el Caballista, cerca del San Andresito de la 38, centro de operaciones del grupo criminal”, afirmó el fiscal del caso durante las audiencias de esta semana.
Las interceptaciones al Caballista también mencionan a un mayor de la Dirección de la Policía que usualmente hace “trabajos” a la mafia y otro alto oficial que alcanzó a ser comandante de la Policía en Putumayo. “A ese man (el comandante) le gustaba robar, de todo (...) mató como a siete pelados… Ese man es el tío de Carranza”, se escucha decir al Caballista. En las conversaciones interceptadas al grupo criminal igual es mencionado J la Firma, un narcotraficante socio del Pájaro y considerado como uno de los capos mafiosos en ascenso, tras la extradición de Otoniel en mayo de 2022. Sin embargo, por la baja calidad de los audios interceptados, no quedó claro si J la Firma participó o no en la fuga de Matamba.
Tanto con Sinaloa como con Jalisco
Los seguimientos que han hecho funcionarios judiciales a la organización del Pájaro y el Caballista indican que mantienen negocios con los carteles mexicanos de Sinaloa (comandado por alias Mayo Zambada y los hijos del Chapo Guzmán) y el de Jalisco Nueva Generación (liderado por alias Mencho). Lo que han podido establecer las autoridades, por los movimientos migratorios de la organización, es que el Caballista tenía vínculos con la mafia de Sinaloa, mientras que J la Firma, al parecer, tiene contacto directo con Mencho, uno de los hombres más buscados por las autoridades mexicanas y de Estados Unidos.
(En contexto: Lea: “Boyaco Sinaloa”: la historia del misterioso narco enemigo de alias “Otoniel”)
Un informante de la DEA y una funcionaria de la Fiscalía le confirmaron a este diario que hasta hace tres meses J la Firma estuvo en México y Centroamérica, pasando bajo todos los radares de las autoridades. Sin embargo, desde que su nombre empezó a ser mencionado en medios de comunicación como uno de los herederos del poder de Otoniel y cerebro de los asesinatos de antiguos capos narcotraficantes en Bogotá, no se conoce su paradero. La relación entre los capos colombianos y mexicanos no queda ahí. La inteligencia de la Policía ha recibido información de que el Pájaro y el Caballista tuvieron que ver en el homicidio de un colombiano en México. “Al parecer, la persona muerta se quedó con un dinero y la gente de Sinaloa lo mató”, dice la fuente cercana al caso.
Durante las audiencias de imputación contra el capitán Duque y el Caballista, la Fiscalía reveló un dato poco conocido en las investigaciones por narcotráfico: que la estructura liderada por el Pájaro tiene rutas ilegales de transporte de droga en Meta. Pero El Espectador conoció que su socio en esta ruta es un antiguo miembro de las FARC que ahora es un narco puro. “El Pájaro tiene negocios con alias Morcilla, un guerrillero que le robó armas al antiguo líder de las disidencias de las FARC, alias Gentil Duarte, para conformar su propio grupo criminal en los Llanos Orientales. Esto generó roses en su estructura, ya que alias Mi Rey, el puente entre Gentil Duarte y el Pájaro, se enteró de los negocios que mantiene con Morcilla”, afirmó uno de los investigadores del caso.
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En medio de las labores de investigación contra la estructura del Pájaro, las autoridades identificaron a un hombre conocido como el Hijo de Bayardo. Dentro del mundo de la mafia bogotana, Bayardo es nombrado por haber sido uno de los principales testaferros de Daniel el Loco Barrera, el extraditado narcotraficante que también se movía en Meta. “Bayardo murió durante la pandemia por covid-19 y sus hijos quedaron administrando parte de la fortuna de Barrera. Lo que sabemos es que alguno de ellos estaba aportando dinero para sacar cocaína y ha sido mencionado en las conversaciones entre el testigo estrella Castañeda y el Caballista”, indicó un investigador judicial.
Este diario supo, tanto por fuentes judiciales como por un alto funcionario del gobierno de Gustavo Petro, que el Pájaro ya sabe que las autoridades están tras él y que, en estos momentos, está escondido en el Magdalena Medio, zona en la que ha ejercido durante décadas un gran poder armado y logístico. Entretanto, la próxima semana continuarán las audiencias contra los hombres capturados esta semana, cuya investigación reveló nexos, hasta ahora ocultos, entre una de las bandas criminales más grandes y temidas con altos oficiales de la Policía, cuya alianza estaría en el corazón del país.