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Una queja por extralimitación de funciones, radicada por escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), llegó a la Procuraduría el pasado 26 de junio. El motivo que llevó a los integrantes de esa entidad de seguridad a hablar sobre este asunto en el Ministerio Público tiene que ver, según argumentan en el documento, con que la Jefatura de la Seguridad Presidencial, en cabeza del coronel Carlos Alberto Feria, ha transgredido su derecho al trabajo, pues fueron despedidos. Los escoltas retirados, que serían más de 30, habrían hecho parte del esquema de seguridad del presidente Gustavo Petro y la primera dama, Verónica Alcocer.
Los exmiembros de ese esquema de protección, contratados bajo la modalidad de tercerización, mediante empresas que contratan con la UNP, alertaron a la Procuraduría sobre presuntas irregularidades de la jefatura que dirige el coronel Feria. Mencionaron, por ejemplo, que el mayor Jonathan Bernal envió un correo a la Unidad, señalando que los integrantes de ese esquema “nos encontramos sin prestar ningún servicio, lo cual es falso”. De igual manera, los escoltas retirados mencionaron en la queja, también dirigida al Ministerio del Trabajo, que en el esquema habría policías que no tienen experiencia para manejar los vehículos asignados al presidente Petro y la primera dama. “No tienen idoneidad y experiencia en la conducción de vehículos blindados. En algunos casos sin licencia de conducción”, apuntan.
Sin embargo, el tema que más llama la atención en la misiva tiene que ver, de acuerdo con los escoltas que radicaron la queja, con unas presuntas reuniones en las que habrían participado el coronel Feria; la primera dama, Verónica Alcocer y la actual directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Laura Sarabia. “A comienzos del mes de junio el coronel Feria, Laura Sarabia y la señora Verónica Alcocer se reúnen en la Casa de Nariño para tratar temas de campañas de desprestigio vía WhatsApp en contra de la primera dama de la Nación, reiteramos como escoltas que no tenemos ninguna información de Inteligencia, ya que la única función es escoltar a personas, no tenemos conocimiento en el manejo de medios tecnológicos de interceptación o manipulación de medios”, escribieron los exintegrantes del esquema de protección.
Como contó El Espectador, tanto Sarabia como Alcocer solicitaron que la UNP ya no estuviera en sus esquemas de protección, aunque no elevaron esa petición de manera formal. De hecho, fuentes cercanas al caso le dijeron a este diario que la directora del Dapre habría pedido el desligue de escoltas de la Unidad desde hace dos meses. Quienes conocen los pormenores del proceso también señalaron que ni la primera dama ni la directora del Dapre realizaron una solicitud expresa, “precisamente porque sabían que se trataba de un asunto de muchísima sensibilidad para el presidente, pues quien dirige la Unidad ha sido uno de sus alfiles y desde hace muchos años. Pero lo que es cierto es que ambas han tratado de desligarse de la Unidad. Se perdió la confianza”.
Lea aquí: Laura Sarabia y Verónica Alcocer se desligan del esquema de seguridad de la UNP
Por otra parte, en el caso de Verónica Alcocer, quien fue la primera en hablar de un “fuego amigo” al interior del gobierno, pues funcionarios del Ejecutivo, asegura, buscan dañar su imagen al vincularla con el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), pidió antes de su viaje a Suiza hace más de 15 días que nadie de la UNP estuviera en su esquema de seguridad. Este diario consultó a la UNP sobre escenario, a lo que respondió: “Hasta este momento no hay solicitud expresa de retiro de los esquemas de protección de la primera dama Verónica Alcocer y de la doctora Laura Sarabia. El esquema de protección de la primera dama está en cabeza de su esposo, el jefe del Estado. En el esquema de la primera dama se han presentado cambios en las personas de protección, que son novedades normales, sobre todo cuando ella sale del país (...) Cuando ella está fuera del país, el esquema se queda en Colombia”.
En una comunicación oficial, la UNP, en cabeza de Augusto Rodríguez, afirmó: “En el caso de la primera dama es bueno señalar que su mecanismo de protección hace parte de la protección presidencial y su núcleo familiar. El coronel Carlos Alberto Feria Buitrago ejerce en la actualidad la Jefatura de la Protección Presidencial. Una de las últimas novedades, tiene que ver con la solicitud elevada por esta jefatura sobre la rotación de un grupo de personas de protección y su respectivo reemplazo. Petición hecha a la UNP y ejecutada la semana anterior”. Frente al caso de Laura Sarabia, la Unidad aseguró que la directora del Dapre se comunicó con el director Rodríguez para realizar el cambio de tan solo uno de sus escoltas.
No obstante, este 28 de junio, según dio a conocer El Colombiano, los escoltas, al parecer, no fueron retirados por asuntos de rotación, siendo este un ejercicio normal de seguridad y contrainteligencia, como ha señalado la UNP, sino más bien fueron despedidos de sus cargos. Un grupo de exintegrantes de ese mecanismo de protección, quienes también habrían hecho llegar la queja a la Procuraduría, le dijeron a ese medio de comunicación que su salida habría tenido que ver con la “desconfianza del entorno de la primera dama con la UNP”.
Así pues, los miembros tercerizados de la UNP que salieron de su cargo le solicitan a la procuradora Margarita Cabello investigar el proceso de disciplinario sobre las “presuntas o posibles conductas de extralimitación de funciones de los oficiales integrantes de la Policía Nacional asignados a la Jefatura para la Protección Presidencial”. Mientras tanto, el denominado “fuego amigo” al interior del Ejecutivo sigue abriendo nuevos capítulos políticos y judiciales. El Espectador consultó al director de la UNP, Augusto Rodríguez, para conocer en detalle los motivos del desligue de Laura Sarabia y Verónica Alcocer de sus esquemas de protección, pero no obtuvo respuesta.
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