Escuela de Policía de Tuluá disfrazó a estudiante como miembro del KKK en 2019

La Escuela de Policía Simón Bolívar de Tuluá (Valle del Cauca) volvió a ser centro de críticas. En noviembre de este año, esa sección de la institución se vio envuelta en un escándalo por conmemorar la semana de la internacionalización, vistiendo a sus uniformados como nazis. Ahora, se conoció que en 2019, durante la celebración del mismo evento, sucedió un hecho similar: un estudiante de esa escuela estaba disfrazado como miembro del Ku Kux Klan (KKK), grupo racista de supremacistas blancos.

Tras conocerse el hecho, volvieron a llover críticas sobre la institución, que, ya dos veces, ha hecho actividades con intenciones pedagógicas “de manera equivocada”, como lo reconoció. La Policía se pronunció respecto al hecho de 2019, diciendo que ninguna persona de la institución está autorizada para hablar sobre eso. La actividad, en ese año, iba encaminada a homenajear a los Estados Unidos, pero dentro de la conmemoración incluyeron el disfraz del KKK, grupo supremacista estadounidense conocido por promover actos de violencia a favor del racismo, la xenofobia y el antisemitismo.

Asimismo, la institución afirmó que lo ocurrido en 2019 fue una “desafortunada actividad académica”, que, según ellos, rechazan por la alusión al grupo supremacista. A su vez, mediante su cuenta de Twitter, la Policía sostuvo que desaprueba ese tipo de prácticas. Este año, tras la polémica por los disfraces de nazis, fuer removido de su cargo el director de la escuela.

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Según la institución, “La Policía Nacional tiene una postura clara frente a la doctrina institucional y los parámetros que rigen la formación de sus estudiantes, y no autoriza una posición diferente”. De la misma manera, manifestaron que en los dos casos, el de 2019 y el de 2021, “se han tomado y se tomarán todas las medidas necesarias para que estos hechos no se vuelvan a repetir”.

Tras lo ocurrido hace unos días, la brigadier general Yackeline Navarro, directora nacional de escuelas de la Policía, dijo que la “actividad de carácter pedagógico” sobre la historia universal de la Policía, fue un error y se hizo “de manera equivocada”. En esa ocasión, la institución hizo una publicación, que después borró, en la que señaló que “con estos intercambios culturales fortalecemos el conocimiento de nuestros estudiantes de Policía”.

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Referente a estos casos, el artículo 102 del Código Penal sostiene que la apología al genocidio es un delito. “El que por cualquier medio difunda ideas o doctrinas que propicien, promuevan, el genocidio o el antisemitismo o de alguna forma lo justifiquen o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de las mismas, incurrirá en prisión de 96 a 180 meses”, se lee en la norma.

Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.

La Escuela de Policía Simón Bolívar de Tuluá (Valle del Cauca) volvió a ser centro de críticas. En noviembre de este año, esa sección de la institución se vio envuelta en un escándalo por conmemorar la semana de la internacionalización, vistiendo a sus uniformados como nazis. Ahora, se conoció que en 2019, durante la celebración del mismo evento, sucedió un hecho similar: un estudiante de esa escuela estaba disfrazado como miembro del Ku Kux Klan (KKK), grupo racista de supremacistas blancos.

Tras conocerse el hecho, volvieron a llover críticas sobre la institución, que, ya dos veces, ha hecho actividades con intenciones pedagógicas “de manera equivocada”, como lo reconoció. La Policía se pronunció respecto al hecho de 2019, diciendo que ninguna persona de la institución está autorizada para hablar sobre eso. La actividad, en ese año, iba encaminada a homenajear a los Estados Unidos, pero dentro de la conmemoración incluyeron el disfraz del KKK, grupo supremacista estadounidense conocido por promover actos de violencia a favor del racismo, la xenofobia y el antisemitismo.

Asimismo, la institución afirmó que lo ocurrido en 2019 fue una “desafortunada actividad académica”, que, según ellos, rechazan por la alusión al grupo supremacista. A su vez, mediante su cuenta de Twitter, la Policía sostuvo que desaprueba ese tipo de prácticas. Este año, tras la polémica por los disfraces de nazis, fuer removido de su cargo el director de la escuela.

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Según la institución, “La Policía Nacional tiene una postura clara frente a la doctrina institucional y los parámetros que rigen la formación de sus estudiantes, y no autoriza una posición diferente”. De la misma manera, manifestaron que en los dos casos, el de 2019 y el de 2021, “se han tomado y se tomarán todas las medidas necesarias para que estos hechos no se vuelvan a repetir”.

Tras lo ocurrido hace unos días, la brigadier general Yackeline Navarro, directora nacional de escuelas de la Policía, dijo que la “actividad de carácter pedagógico” sobre la historia universal de la Policía, fue un error y se hizo “de manera equivocada”. En esa ocasión, la institución hizo una publicación, que después borró, en la que señaló que “con estos intercambios culturales fortalecemos el conocimiento de nuestros estudiantes de Policía”.

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Referente a estos casos, el artículo 102 del Código Penal sostiene que la apología al genocidio es un delito. “El que por cualquier medio difunda ideas o doctrinas que propicien, promuevan, el genocidio o el antisemitismo o de alguna forma lo justifiquen o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de las mismas, incurrirá en prisión de 96 a 180 meses”, se lee en la norma.

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