Ellos son los cuatro niños que sobrevivieron en la selva del Guaviare por 40 días
Los menores provienen de la etnia indígena muinane, del pueblo uitoto y viven cerca del río Cahuinarí y de la Araracuara, en el Caquetá.
Después de 40 días de espera, los cuatro menores pertenecientes a los muinanes, etnia del pueblo indígena uitoto, fueron encontrados con vida gracias al esfuerzo de la Operación Esperanza. La unión de las Fuerzas Militares e indígenas del sur del país permitió hallar a Lesly Jacobo Bonbaire, de 13 años; Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9 años; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4 años, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, quién cumplió su primer año de vida estando en medio de la selva.
Los menores habían desaparecido desde el pasado 1 de mayo, cuando la avioneta donde se desplazaban entre Aracuara (Caquetá) y San José del Guaviare (Guaviare) cayó en medio de la selva. Lamentablemente, fallecieron Magdalena Mucutuy Valencia, la madre de los niños; el líder uitoto de la Organización Nacional de los Pueblos de la Amazonía Colombiana (OPIAC), Herman Mendoza Hernández y el piloto Hernán Murcia.
En contexto: Encuentran con vida a los niños desaparecidos en la selva de Guaviare
Tras más de un mes de su desaparición, los niños se encuentran en un estado débil de salud, así lo informó el presidente Gustavo Petro durante una alocución presidencial. “Están débiles. Están en San José del Guaviare”, dijo el mandatario y agregó que están a la espera de un parte médico oficial que evidencia si es necesario trasladar a los menores a un hospital de Villavicencio o de Bogotá.
Según las versiones de las autoridades, los niños sobrevivieron gracias a unos kits de supervivencia que fueron arrojados desde helicópteros. Estos paquetes, suministrados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, contenían fariña, un alimento típico de la región, agua, bocadillos, galletas, sueros y un encendedor; y, al parecer, cumplieron su propósito de alimentar a los menores, y que pudieran dejar un rastro en el bosque, sirviendo así de indicio para sus rescatistas.
Lea también: “Tengo mucha fe de que pronto estaré con mis hijos”: padre de los niños perdidos
Incluso, la pequeña Cristin Ranoque Mucutuy cumplió su primer año de vida en medio de esa selva espesa, el 26 de mayo. Ese día, el Comando de las Fuerzas Militares, que lideró la Operación Esperanza para ubicar a los niños, invitó a que los colombianos se unieran a la celebración de su cumpleaños en oraciones por ella y sus hermanitos. “Nos unimos en oración para que ella y sus tres hermanos estén bien y que pronto podamos celebrar la vida juntos (...) con la esperanza de que pronto puedan reunirse con su familia y para que permanezcan fuertes mientras los hallamos”, expresó el comando.
Fidencio Valencia, el abuelo de los cuatro niños, expresó su alegría ante la noticia del encuentro. “Me siento muy contento, muy alegre. Mi Dios es muy grande. Agradezco al presidente y a los pueblos indígenas de todas las etnias que nos colaboraron en la búsqueda de nuestros niños. No tengo como agradecerle, porque la palabra no es suficiente”, dijo el abuelo Valencia.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Después de 40 días de espera, los cuatro menores pertenecientes a los muinanes, etnia del pueblo indígena uitoto, fueron encontrados con vida gracias al esfuerzo de la Operación Esperanza. La unión de las Fuerzas Militares e indígenas del sur del país permitió hallar a Lesly Jacobo Bonbaire, de 13 años; Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9 años; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4 años, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, quién cumplió su primer año de vida estando en medio de la selva.
Los menores habían desaparecido desde el pasado 1 de mayo, cuando la avioneta donde se desplazaban entre Aracuara (Caquetá) y San José del Guaviare (Guaviare) cayó en medio de la selva. Lamentablemente, fallecieron Magdalena Mucutuy Valencia, la madre de los niños; el líder uitoto de la Organización Nacional de los Pueblos de la Amazonía Colombiana (OPIAC), Herman Mendoza Hernández y el piloto Hernán Murcia.
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Tras más de un mes de su desaparición, los niños se encuentran en un estado débil de salud, así lo informó el presidente Gustavo Petro durante una alocución presidencial. “Están débiles. Están en San José del Guaviare”, dijo el mandatario y agregó que están a la espera de un parte médico oficial que evidencia si es necesario trasladar a los menores a un hospital de Villavicencio o de Bogotá.
Según las versiones de las autoridades, los niños sobrevivieron gracias a unos kits de supervivencia que fueron arrojados desde helicópteros. Estos paquetes, suministrados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, contenían fariña, un alimento típico de la región, agua, bocadillos, galletas, sueros y un encendedor; y, al parecer, cumplieron su propósito de alimentar a los menores, y que pudieran dejar un rastro en el bosque, sirviendo así de indicio para sus rescatistas.
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Incluso, la pequeña Cristin Ranoque Mucutuy cumplió su primer año de vida en medio de esa selva espesa, el 26 de mayo. Ese día, el Comando de las Fuerzas Militares, que lideró la Operación Esperanza para ubicar a los niños, invitó a que los colombianos se unieran a la celebración de su cumpleaños en oraciones por ella y sus hermanitos. “Nos unimos en oración para que ella y sus tres hermanos estén bien y que pronto podamos celebrar la vida juntos (...) con la esperanza de que pronto puedan reunirse con su familia y para que permanezcan fuertes mientras los hallamos”, expresó el comando.
Fidencio Valencia, el abuelo de los cuatro niños, expresó su alegría ante la noticia del encuentro. “Me siento muy contento, muy alegre. Mi Dios es muy grande. Agradezco al presidente y a los pueblos indígenas de todas las etnias que nos colaboraron en la búsqueda de nuestros niños. No tengo como agradecerle, porque la palabra no es suficiente”, dijo el abuelo Valencia.
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