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Vuelve y juega. El contratista Emilio Tapia Aldana está una vez más ante los estrados judiciales por presunta corrupción en procesos de contratación que vinculan a las Empresas Municipales de Cali (Emcali). La Fiscalía le imputó cargos por fraude procesal y falsedad ideológica en documento privado.
Lo que dice la Fiscalía es que Tapia, en compañía de otras tres personas, habría gestionado la obtención de documentos con información falsa para soportar licitaciones ante las Empresas Municipales de Cali (Emcali), en 2021. En el expediente reposa que Tapia Aldana, al parecer, controló un conglomerado de empresas que se presentó a dos procesos de contratación relacionados con la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAR) de Puerto Mallarino fase uno, los cuales ascendían en valor a 3.798 millones y 2.414 millones.
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El fiscal del caso dijo que uno de los requisitos exigidos a los oferentes era presentar el aval comercial de un banco que garantizara un crédito por el 30% del valor de cada uno de los contratos. Esta obligación, presuntamente, no la cumplía el consorcio de Tapia, por lo que habrían falsificado dos documentos denominados Certificados de Cupo de Crédito Aprobado, los cuales fueron presentados como soporte ante Emcali.
“Con esta maniobra ilegal, al parecer, se hizo incurrir en error a los funcionarios a cargo de la contratación, quienes permitieron al conglomerado de Tapias Aldana perfeccionar la oferta y dieron aval administrativo para que se quedara con los respectivos contratos”, dijo el fiscal del caso en medio de la imputación que tiene nuevamente ante los estrados a Tapia.
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Esta no es la primera vez que el contratista se encuentra ante la justicia. Su recorrido delictivo inició con el denominado Carrusel de la Contratación en la administración distrital de Samuel Moreno. De allí obtuvo una condena. Durante el año pasado fue procesado por el escándalo de Centros Poblados que no solo sacó a la exministra Karen Abudinen de su cargo, sino que también se perdieron más de $70 mil millones de los recursos que estaban destinados a llevar internet a escuelas en zonas alejadas del país. Por esos hechos, actualmente, Tapia Aldana permanece privado de la libertad en la cárcel El Bosque, en Barranquilla.
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