Empresario víctima del caso Forex está en juicio por extorsión
Germán Zamora, hermano de la exfiscal Martha Lucía Zamora, fue acusado porque, según la Fiscalía, habría enviado una nota extorsiva. El mensaje lo recibió Jairo Sánchez, a quien Zamora le había confiado sus ahorros en un negocio que resultó siendo una pirámide.
Felipe Morales Sierra
En febrero de 2015, Jairo Sánchez Díaz recibió en su casa en Bogotá un sobre de manila. En el interior había una nota: “Espero este mierdero por el que está pasando le dé una idea de lo que somos capaces”. La carta la firmaba Camilo, quien le exigía $2.000 millones o si no asesinarían y violarían a sus hijos. En el sobre iba también una foto del grado de colegio de su hijo, cuya cara había sido tachada con una equis, y al lado, pegado, un recorte de periódico que decía: “Asesinan a joven”. Sánchez hoy enfrenta en juicio a quien, al parecer, le envió ese mensaje: un empresario que lo denunció por una millonaria estafa, por la que hoy Sánchez está condenado.
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En febrero de 2015, Jairo Sánchez Díaz recibió en su casa en Bogotá un sobre de manila. En el interior había una nota: “Espero este mierdero por el que está pasando le dé una idea de lo que somos capaces”. La carta la firmaba Camilo, quien le exigía $2.000 millones o si no asesinarían y violarían a sus hijos. En el sobre iba también una foto del grado de colegio de su hijo, cuya cara había sido tachada con una equis, y al lado, pegado, un recorte de periódico que decía: “Asesinan a joven”. Sánchez hoy enfrenta en juicio a quien, al parecer, le envió ese mensaje: un empresario que lo denunció por una millonaria estafa, por la que hoy Sánchez está condenado.
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Según la Fiscalía, quien envió ese sufragio, o nota extorsiva, habría sido Germán Zamora Ávila, empresario de seguros, de 66 años y hermano de la exfiscal Martha Lucía Zamora. Los hermanos Zamora nunca han tenido negocios entre sí, Germán ha dicho ser inocente y de por medio hay un pleito de más de una década entre miembros de la élite bogotana que invirtieron en una empresa de Sánchez y perdieron millones. De hecho, en el escrito de acusación con el que llamaron a juicio al hermano de la exfiscal se explica que el lío entre los dos nació de “relaciones de negocios anteriores entre ellos, donde Zamora Ávila perdió una significativa suma de dinero”.
Es decir, Jairo Sánchez y Germán Zamora no son desconocidos. El primero fue condenado junto con su esposa por conformar un esquema piramidal para captar masivamente dinero de cientos de personas a quienes les aseguraron que tendrían rentabilidades de hasta el 3 % mensual. Aunque Sánchez está peleando esa condena en la Corte Suprema, con un recurso de casación que radicó a comienzos de marzo, ya la justicia lo halló culpable en dos instancias, la última en septiembre de 2021. Ese proceso nació, precisamente, por denuncias de Zamora, quien luego se convirtió en un testigo clave para lograr la sentencia contra Sánchez y fue reconocido como víctima.
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El pleito, que tiene de por medio una millonaria estafa triangulada entre varios países y una supuesta extorsión, involucra a las más altas esferas de la sociedad bogotana. Germán Zamora Ávila le dijo a la justicia que conoció a Jairo Sánchez y a su esposa, Margarita Báez, a través de su otra hermana, María Consuelo Zamora, quien había jugado un torneo de golf con ellos. Pero que solo invirtió en la empresa de la pareja cuando un odontólogo, socio del Club Arrayanes, como él, y con quien jugaba golf, le recomendó el negocio de Sánchez: Forex Investment Team (FIT), que no era para todo el mundo, pues exigía US$20.000 de inversión inicial.
Después de un tiempo, los Sánchez Báez no respondieron por el dinero, e inversionistas como Zamora acudieron a estrados judiciales. En la sentencia en contra de Sánchez y Báez se lee: “Se acreditó que los procesados de manera mancomunada, mediante las empresas por ellos representadas, percibieron dineros del público, contrayendo más de 50 obligaciones con más de 20 personas, que en contraprestación no se prestó ningún servicio y que la correlativa entrega de capitales se generó como resultado de la oferta de servicios”. Entre las pruebas que valoraron el juez siete penal especializado y luego el Tribunal de Bogotá estaba el testimonio de Germán Zamora.
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Así, cuando el sobre con la amenaza llegó a casa de Jairo Sánchez, él se encontraba en medio de un proceso penal por engañar a cientos de inversionistas con lo que, para la justicia, fue una pirámide. La Fiscalía llegó hasta Zamora a través de pruebas que adjuntó Sánchez en su denuncia y otras que practicó por su cuenta. En todo el caso, la pista central fue la foto del hijo de Sánchez que iba en el sobre. Se trataba de una original, con membrete de fotógrafo, tomada en su ceremonia de grado del Gimnasio Berkeley. El fotógrafo del colegio declaró bajo juramento y los detalles que dio comprometieron a Germán Zamora.
En concreto, el fotógrafo aseguró que recibió llamadas a su celular de alguien que se presentó como Camilo, quien dijo ser tío del hijo de Jairo Sánchez y le pidió fotos del grado. El hombre, supuestamente, lo citó en su oficina al norte de Bogotá y le pagó $38.000 por una foto. En el escrito de acusación, la Fiscalía sostiene que fue Zamora “quien adquirió de forma subrepticia la fotografía, que fuera en efecto adjuntada a la nota extorsiva, e igualmente se tiene establecido que en el teléfono de Zamora figuran siete llamadas salientes al abonado celular que consignaron los supuestos extorsionistas (en la nota amenazante) para que Jairo Sánchez se comunicara”.
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Además, la Fiscalía constató con matrículas inmobiliarias que la oficina en la que el fotógrafo asegura que se reunió con Camilo era propiedad de la compañía de seguros de Germán Zamora. Sin embargo, hay elementos de la versión del fotógrafo que no cuadran del todo. Por ejemplo, en su declaración inicial en 2015 describió a Camilo como un hombre “de 58-60 años, canoso, contextura gorda, tiene una apariencia de persona de bien, tono de voz fuerte, tez blanca”. Pero, cuando el CTI de la Fiscalía lo citó a una diligencia de retrato hablado, un año más tarde, dijo que no podía recordar las características físicas del sujeto.
Para la fiscal Nelcy Lulú Rodríguez, quien lideró toda la investigación contra Jairo Sánchez y ahora procesa también a Zamora, “se cuenta con elementos materiales probatorios que permiten pregonar, con probabilidad de verdad, que Germán Zamora puede ser el autor de los hechos ya referenciados”. Así lo escribió la funcionaria en el llamado a juicio al empresario de seguros por el delito de tentativa de extorsión. El empresario se ha declarado inocente, ha dicho que nunca conoció al fotógrafo del colegio y le ha asegurado a la Fiscalía que se trata de una persecución en su contra por haber denunciado la pirámide de Sánchez.
Una defensa similar a la de la curtida fiscal Luz Ángela Bahamón, delegada para las finanzas criminales del ente investigador, quien también fue denunciada por Jairo Sánchez en el caso Forex. El expediente contra Germán Zamora, que no menciona a su hermana Martha Lucía Zamora como investigada ni como testigo, se lleva en Bogotá ante el Juzgado 8 Penal Especializado, despacho que comparte pared con el del juez que condenó a Jairo Sánchez en primera instancia. Un detalle más que recuerda que este lío judicial no se puede desligar del descalabro de FIT, del desenlace que tuvo y de la casación que aún está por resolverse en la Corte Suprema.